Manuel Ferrer presidiendo el Plenario Nacional del FA, junto a Fernando Pereira. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

“El FA convoca a ser protagonistas de los cambios”

En entrevista con EL POPULAR, Manuel Ferrer, presidente de la Comisión Nacional de Organización del Frente Amplio, analizó el significado histórico y político del 54 aniversario y también los desafíos actuales y hacia el futuro de la coalición de izquierda.

-¿Qué significado tiene este 54 aniversario del FA?

Es un hecho muy relevante. El pueblo uruguayo encontró las formas de celebrar el aniversario del FA siempre, cada uno de los 53 que pasaron y en este también. Cada uno fue muy particular, el de 1972, el primer aniversario, contó con “Diez décimas de autocrítica”, cantada por Zitarrosa. En la dictadura también se celebró. En cada uno de los momentos el aniversario no fue una referencia a sí mismo, el aniversario está prendido a la vida política de nuestro pueblo. En este decidimos ponerle la consigna: “Bienvenida esperanza”, porque eso es lo que sentimos que está viviendo el pueblo uruguayo. Esa alegría desatada el 24 de noviembre, cuando se confirmó que por amplio margen Yamandú Orsi era el presidente de la República, electo por la ciudadanía, fue similar a la de 2004. Ahora el FA no es el mismo que el de 2004, transitamos 15 años de aprendizaje en el gobierno nacional y 5 años de aprendizaje en la oposición. 

Fuimos capaces de ver las consecuencias que tuvo que el FA vuelva a la oposición para la gente, para los más humildes, para los que cayeron en la pobreza, la situación de la salud mental, el congelamiento de salarios, las dificultades de la precarización del empleo.

A eso se unen la caída del prestigio del país, el conjunto de escándalos de corrupción, que muchos nos dan vergüenza, pero tienen consecuencias materiales en la vida de la gente.

Por eso pensamos que hoy es momento de celebrar que esa página pasó. Celebrar que el FA con la llegada al conjunto de las organizaciones sociales del Uruguay, con el fortalecimiento de su orgánica, en particular de los Comité de Base, en todo el país y el exterior, y con un Programa construido con la gente, por la gente y para la gente, con todo eso, vamos a empezar una nueva etapa en la vida del país, pensando en todos, pensando en las mayorías, en los más humildes, en la pública felicidad artiguista, en el futuro.

Eso es motivo suficiente para que, literalmente, miles y miles de compañeras y compañeros hagan el esfuerzo de ir a La Paloma a celebrar el aniversario, más allá de las decenas, casi incontable es el número, de actos y actividades de Comité, Coordinadoras y Departamentales que se están dando entre hoy (5 de febrero) y el viernes por todo el país.

Pero, además, no es para mirarnos el ombligo, es para pensar el futuro y el futuro tiene una cosa inmediata, que nos tiene a todos muy atareados y bien, que es la elección departamental y municipal. 

-¿Qué objetivos tiene el FA para estas elecciones departamentales y municipales?

Es una elección territorio por territorio, pero también es el cierre del ciclo de la elección nacional, donde una vez más nos medimos con el poder. Estamos en condiciones, porque hemos trabajado para eso el frenteamplismo y miles de militantes, de avanzar decididamente en los 19 departamentos, quizás en la mayoría de los municipios y, sin duda, en todas las Juntas Departamentales, en nuestro peso político. Ese peso político que se va a expresar en el vínculo con las organizaciones sociales, en el vínculo con los respectivos gobiernos departamentales y municipales del FA

De manera que ahí tenemos una tarea bien concreta, pero como dicen los documentos fundacionales, de la Declaración Constitutiva hoy se celebran 54 años, el FA no es solo una alianza electoral y efectivamente, el conquistar el gobierno nacional, que hoy se está armando de una forma muy integrada; el lograr un crecimiento en los gobiernos departamentales, que seguramente tendremos; un crecimiento en los gobiernos municipales, en la presencia en los Concejos Municipales y en todas las Juntas Departamentales, significará un nuevo respaldo de la ciudadanía hacia la construcción de un mañana mejor.

-El FA celebra este 54 aniversario, como decías, habiendo recuperado el gobierno nacional, es un componente central de este aniversario: ¿Cómo se proyecta el FA y su papel en este futuro inmediato?

En las elecciones no es sólo ganar o perder, es una síntesis de acumulación política y vaya si las y los frenteamplistas en estos cinco años hemos hecho acumulación política, desde la humildad, desde la modestia, desde el aprender de nuestros errores, no para flagelarnos sino para ser mejores y lo logramos.

Son bastante excepcionales los casos en el mundo donde la izquierda gobierno y más aún donde la izquierda una vez desplazada del gobierno vuelve en el siguiente ciclo electoral.

La clave está en lo que hicimos con nosotros mismos, ese es otro motivo de celebración.

Pero también es un motivo de convocatoria al futuro, de convocatoria a ser parte, ser protagonistas de los cambios. Ser protagonistas y disfrutar de la aplicación del gobierno. Ser protagonistas y no volver a cometer los errores del pasado, no volvernos para casa, estar donde hay que estar. Hablamos de estar en la cultura, en el Comité de Base, en el sindicato, en la organización social, en los barrios, en todas las localidades, escuchar, integrar, dialogar, proponer, debatir. Eso es lo que construye la democracia y esa es la tarea permanente del FA.

De manera que, en el FA, junto con celebrar la victoria, darle la bienvenida a un gobierno que trae esperanzas a nuestro pueblo, de prepararnos política, organizativa, financiera y comunicacionalmente para las elecciones departamentales y municipales, estamos convocando al pueblo uruguayo a vivir el Uruguay y construirlo cotidianamente. 

El principal enemigo de la izquierda es el aislamiento, en el sentido del vínculo gregario, es la no política, es el “hace la tuya”. Ese aislamiento es un enemigo de la izquierda, pero además es un enemigo de las personas, del desarrollo de la sociedad. 

Por eso desde el FA se trata de invitar a juntarnos, muchos iremos a La Paloma y muchos no, otros iremos a las decenas de actos que están celebrando por todo el país y muchos no irán, en realidad, la mayoría de los que son frenteamplistas, que quieren un Uruguay mejor, una patria libre, solidaria, de igualdad, de derechos, no irán al acto, pero lo que si es imprescindible es que cada uno de nosotros encuentre un lugar en la fila para fortalecer los cambios, para disfrutar la producción del cambio, para disfrutar el debate y la propuesta, el encuentro con nuestros vecinos, los que tienen los mismos problemas que nosotros, para encontrar soluciones colectivas.

Quiero explicar lo que de muchos no irán al acto de La Paloma, es algo que pasó toda la vida y, estoy hay que decirlo con todo respeto, los montevideanos lo descubrieron hace poquito. Tradicionalmente la enorme mayoría de las actividades centrales del FA se hacían en Montevideo, tanto las reuniones de organismos como las actividades públicas y eso era natural en un país macro encefálico, donde la mayoría de la población y de la izquierda está presente en el área metropolitana. Yo soy de Salto, la primera que vi un acto central del FA fue porque había tenido la oportunidad de venir a estudiar a Montevideo. Los compañeros que estudiaron conmigo en Montevideo vieron un acto central del FA muchos años después cuando empezamos a descentralizar actividades importantes. Eso tiene que venir para quedarse y tenemos que organizarnos para que todos podamos ser parte de esta maravillosa construcción y estamos muy contentos de descentralizar, de hacer cosas nacionales fuera del área metropolitana, porque eso integra al Uruguay y eso es parte de los desafíos que tiene la izquierda, pero que tiene el país.

En eso de convocarnos, de ser protagonistas de los cambios, que es el contenido del aniversario del FA, de los 54 años de la unidad, de nuestra diversidad ideológica, política y humana, que se construye y se reconstruye todos los días, así ha sido en estos 54 años y tiene que ser motivo de orgullo para todos nosotros, tenemos que pensar en el momento que viene. Es el momento del retorno del FA al gobierno nacional. El “sabremos cumplir” que fue una consigna de campaña tiene que ser una concreción en la práctica y cada uno de nosotros tiene que ser parte de eso. Volver a poner arriba de la mesa, como está en la discusión de los organismos centrales del FA y de toda la estructura, el documento que establece los lineamientos principales para el relacionamiento entre el gobierno, la fuerza política, las organizaciones sociales y los trabajadores especialmente, tiene que ser parte de nuestra reflexión. 

La fuerza política tiene que seguir siendo un actor decisivo en la vida del país, esto no es ni para sustituir al gobierno ni para quedar opacada por el gobierno, como quedó en el período anterior de los gobiernos del FA y que fue parte de los problemas que nos hicieron perder la mayoría nacional. El desafío es reconstruir esa mayoría nacional para que dentro de cinco años Yamandú le entregue la banda a un nuevo compañero o compañera frenteamplista. Eso como símbolo, pero en realidad que un proceso, un período de construcciones de izquierda, transformadoras, que garantizan derechos, que avanzan sobre la igualdad, que generan más libertad y más solidaridad, un país más integrado, precisa una fuerza política vibrante, pujante, que crea causas populares, que dialoga con la sociedad de forma abierta y que, por lo tanto, ejerce un rol de liderazgo en la vida nacional.

El gobierno gobierna, la fuerza política construye un horizonte de izquierda, siempre más allá.

-En el marco de lo que planteabas, el FA ha empezado la discusión de un plan político, ¿cuáles son sus ejes principales?

El primer eje es tener un plan, que tantos esfuerzos nos llevó en los últimos años, que era un plan de emergencia que estaba vertebrado por preparar la fuerza política, su vínculo con la sociedad y sus ideas para volver a ganar el gobierno nacional y volver a construir una mayoría nacional.

Eso el FA lo había abandonado durante mucho tiempo. Haber reinstalado la metodología de planificación que es nacional, pero que trasciende esa dimensión y llega a todos los estamentos del FA fue un avance, mantener eso y proyectarlo hacia el futuro es el primer eje, tenemos que tener un plan que nos lleve hasta el Congreso.

¿Cuál es el principal desafío hacia el Congreso que seguramente será en el 2026? Encontrar las claves del FA del futuro. Y eso es parte de lo que dije antes, precisamos un FA protagonista de los cambios, protagonista de la política nacional, actor político real, de forma permanente.

¿Con la llegada del gobierno logramos los niveles de conexiones con la sociedad, de fortaleza organizativa, de producción política, de estudio de la realidad y de proyección que precisamos? No, estamos lejísimo. 

Pero ahora, con más tiempo y con más dinero, la conducción del FA, la militancia frenteamplista, esto es absolutamente dialéctico, el FA es la fuerza política más democrática del mundo, tiene que ser el centro de nuestras preocupaciones.

Efectivamente el plan va a ir jalonando hacia un Congreso donde avancemos en el fortalecimiento real, es decir en sostener las ideas y la materialidad de una fuerza de izquierda que se proyecte hacia un ciclo progresista histórico. Eso pasa por reestudiar nuestra realidad actual. Nosotros hicimos un avance formidable, lo hicieron los militantes en todo el país, con volver a poner en el corazón de la acción política frenteamplista a los Comité de Base cuidando la unidad de la coalición, las dos partes que componen el Frente. Ahora precisamos proyectar los Comité de Base del futuro, que no es sólo decir cuántos van a ser y dónde van estar, sino que también cuál va ser su dinámica integradora. De qué manera esta integración formidable que estamos llevando adelante entre el gobierno, la fuerza política y las organizaciones sociales tiene su traducción local, donde la referencia es efectivamente el referente, el sustento, de esa articulación de la política nacional, de la orientación frenteamplista con la comunidad en la que actúa, en el caso de los Comité funcionales será una comunidad de trabajo o de estudio y en el caso de los Comité territoriales, que son la enorme mayoría, será el lugar en donde están, la localidad, el barrio,. Eso tiene que estar en el centro de la reflexión, pero además para qué, hacia que horizonte llevaremos el Uruguay, por qué causas. Toda la izquierda, la política, pero en diálogo con la social, tiene que definir cuáles son las causas por los que iremos peleando. De alguna forma estos son los elementos que desde la dirección del FA estamos proponiendo que vertebren el plan, pero que además estamos haciendo una propuesta de trabajo concreta para que cada departamental, cada coordinadora, cada Comité, sea parte de esa construcción colectiva. Este elemento para nosotros es clave.

Un elemento más, en este proceso que nos lleve hasta el Congreso, pero más allá, tenemos que hacer una fuerte inversión en la militancia, que nos hubiera gustado hacer en los tres años que transcurrieron desde la elección interna, pero la situación financiera del FA lo impedía. 

Ahora que esto está un poco más saneado, porque es trabajó con muchísima responsabilidad, y con un mayor oxígeno de todos lados, pero apelando siempre a la entrega de los y las frenteamplistas, porque esa consigna preciosa de que al FA lo financia el pueblo es verdad, necesitamos invertir e invertir bien en el FA del futuro. Invertir en su desarrollo territorial, en sus nuevas capacidades, en la formación de las y los frenteamplistas, en mecanismos potentes que vinculen la acción militante política con la cultura de cada lugar, con la acción social de cada lugar, con la acción solidaria de cada lugar, con lo mejor de nuestro pueblo.

Esto requiere pienso, no hay que volver a tirar manteca al techo, hay que ser muy responsable, cada uno de nosotros tiene que contribuir financieramente con lo que se puede y hay que decidir colectivamente buenas inversiones para dejar un FA no solamente capaz de ganar un gobierno cada tanto sino de construir una mejor historia para el Uruguay.

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