Sindicato Único de Trabajadores de Citrícola Salteña (SUTCSAL) en conflicto: «una película de terror de nunca acabar»

Los trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores de Citrícola Salteña (SUTCSAL) se encuentran, una vez más en conflicto.

En particular el conflicto se desata por la situación que atraviesan los trabajadores de la empresa citrícola Caputto, quienes desde hace tres días se declararon en conflicto.

En declaraciones a nuestro portal de noticias Marcelo di Paola, secretario general del sindicato explicó que se han declarado “en conflicto y asamblea permanente por el incumplimiento en los pagos, tanto de jornales, como los de carácter mensual”.

Di Paola añadió se deben pagos por la cosecha “desde la semana anterior”, del mismo modo denunció que siguen sin pagarse cerca de 240 licencias”, lo que ha generado una importante alarma entre los trabajadores del sector.

Las actividades en la empresa, añadió el dirigente sindical, han sido detenidas para no seguir generando deudas y con el objetivo de que la empresa de respuestas acerca de la situación por la que atraviesan los trabajadores.

Con relación a lo que sucede con los pagos di Paola manifestó que “lo que se ha manifestado hasta el momento es que el BROU está reteniendo el flujo del dinero, en este sentido hay que recordar que este año la zafra empezó con un préstamo del BROU de cerca de tres millones de dólares”.

El secretario general del sindicato SUTCSAL nos confirmó que en la mañana del miércoles había estado en contacto telefónico con el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, en el curso de la conversación se informó al ministro sobre la situación actual y este se comprometió a interceder hablando con el presidente del BROU para buscar una solución a la situación.

“Mientras tanto”, finalizó expresando di Paola, “los trabajadores, nuevamente nos vemos afectados en lo que parece una película de terror de nunca acabar, nuevamente se repite la historia del 2019 cuando arribamos al fin del año sin plata, lamentablemente la historia se está volviendo a repetir”.

Rolando Arbesún

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