20230125/ Daniel Rodriguez - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ SUAREZ Y REYES/ Ignacio Lula da Silva junto a Luis Lacalle Pou durante su visita oficial a Uruguay en la Residencia Presidencial de Suarez y Reyes, Montevideo. En la foto: Ignacio Lula da Silva junto a Luis Lacalle Pou durante su visita oficial a Uruguay en la Residencia Presidencial de Suarez y Reyes, Montevideo. Foto: Daniel Rodriguez /adhocFOTOS

Cumbre de los BRICS

Hacia un nuevo orden mundial multipolar.

Rony Corbo

La cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), se realizó en Johannesburgo (Sudáfrica) del 22 al 24 de agosto, bajo el lema “BRICS y África: Asociación para un crecimiento mutuamente acelerado, desarrollo sostenible y multilateralismo inclusivo”.

La cumbre resolvió la incorporación de seis nuevos estados miembros: Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.

Estuvieron los presidentes de China (Xi Jinping), India (Nerendra Modi), Sudáfrica (Cyril Ramaphosa) y Brasil (Lula Da Silva). Por Rusia asistió el canciller Sergei Lavrov, pues el presidente Vladímir Putin tiene una orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) de la cual Sudáfrica es parte.

Participaron 34 países y también fueron invitados 20 dirigentes internacionales, entre los que destacan el secretario general de la ONU, el presidente de la Comisión de la Unión Africana y la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, Dilma Rousseff. También estuvieron presentes 67 altos dirigentes de África y de América Latina y el Caribe, para participar en los diálogos BRICS-África y BRICS Plus. Cuba participó por primera vez en el evento de los BRICS con su presidente Miguel Díaz-Canel.

Como lo analizó la Comisión de Relaciones Internacionales en nuestro XXXII Congreso en el documento titulado: “La conformación de un mundo multipolar”, aprobado por unanimidad donde se expresa “el escenario el libre mercado característico del neoliberalismo hegemónico estadounidense, abre paso a un mundo multipolar, con otra concepción del Estado como propulsor de la economía. Esta “tensión” produce incluso una nueva arquitectura económica liderada por China y el Banco Asiático, alternativa al BM, al FMI y a la OMC”.

La ampliación de los BRICS es también señal de que esta transición hacia la multipolaridad se acelera, entre otros factores, producto de la guerra en Ucrania y las sanciones que occidente aplica a Rusia. Es además un contrapeso al G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), el club de los países ricos que durante años detentaron la exclusividad de las decisiones económicas mundiales.

El peso de Brasil y la conducción de Dilma Rousseff del Banco de los BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái, una entidad alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha financiado proyectos de desarrollo en cuatro continentes por 33.000 millones de dólares, es de vital importancia para nuestra región. Como dijo Lula, con la ampliación, los BRICS sumarán a partir 2024 el 46% de la población mundial y el 37% del PBI en cifras de poder de compra. La entrada de Arabia Saudita, primer productor de crudo del mundo, y de otras potencias petroleras como Emiratos Árabes e Irán, aumenta considerablemente el peso de los BRICS en el suministro mundial de petróleo.

Declaración Final. Respeto, igualdad y democracia.

La Declaración de Johannesburgo comienza con la designación de tres principios y objetivos: asociación para un crecimiento mutuamente acelerado; desarrollo sostenible; multilateralismo integrador. Un espíritu de respeto, igualdad soberana, democracia abierta e inclusividad en el marco de un orden internacional más representativo y justo.

En el marco de una reafirmación de la centralidad de la ONU la Declaración expresa «preocupación por el uso de medidas coercitivas unilaterales, que son incompatibles con los principios de la Carta de la ONU y producen efectos negativos especialmente en los países en desarrollo. Reafirmamos nuestro compromiso de reforzar y mejorar la gobernanza mundial promoviendo un sistema internacional y multilateral más ágil, eficaz, eficiente, representativo, democrático y responsable». Obviamente, esta exigencia pasa por una mayor representación de los mercados emergentes y de los países en desarrollo. Además, la defensa de los Derechos Humanos, pero incluyendo también el Derecho al Desarrollo, introducido en la Declaración de 1948 por la entonces URSS y, sobre todo, «en un contexto no selectivo y no politizado», así como «de manera constructiva y sin dobles raseros».

«Apoyamos una reforma integral de las Naciones Unidas, incluido el Consejo de Seguridad, con el objetivo de hacerla más democrática, representativa, eficaz y eficiente, y de aumentar la representación de los países en desarrollo entre los miembros del Consejo para que éste pueda responder adecuadamente a los desafíos globales imperantes y apoyar las aspiraciones legítimas de los países emergentes y en desarrollo de África, Asia y América Latina, incluidos Brasil, India y Sudáfrica, de desempeñar un papel más importante en los asuntos internacionales, en particular en las Naciones Unidas, incluido el Consejo de Seguridad.»

De ahí el apoyo a un sistema comercial multilateral, abierto, transparente, justo, previsible e inclusivo, no discriminatorio, basado en la OMC y en el derecho al Trato Especial y Diferenciado para los países en desarrollo, y la reforma del sistema comercial con la eliminación de las sanciones unilaterales e ilegales.

El punto 10 pide una reforma general de las instituciones de Bretton Woods (FMI y BM) para garantizar un mayor papel a los mercados emergentes y una redefinición de las cuotas de pertenencia al FMI (que ahora ven a EE. UU. muy sobrerrepresentado).

Además de mencionar las situaciones en Níger, Libia, Sudán y Yemen, la Declaración también aborda la cuestión palestina, pidiendo una «solución de dos Estados, que conduzca a la creación de un Estado de Palestina soberano, independiente y viable». Sobre la guerra en Ucrania, la Declaración, firmada también por Rusia indica que se recuerda las “posiciones nacionales en relación con el conflicto en Ucrania y sus alrededores, expresadas en los foros apropiados, incluidos el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tomamos nota con aprecio de las propuestas pertinentes de mediación y buenos oficios encaminadas a la resolución pacífica del conflicto mediante el diálogo y la diplomacia, incluida la Misión de Paz de Líderes Africanos y el camino hacia la paz propuesto».

Lista de países que han solicitado ingreso a los BRICS: Afganistán, Argelia, Bahréin, Bangladesh, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Kuwait, Palestina, México, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Senegal, Sudán, Siria, Tailandia, Túnez, Turquía, Uruguay, Venezuela, Vietnam, Angola, Congo, Guinea y Zimbabue.

Lula al final de su intervención indicó que “hoy los BRICS están plenamente consolidados como marca y activo político de valor estratégico. La participación de decenas de jefes de Estado y de Gobierno en la sesión ampliada de mañana representará un hecho histórico. El interés de varios países de entrar al agrupamiento es un reconocimiento de su relevancia creciente. También tendremos en el G20 una troika solo con miembros de BRICS, en el período 2023 al 2025. Se trata de otra oportunidad para avanzar sobre las preocupaciones del Sur Global con las desigualdades y con el desarrollo sostenible. Que el ímpetu que motivó la creación de BRICS, hace 15 años, continúe inspirándonos en la construcción de un orden multipolar, justo e inclusivo”.

Foto de portada

Ignacio Lula da Silva durante su última visita a Uruguay. Foto: Daniel Rodríguez /adhocFOTOS.

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