El fallo que determina la proscripción de la expresidenta Cristina Kichner se produce luego de más de nueve años, momento en que dio comienzo la causa a partir de una denuncia inicial de Javier Iguacel.
Dicha denuncia, recuerda TeleSur, se basó “en una auditoría que, según la defensa, no arrojó irregularidades equiparables a un delito”.
La decisión de la Corte Suprema se dio a conocer la pasada jornada en lo que se describió como “un contexto de alta expectativa mediática y con el Palacio de Tribunales fuertemente custodiado”.
Aunque los abogados defensores de la expresidenta habían presentado un recurso extraordinario, el mismo “fue rechazado por unanimidad por los tres magistrados del máximo tribunal”.
“La confirmación de la condena”, subraya el medio de prensa, constituye “un punto de inflexión en la carrera política de quien fuera presidenta de Argentina entre 2007 y 2015”, al tiempo que “plantea interrogantes sobre el futuro del peronismo en el escenario político nacional”.
Tras el pronunciamiento de la Corte, la expresidenta argentina denunció que el mismo es “una estrategia del poder económico para impedir la reorganización del campo popular ante el fracaso del modelo neoliberal” que lleva adelante el actual presidente, Javier Milei.
Se trata, dijo Cristina Fernández de Kirchner, de “un cepo al voto popular impuesto por el poder económico”.
“La verdad”, agregó Fernández, “es que esta Argentina que gobierna Milei no deja de sorprendernos, porque al cepo del salario le agregaron el cepo al voto popular”.
Al desestimar las presentaciones realizadas por la defensa de la exmandataria, la resolución de la Corte deja “firme la sentencia de segunda instancia que la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos”, informó Prensa Latina (PL).
“El poder económico pretende que el campo popular no pueda organizarse”, subrayó Fernández que “anticipó que cuando «este monigote de presidente no les sirva más al poder económico, cuando se caiga, será necesaria una alternativa política sólida”.
La política de Milei, reiteró la líder peronista es insostenible: “¿Cuánto puede durar el endeudamiento serial, despiadado que están haciendo, la caída de los salarios y las jubilaciones, la destrucción de las capacidades argentinas? ¿Cuánto puede durar la destrucción del Garraham, de las universidades, de la educación?”, enfatizó
El fallo ha sido considerado, además por la expresidenta como parte de “un cronograma electoral maravilloso”, ya que se “produce a un mes de la oficialización de las candidaturas en la provincia de Buenos Aires”.
En ese sentido recordó que este accionar es similar al sucedido en el 2019, cuando “un mes antes de oficializar las candidaturas a presidente, nos sentaban en el banquillo de los acusados, porque de esa manera imaginaban que la candidata natural del peronismo, por historia, por gestión, por caudal electoral, iba a estar sentada durante todo el mes y la campaña en ese sitio”.
En sus declaraciones, Kirchner no dudó en considerar a los magistrados de la Corte Suprema, comomo “un triunvirato de monigotes que responde a mandos naturales muy por arriba de ellos: el poder económico concentrado de la Argentina”.
«A nadie le debería llamar la atención el fallo, reiteró Kirchner, quien aseguró que el mismo “forma parte de un plan sistemático para neutralizar políticamente al peronismo”.
“La historia argentina demuestra que a los dirigentes polìticos que gobiernan para el pueblo, que logran la distribución del ingreso más equitativa, que le permita al trabajo participar junto al capital, no lo perdonan”, sentenció, al tiempo que aseguró que “en el peronismo, están los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se destrone”.
“Como siempre”, aseguró Fernández, “pondremos el cuerpo, porque los peronistas no nos profugamos; eso lo hace la derecha, nosotros no somos mafiosos” y lanzó un llamado a organizarse para militar y organizarse, para “estar junto a la gente que los necesita, incluidos los colectivos sociales”.
“Es fundamental tener una dirigencia que esté con la gente y no con los problemas que tienen los dirigentes entre sí. Hay que ayudar a los que necesitan ser organizados y ayudados”, subrayó.
El fallo de la Corte Suprema de Justicia de Argentina ha sido fuertemente criticado por varios líderes mundiales de la izquierda quienes no dudaron en solidarizarse con la exmandataria.
“Con profunda indignación expreso mi solidaridad con la hermana Cristina Fernández de Kirchner, su familia y el pueblo revolucionario de Argentina”, escribió el boliviano Evo Morales en X, al tiempo que calificó como “injusta” la condena recibida.
“No es otra cosa que persecución política para proscribir a una lideresa del pueblo”. “Vivimos una reedición del Plan Cóndor: ya no son los militares al servicio del imperio, ahora son jueces serviles a las oligarquías quienes ejecutan golpes judiciales contra quienes defienden la soberanía y los derechos de las mayorías”, indicó el dirigente boliviano.
Además de Morales, Fernández recibió el apoyo del expresidente ecuatoriano Rafael Correa quien escribió antes del fallo: “¡Fuerza, Cristina! ¡Fuerza, Argentina! ¡Basta de lawfare! Derrótennos —si es que pueden— en las urnas”.
Por su parte, Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba hizo llegar a Cristina su solidaridad y apoyo a través de un mensaje en el que ratifica “nuestro invariable apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, ante el episodio de judicialización política”.
De acuerdo al líder cubano, “una vez más se utiliza la Justicia con motivaciones políticas, como instrumento de la derecha contra referentes progresistas de la región” y agregó “Fuerza, estimada Cristina”.
El rechazo a la resolución de la Corte argentina fue acompañado por el gobierno venezolano que denunció, a través de un comunicado oficial “el golpe político y judicial contra la expresidenta (…) víctima hoy de una persecución brutal, impulsada desde un poder judicial subordinado al proyecto autoritario de Javier Milei”.
De acuerdo al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, “este fallo ilegítimo e ilegal busca inhabilitar por la fuerza a quien representa el corazón político y emocional de millones de personas y es la “líder histórica del peronismo, de la oposición y del pueblo argentino”.
“No se trata”, denuncia, “de justicia, se trata de borrar al adversario con métodos coloniales, de imponer a sangre y fuego un modelo económico y social diseñado para someter a la Argentina al capital financiero internacional”.
Para la Cancillería bolivariana este “no es un hecho aislado, sino es parte de un solo golpe geopolítico contra América Latina”.