En la jornada de hoy, el Reino Unido vivió la segunda paralización de la mayor huelga ferroviaria realizada en el país desde 1989.
Mientras ello acontece, se conoció que el gobierno de Boris Johnson “prepara una ley que permitirá a las empresas suplir con trabajadores de agencia temporales a empleados que secunden paros”.
De acuerdo a la agencia de noticias dw.com, que cita informes de EFE, la propuesta del gobierno estaría lista en pocas semanas y con ello se eliminarían las «restricciones de la era de 1970», dando entera «libertad a las compañías» para que impidan a que los huelguistas «hagan rehén al país paralizando servicios públicos y negocios», según afirmó el ministro de Empresas, Kwasi Kwarteng.
Este jueves y por segunda vez, aproximadamente “40.000 trabajadores de trece compañías ferroviarias y el operador de infraestructuras Network Rail” han paralizado con la medida sindical “la red de trenes del Reino Unido”, al tiempo que mantienen en pie la convocatoria para otra jornada de paralización el próximo sábado.
«Esta situación no es sostenible», afirmó Kwarteng, quien resaltó que la nueva legislación «permitirá a las personas seguir con su vida sin interrupciones y mantener funcionando la economía».
Los planes gubernamentales han sido rechazados por la secretaria general de la federación de sindicatos TUC, Frances O’Grady, quien calificó los planes del Gobierno como un «intento deliberado de socavar el derecho a la huelga y reducir el poder negociador de los trabajadores».
«Utilizar a trabajadores de agencia menos cualificados para llevar a cabo servicios importantes pondrá en riesgo la seguridad de las personas, empeorará las disputas y envenenará las relaciones industriales», advirtió la dirigente sindical.
Según la misma agencia de prensa, el titular de Transporte británico, Grant Shapps, señaló que «a pesar de todos los esfuerzos de los líderes sindicales militantes para paralizar este país, está claro que las huelgas de esta semana no han tenido el impacto deseado debido a que más gente puede trabajar desde casa», agregando que las reformas propuestas tienen carácter vital y que “asegurarán que cualquier futura huelga provoca menos problemas y permitirá que trabajadores completamente cualificados, adaptables y flexibles, continúen haciendo el trabajo».