Ignacio Ramonet, conocido periodista, académico y analista especializado en geopolítica, escribió un largo posteo en su cuenta personal de la red social de Facebook donde analiza algunos aspectos de lo acontecido en la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Bajo el título, “Urgente”, el también director de Le Monde Diplomatique en español, recordó que la referida reunión había sido solicitada por Rusia para denunciar “el desarrollo de armas biológicas estadounidenses en sus fronteras dentro de Ucrania”.
En su posteo, Ramonet señala que, a partir de los documentos entregados por el representante ruso, “quedó en evidencia” el financiamiento oficial del Pentágono para un “aparente” programa de armas biológicas en Ucrania”.
Del mismo modo quedó en claro los “nombres de personas y empresas estadounidenses especializadas en las pruebas”, así como “documentos involucrados en este programa”, incluida “la ubicación de los laboratorios en Ucrania y los intentos realizados hasta ahora para ocultar las pruebas”.
Como parte de su intervención señala el especialista, “el delegado ruso especificó las enfermedades y epidemias, los medios de su liberación, los países en los que se están probando y cuándo y dónde se llevaron a cabo los experimentos con o sin el conocimiento de los gobiernos de estos países”.
En este sentido, añade Ramonet, se “confirmó públicamente que entre los experimentos y efectos está el virus responsable de la actual pandemia y la gran cantidad de murciélagos utilizados para transmitir este virus”. Estos hechos, señala, han sido negado por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, sobre quien Rusia ha mostrado documentación que revela intercambios de correspondencia y visitas regulares a estos laboratorios, ha negado también, poseer algún conocimiento sobre la “existencia de experimentos biológicos en Ucrania” y afirmó que toda la información disponible por el organismo indica que se tratan de “laboratorios de investigación médica para combatir enfermedades”.
Ramonet describe que, en el curso de su operación militar en Ucrania, “Rusia no esperaba descubrir (…) aves numeradas producidas por laboratorios biológicos y bacteriológicos en Ucrania financiados y supervisados por los Estados Unidos de América”.
Las aves numeradas, agrega, son parte de un plan malévolo que supone que, “un grupo de estas aves migratorias son arrestadas, digitalizadas y provistas de una cápsula de gérmenes que llevan un chip para ser controlados a través de computadoras, luego son liberadas de nuevo para unirse a las aves migratorias a los países donde se planea el daño”.
“Se sabe que estas aves toman un camino desde el mar Báltico y el mar Caspio hasta el continente africano y el sudeste asiático, y otros dos vuelos desde Canadá a América Latina en primavera y otoño. Durante su largo vuelo, se monitorea su desplazamiento paso a paso por intermedio de satélites, y se determina su ubicación exacta, si quieren, por ejemplo, dañar a Siria o Egipto, el chip se destruye cuando el pájaro está en sus cielos. Se mata el pájaro y cae llevando la epidemia, y las enfermedades se esparcen en tal o cual país. Así, el país enemigo ha sido dañado sin ningún costo militar, económico y político”, se explica por parte del destacado periodista político, quien recuerda cómo “la numeración de las aves migratorias es considerada un delito por el derecho internacional, porque son aves que penetran el cielo y el aire de otros países, y si se les provee de gérmenes, entonces esta ave se convierte en un arma de destrucción masiva”.
Con relación a las informaciones proporcionadas por Rusia sobre aves capturadas, añade ramonet, ello “quiere decir que los americanos están agarrados con las manos en la masa, con todos los detalles que contiene que prueban la condena decisiva”, lo que “obliga a pensar en la posibilidad de que todos los virus que han infectado a humanos en este siglo, especialmente los últimos, como el ébola, que afectó a África, ántrax, gripe porcina y aviar, y actualmente el Covid-19, todos provengan de laboratorios financiados y administrados por los Estados Unidos de América”.
Atendiendo a ello, es que China presentó “una solicitud urgente, seria y estricta para realizar una investigación internacional sobre la aparición repentina del coronavirus”, ya que “es muy probable que Estados Unidos haya utilizado aves migratorias para matar ciudadanos de China”.
El posteo concluye señalando que, como resultado de los escándalos de América del Norte que han ido en aumento, Estados Unidos “ha comenzado a rebajar su tono hostil hacia Rusia y trata de reconectarse con ella, con la esperanza de que lleguen a un acuerdo político con los rusos que la proteja del mal de sus acciones y para que no represente ninguna amenaza (…) en el futuro”.