El “asedio completo a la Franja de Gaza” y el corte de electricidad, alimentos y combustibles anunciado el lunes por el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, fue calificado por Naciones Unidas como “un castigo colectivo”.
A pesar de ello y por cuarto día consecutivo, Israel continúa desarrollando operaciones militares en respuesta a los ataques de Hamás.
El corte del suministro eléctrico a la Franja de Gaza implica que la población haga uso de “las reservas de combustible para hacer funcionar un generador propio que solo puede ofrecer un máximo de cuatro horas diarias de energía”, consignó el portal de noticias Izquierda Web.
“Estas reservas”, añade el medio de prensa, “se están agotando”, al igual que sucederá con “los alimentos y otros insumos básicos”.
Para impedir que se reciba ayuda exterior, Israel “advirtió a las autoridades egipcias que va a atacar y bombardear a cualquier camión que intente llevar suministros a través del cruce de Rafah que conecta el sur de la Franja de Gaza con el norte del Sinaí (Egipto)”
El anuncio ha sido considerado como una clara señal de que el Estado sionista pretende “cumplir su amenaza de bloquear completamente a los 2 millones de habitantes de la Franja para dejarlos sin ningún tipo de suministro”.
La situación de los pobladores se agrava debido “a la destrucción masiva producto de los bombardeos” que por cuarto día consecutivo despliega el Estado de Israel.
Como consecuencia de ello, se informa por el ministerio de Salud de Palestina, “los hospitales están desbordados” y se ha lanzado un llamado a la comunidad internacional para que se asegure un corredor humanitario que permita «garantizar la entrada de ayuda médica urgente».
De acuerdo a un periodista de Al Jazeera presente en el hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, «los bombardeos no han cesado desde anoche y los edificios residenciales son atacados cada hora. Al hospital han llegado ambulancias trayendo cadáveres. La mayoría de ellos son niños pequeños que son llevados inmediatamente a la morgue. Las bajas que estamos viendo son civiles. Los médicos nos dicen que tan pronto como se queden sin suministros y combustible, tendrán que cerrar completamente las operaciones, no hay nada más que puedan hacer. Dicen que si la ayuda no llega a la Franja de Gaza a través de organizaciones humanitarias internacionales, entonces no podrán ayudar a ninguna de las víctimas».
La situación en Gaza es dramática, allí viven 700.000 personas, que han visto como “barrios y urbanizaciones enteras fueron reducidos “a polvo y escombros”a partir de los masivos bombardeos sionistas .
A ello se le suma, las dificultades que tiene el ministerio de Salud en la ciudad “para actualizar periódicamente el número de muertos debido a interrupciones en Internet y las redes de comunicación”.
En su última comunicación, el ministerio reportó “que al menos 770 palestinos han muerto en los bombardeos israelíes y más de 4.000 han resultado heridos”, mientras que en la Cisjordania ocupada han muerto, desde el sábado, al menos 18 palestinos.
Como parte de su respuesta militar el Ejercito israelí ha bombardeado los campos de refugiados, considerados como “el último de los lugares que tienen los gazatíes para huir de la destrucción”.
Además de los bombardeos, en esta jornada se conoció el asesinato de varios periodistas palestinos como consecuencia de un ataque aéreo sobre el edificio que los albergaba a periodistas.
Hasta el momento, seis periodistas palestinos murieron por los bombardeos israelíes y dos han sido reportados como desaparecidos.
Por primera vez desde el comienzo de la respuesta militar israelí se informó por el gobierno sionista que han sido hallados “alrededor de 1500 cuerpos de supuestos militantes de Hamas entre Israel y la Franja de Gaza”, y aseveraron que se había conseguido «restaurar el control de la frontera” con Gaza.
Al referirse al asedio total impuesto por Israel, el Alto Comisionado de Naciones Unidas ratificó a través de un comunicado que “la imposición de asedios que ponen en peligro la vida de civiles al privarlos de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el derecho internacional humanitario”.
