Este martes, la diputada de la 1001 y el Frente Amplio, Verónica Mato, realizó una exposición en Cámara en conmemoración del 49 aniversario del asesinato por la dictadura de Diana Maidanik, Laura Raggio y Silvia Reyes, “las muchachas de abril”. Luego de la documentada y emotiva intervención se generó un debate a partir de los dichos de los diputados Carlos Herrera de Cabildo Abierto y Gustavo Zubía, del Partido Colorado, que llegaron a reivindicar la dictadura y hablar del “Estado de derecho” que según su visión había en Uruguay en 1974.
Luego intervinieron Óscar Amigo, Lucía Etcheverry, Nicolás Viera, Sebastián Valdomir, Cecilia Cairo, Carlos Varela, Alfredo Fratti, Ana Olivera y Gabriel Otero.
EL POPULAR publica un resumen de las palabras de la diputada Mato.
“De justicia y de canallas”
“Estas palabras tienen como objetivo fundamental poner en memoria la resistencia a la dictadura de Diana Maidanik, Laura Raggio y Silvia Reyes, y en ellas la heroica resistencia a la dictadura de miles de mujeres. (…) Asimismo, exponer el proceso de organización de la impunidad en nuestro país (…) Debe dolernos, indignarnos y llenarnos de vergüenza que crímenes ocurridos hace tantos años hayan sido dilatados a nivel judicial. Que luego del pedido de procesamiento de la jueza, miembros de esta casa descalifiquen el accionar de la justicia soslayando, escatimando y tergiversando aspectos centrales de la misma. Solo los canallas pueden confundir justicia con venganza. (…)
El Terrorismo de Estado se ensañó contra los cuerpos de las mujeres. Fueron secuestradas, torturadas, abusadas sexualmente, asesinadas y desaparecidas. Como consecuencia de la tortura muchas tuvieron abortos involuntarios o quedaron infértiles a causa de las lesiones.
Sus cuerpos gestantes solo importaron para hacer más valioso el botín y apropiarse del cuerpo de la mujer y de sus hijos e hijas.
Diana Maidanik nació el 31 de octubre de 1951. Comenzó su militancia en el FER 68, luego formó parte de la columna 70 del Movimiento de Liberación Nacional. Estudiaba Psicología y trabajaba en un jardín de infantes. Es secuestrada en julio de 1972 y trasladada al centro clandestino de tortura del Batallón 13 de Infantería, donde es detenida ilegalmente hasta el primero de noviembre de 1973.
Laura Raggio nació el 11 de junio de 1954. Asistió al Liceo 10 donde inició su militancia estudiantil. Comenzó a militar en el FER 68. Luego forma parte de la columna 70 del MLN. Una noche de 1972 es secuestrada en su propia casa, en el marco de un operativo militar que tenía como objetivo la detención de jóvenes del barrio Malvín. En ese entonces tenía tan solo 18 años. Es detenida en el centro clandestino de tortura del Batallón 13 de Infantería donde estuvo presa un año. (…)
Según el relato de Horacio, el hermano de Laura Raggio: “Luego de salir del centro de tortura Diana y Laura tenían Libertad Vigilada, por lo cual debían presentarse cada 15 días, en la comisaría o en el batallón. Cada vez que se presentaban recibían abusos verbales y físicos. Las gurisas no soportaban la situación y decidieron no presentarse más, ahí quedan clandestinas. Las gurisas se querían ir del país habían sido torturadas y violadas en el Batallón”.
Silvia Reyes nació el 29 de noviembre de 1954. Era dos años menor que su hermana Stella, con quien la unía el cariño y la necesidad de la construcción de un mundo más justo. En el año 1971 se integró al Movimiento 26 de Marzo y militó en el FER 68. En octubre de 1973 contrae matrimonio con Washington Barrios, un joven militante del MLN. Juntos se mudan al barrio Brazo Oriental, detrás de la casa de los padres de él. (…)
El 19 abril de 1974, Washington Barrios, quien trabajaba en el Vapor de la Carrera viaja a Argentina en forma legal para buscar asilo o vivienda para sus compañeras Diana y Laura en Buenos Aires. En ese momento ambas estaban viviendo en forma clandestina en el domicilio que él compartía con Silvia Reyes, su esposa. Barrios finalmente fue secuestrado en setiembre de 1974 en Córdoba, Argentina, siendo víctima de desaparición forzada.
Diana Maidanik, Laura Raggio y Silvia Reyes fueron acribilladas el 21 de abril de 1974 quedando su historia titulada cómo “Las muchachas de abril”.
A las tres de la mañana de ese día las Fuerzas Conjuntas ingresan al domicilio de Silvia Reyes, quien cursaba un embarazo de tres meses. Entran a la fuerza al lugar con ametralladoras y pistolas, y disparan con brutalidad sobre las jóvenes. Luego sobrevino el silencio y los vecinos presenciaron cómo “sacaron los tres cuerpos” dentro de bolsas de nylon. (…) Cuando familiares y vecinos ingresaron a la casa se encontraron con un cuadro dantesco; marcas de balas por todo el lugar, manchas de sangre, restos de piel y cuero cabelludo desperdigados por doquier, llegando a colgar restos de las mujeres, incluso desde el techo.
El operativo fue realizado por el Batallón de Artillería Nº 1, con apoyo de Artillería Nº 2, estuvo a cargo del general Juan Rebollo, y participaron también los generales Julio César Rapella y Esteban Cristi, los mayores Armando Méndez y José Nino Gavazzo, el coronel Manuel Cordero y los entonces capitanes Mauro Mariño, Julio César Gutiérrez y Jorge Silveira. (…)
En el procedimiento, resultó herido de gravedad Julio César Gutiérrez quien fue trasladado de inmediato al Hospital Central de las Fuerzas Armadas. Murió el 11 de julio de 1974, a consecuencia de las heridas de armas de fuego recibidas en el lugar. Asimismo, Juan Rebollo tuvo un impacto de bala en el brazo. En los registros de la asistencia médica brindada en el Hospital Militar consta que ambos recibieron “heridas de bala de ametralladora”. Asimismo, un efectivo militar, que custodiaba en la calle, mata al agente de policía Dorval Márquez González, quien se trasladaba en bicicleta por el lugar luego de trabajar. La crónica de la época señala que las mujeres estaban fuertemente armadas y las hacen responsables de la muerte de Márquez, de Gutiérrez y de la herida de Rebollo. Las pericias no pudieron encontrar armas de alto calibre, ni granadas. Encontraron revólveres cerca de los cuerpos, dato negado por sus compañeros de militancia, los cuales sostienen que las armas fueron puestas por los militares. Más allá que esto último no se pudo demostrar, todas las balas que se dispararon en el lugar provienen de armas de alto calibre como las que portaban los efectivos militares. Por lo que se desprende que los homicidios fueron realizados por las Fuerzas Conjuntas, al mando de Rebollo, Gavazzo y Klastornick. (…)
La matanza de las jóvenes fue denunciada en 1985. El 15 de agosto de 2007 se llevó el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por parte del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (IELSUR). En febrero de 2021 el fiscal Perciballe solicitó el procesamiento de José Gavazzo, Juan Rebollo y Eduardo Klastornick. El fiscal sostuvo que la muerte de Laura, Diana y Silvia es de estricta responsabilidad de los militares que actuaron en el operativo; quienes sin lugar a dudas procedieron en forma ilegítima. Y agrega: más allá de si las jóvenes resistieron o no el allanamiento, lo real es que éstas fueron ejecutadas, masacradas, cuando se encontraban acurrucadas en una zona donde no podían efectuar resistencia alguna(…) El fiscal se basó en una autopsia histórica de la junta médica del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina –integrada por los doctores Hugo Rodríguez, Frances Berches y Natalia Bazán–, en los testimonios de familiares y vecinos, y en las propias contradicciones de los oficiales interrogados por la justicia militar.
En diciembre de 2021 la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó sentencia sobre el caso, la Corte ordenó al estado uruguayo a “continuar las investigaciones de los hechos, a fin de identificar, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables de las ejecuciones extrajudiciales” de “las muchachas de abril”. (…) Cabe destacar que el Estado uruguayo a la fecha de hoy ha incumplido la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El 22 de julio de 2022, la jueza Isaura Tórtora determina el procesamiento de los militares acusados. Esto fue a más de un año de ser solicitado por el fiscal. A la fecha de concretado el procesamiento habían fallecido José Gavazzo y Eduardo Klastornick, por lo que el único procesado fue Rebollo. (…)
En suma, estas tres jóvenes militantes Diana, Laura y Silvia, “Las muchachas de abril”, fueron asesinadas a sangre fría por las Fuerzas Conjuntas en 1974 y su causa sigue impune. (…)
Poner en memoria el caso de las muchachas de abril es desenmascarar la crudeza con la que el terrorismo de Estado se ensañó con las mujeres. Mujeres con ideas, con ganas de vivir y transformar el mundo. (…)
¿Dónde vive la memoria?, ¿quién la muere?, ¿por qué nos duele?, ¿hasta cuándo el duelo?, ¿cuánto olvida?, ¿quién la enciende?, ¿quién lo apaga?, ¿cuánta memoria se vuelve mercancía?, ¿cuánta se disuelve en los despachos del poder?
Por verdad, memoria y justicia. Laura, Diana y Silvia presentes, hoy y siempre”.

Foto de portada:
La diputada Verónica Mato durante la elección de Miembros del Consejo Directivo de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo por la Asamblea General el año pasado. Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS.