Como resultado de las nueve órdenes de evacuación dadas por el ejército israelí en el último mes, cerca de 213.000 palestinos han sido perjudicados y como consecuencia de ello se ha ido reduciendo el espacio que habitan con lo que, de acuerdo a la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas (ONU), se han ido agravando lo efectos negativos que ya producían el hacinamiento, la inseguridad, “el colapso de las infraestructuras, las hostilidades en curso y la escasez de servicios” en el territorio.
Las nuevas órdenes de evacuación hn provocado, además, la imposibilidad que los trabajadores humanitarios puedan desplazarse por rutas que son clave para llevar adelante sus tareas.
De acuerdo a OCHA la situación humanitaria en la Franja de Gaza se han agudizado de tal forma que dificultan “cada vez más el acceso de las familias desplazadas a los servicios básicos en los lugares a los que llegan”.
La última orden de evacuación, añade la información de Naciones Unidas, afectó a un total de 13.500 personas de 18 campos de desplazados.
Dicha orden, se añade, “abarcó zonas en las que se encuentran cinco escuelas, 14 estaciones de agua e instalaciones sanitarias, y diez emplazamientos sanitarios, incluidos dos centros de atención primaria y cinco puntos médicos”.