La detención en Venezuela, el pasado fin de semana de Rocio San Miguel, en momentos que pretendía salir del país forma parte del desmantelamiento de la denominada conspiración “Brazalete blanco”.
A través de esta conspiración, sus involucrados tenían como propósito el asesinato del presidente Nicolás Maduro y otros altos funcionarios, con el objetivo de crear un clima de inestabilidad en el país.
San Miguel fue identificada en el curso de las investigaciones realizadas y ya contaba con orden de captura.
Tras su detención, reseñó el diario venezolano Últimas Noticias, el vocero de la Casa Blanca John Kirby declaró la preocupación del gobierno de Joe Biden e instó al gobierno venezolano “a cumplir los acuerdos de Barbados”.
La declaración de Kirby fue respondida de forma inmediata por el fiscal general Tarek W. Sabb quien a través de su cuenta en la red social X, informó que la detenida fue presentada, junto a otros partícipes de la conspiración, ante el Tribunal 2° contra el Terrorismo.
De acuerdo al fiscal a San Miguel se la acusa de “la presunta comisión de los delitos de traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación, entre otros”, mientras que, a su pareja, un exmilitar. “se lo acusa de los delitos de revelación de secretos políticos y militares concernientes a la seguridad de la nación, obstrucción a la administración de justicia y asociación”.
Los dichos del vocero estadounidense fueron respondidos también por el canciller Yván Gil quien recordó “que en esas cinco conspiraciones denunciadas en enero por el Gobierno están metidas hasta el cuello las agencias gringas CIA y DEA”.
En un posteo en la red social X, Gil también afirmó “que ponerse a defender o a preocuparse por gente implicada en terrorismo lo que hace es evidenciar que son cómplices del terrorismo”.
“La CIA y la DEA han estado conspirando desde Miami y Colombia, junto a opositores de la extrema derecha venezolana, para asesinar al Presidente”, escribió el canciller venezolano.
Los propósitos de los conspiradores, detalló, no solo incluían el asesinato del presidente Nicolás Maduro, sino también, desestabilizar el país, “a través de la violencia, el asalto terrorista a unidades militares”.
“Hoy el Gobierno de los EEUU sale a proteger y amparar a los terroristas, quienes han confesado sus crímenes y las órdenes que recibían para dañar a nuestro pueblo. Son cómplices de los autores intelectuales y materiales de los actos de terrorismo e intervencionismo sobre Venezuela”, denunció el canciller venezolano.
