El gobierno de Ucrania por intermedio de su canciller, Dmitri Kuleba, consideró que la retirada de algunos diplomáticos del país era una “decisión prematura”, ya que no había razones fundadas para hacerlo.
En declaraciones al canal de televisión ICTV, el funcionario ucraniano explicó que “de las 129 embajadas en Ucrania, cuatro aplicaron esta medida”, esgrimiendo como fundamento a la decisión de retirada “razones de seguridad”.
Para las demás representaciones diplomáticas, agregó, “no hay motivos para la evacuación”, por lo que continúan “trabajando con todo el personal y mantienen a sus familiares en el país”.
Las declaraciones del máximo representante del ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, se producen luego que el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexei Danílov, informara que Australia, Reino Unido y Estados Unidos habían decidido la retirada de diplomáticos y familiares, una medida que también fue secundada por Alemania.
Con la retirada de los diplomáticos y sus familiares, el clima de tensión en el país ha ido en aumento, en tanto se considera que estas decisiones significan que, en efecto Rusia atacaría al país.
Sin embargo, Moscú no sólo ha desmentido tal afirmación, sino que, ha denunciado de forma sistemática, que los supuestos informes que se esgrimen para afirmar lo contrario, no son más que un esfuerzo irresponsable de los países miembros de la OTAN en Europa, que buscar escalar las tensiones, creando así un escenario donde de producirse cualquier incidente en la frontera, pueda ser usado como evidencia acusatoria contra Rusia.
