Paola Beltrán
Juan Castillo, secretario general del PCU, entrevistado por EL POPULAR en radio, compartió su sentir y profundizó en el contexto histórico en el que desarrolló la tarea de organización Amelia Sanjurjo, al conocerse que los restos encontrados en el Batallón 14 de Toledo pertenecían a la militante comunista.
“Uno siente una suerte de contradicción interna – explicó Castillo – no sabés si lo que querés hacer es alegrarte por conocer la noticia, por tener la información que tanto tiempo estaba allí retenida o si finalmente volver a entristecernos, volver a conjuntar esas emociones que nos remueven todo el interior más profundo de cada uno de los compañeros y de las compañeras al retrotraernos 40, 45, 47 años atrás de lo que estaba ocurriendo en ese Uruguay al que le hemos dicho Nunca más; a ese Uruguay al que no queremos volver”.
“Por qué no dejar caer las lágrimas y no contenerlas más, porque esas lágrimas hoy se generan por las compañeras, los compañeros, las camaradas que fueron capaces de, sigilosamente, entregar su vida en defensa de la democracia”, señaló.
En ese sentido expresó la necesidad de “seguir cultivando en las generaciones más jóvenes esa aprehensión hacia los valores democráticos, constitucionales, de las libertades públicas”.
“Doblemente secuestrada”
“No hubiésemos padecido todo este largo año de incertidumbre si los cobardes hubiesen hablado, si los cobardes que se esconden en el anonimato, si los cobardes que aún están vivos hubiesen oportunamente hablado”, denunció.
Y agregó: “ellos que eran tan valientes, que estaban tan envalentonados con el uniforme puesto, manchando el uniforme en medio de la dictadura, los que eran militares, porque también habían de los que eran civiles y eran tan pro-dictadura y fascistas como el que más; esto es lo que nos ha generado a nosotros esa suerte de preocupación y contradicciones que estamos tratando de describir”.
“Comparto valoraciones que he escuchado de otros compañeros, de Madres y Familiares (en cuanto a que) la han tenido doblemente secuestrada, doblemente enterrada, doblemente clandestina, doblemente desaparecida. Primero cuando fue el hecho concreto, mientras estuvo allí y luego todo este año. La semana que viene se cumple un año que aparecieron los restos y hubo que hacer todas esas peripecias de llevar a un laboratorio fuera de las fronteras del país, de descubrir primero y de esperar después a los familiares para que las muestras nos llevaran al camino de la certeza de decir hoy, que estos huesitos, eran de Amelia Sanjurjo”, lamentó.
“No solamente le quitaron la vida a Amelia, una joven mujer de 41 años, a una militante social, de allá del barrio Colón, a una mujer comprometida, afiliada al Partido Comunista, militante de todas las horas en momentos muy difíciles, estamos hablando de 1977 donde se había vuelto la dictadura fascista a la casa de los militantes comunistas, ese era el objetivo que ellos estaban manteniendo en ese momento, sino que con ese asesinato también estaban asesinando a una criatura porque en ese momento ella estaba embarazada”, sostuvo.
“Hay mucho odio atrás de los que hicieron eso, solamente enceguecidos por el odio contra la población, contra los hombres y mujeres de su pueblo podría haber llevado a que cometieran ese infame delito de la tortura a esta compañera, a estos compañeros, a los camaradas que todavía estamos buscando”, afirmó.
El Plan Morgan
Amelia era secretaria de organización en la clandestinidad en la seccional 9na, en el contexto de una nueva oleada del “Plan Morgan». La secretaría de organización era una tarea sumamente sensible y justamente lo que se buscaba al momento de secuestrarla tenía que ver con que ella pudiese decir quiénes eran los comunistas que estaban en ese territorio.
Al respecto, Castillo señaló que “el ‘Plan Morgan’ era lo que se estaba efectivizando desde el año anterior, nos dicen los camaradas, todos los estudios e investigaciones, que a partir de 1976 se había lanzado ese ‘Plan Morgan’ y que era el objetivo principal de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas Conjuntas en ese momento. (El objetivo) era, precisamente, identificar a los comunistas, ir a buscar a todos militantes comunistas, porque ellos se habían comprometido a borrar a todo militante comunista de la faz de la tierra durante cincuenta años, de hacernos desaparecer”.
“Desde mucho antes sabíamos que ese era el objetivo porque cuando dan el golpe de Estado, cuando violentan la Constitución, cuando destruyen la democracia, cuando se perpetúan en el poder allí entre Bordaberry y los militares fascistas, ya la guerrilla estaba acabada, ya habían derrotado a la guerrilla, la inmensa mayoría de los jefes políticos del MLN – Tupamaros estaban presos o a algunos los habían asesinado o sea que el golpe de estado del 27 de junio de 1973 fue un ajuste de cuenta contra la clase obrera y el movimiento popular sabiendo y conociendo ellos la incidencia de los militantes del Partido Comunista en ambos territorios”, señaló.
“Querían exterminar la recientemente nacida unidad de la izquierda en el Frente Amplio, de ir a la destrucción de la central obrera y sus sindicatos, por eso salía ese ‘Plan Morgan’ en una escalada a buscar a los y las comunistas que ellos tenían identificados para, en medio de la tortura y el acoso, hacerlos delatar, hacerlos hablar, que dijeran en dónde había otro comunista o cuáles eran los lugares que frecuentaban o los hogares directamente de los militantes comunistas”, enfatizó.
Y destacó que “la enteresa, la valentía, el compromiso político e ideológico que tenía Amelia Sanjurjo hizo que ella no hablara, que no delatara a nadie y entonces se ensañaron con la tortura a tal punto, allí en la Tablada, porque allí fue la primera vez que la vieron los camaradas que la sintieron, que la escucharon que había sido llevada, hasta quitarle la vida. Hechos que otra vez nos remueven toda la situación que se padeció en esa década”.
El reconocimiento a Amelia
Inmediatamente que se confirmara la noticia en la sede de Fiscalía de que era Amelia aquel cuerpo vilmente asesinado por el terrorismo de Estado, los y las camaradas, al igual que diversos Comité de Base en todo el país, salieron a pintar su reconocimiento, su saludo y la renovación del compromiso con la verdad y la justicia.
Le preguntamos a Castillo qué reflexión le merecía este gesto espontáneo, este reflejo de los y las camaradas. Al respecto, el Secretario General del PCU expresó que lo que merece es “el orgullo de pertenecer a las filas de un Partido en el cual sus hombres y mujeres, sus integrantes, sus jóvenes, sus más grandes, sus veteranos, sus referentes no tienen por qué esperar que nadie diga, ni que nadie resuelva nada. Saben cada cual, cada uno de nosotros y nosotras, qué papel tenemos que jugar y en qué circunstancias”.
“Como no todos los camaradas en todo el territorio tienen la oportunidad de estar en una radio, de estar en un canal de televisión, en un diario o un semanario, sí tenemos, desde todos los barrios y todos los rincones, la posibilidad de expresarnos en un volante, en una declaración, poniendo alguna canción que la identifique bien alta en algún altavoz o pintar en los muros nuestro saludo y reconocimiento a esta heroína para el pueblo uruguayo que es Amelia Sanjujo”.
Foto
Juan Castillo en el acto por el 103 aniversario del Partido Comunista del Uruguay (PCU) en la Plaza Mártires de Chicago. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.
