Por Gabriel Mazzarovich
En una reunión con la Comisión Especial de Seguimiento del COVID 19 del Senado, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou rechazó implementar las medidas de restricción de movilidad reclamadas por la comunidad científica y el Frente Amplio ante la gravedad de la pandemia y ratificó que seguirá con su estrategia de exhortación y apertura, que ha llevado a que Uruguay este entre los peores países del mundo en porcentajes de contagios y muertes sobre el total de población.
Este miércoles, finalmente, el presidente de la República, que estuvo acompañado por el Secretario de la Presidencia, Alvaro Delgado, recibió a la Comisión Especial de Seguimiento del COVID 19, creada en el Senado. Lacalle Pou se reunió con esta Comisión casi tres meses después de que esta se creó.
Integran esta Comisión, por el Frente Amplio: Alejandro Sánchez, Oscar Andrade, Daniel Olesker, Mario Bergara y Carlos Mahia (que suple a Danilo Astori). Por la coalición de derecha en el gobierno: Jorge Gandini, Carlos Camy, Gustavo Penadés y Amin Niffouri, por el Partido Nacional); Germán Coutinho y Carmen Sanguinetti, por el Partido Colorado y Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto.
La reunión, de 14 participantes, duró menos de dos horas, pese a la expectativa generada no contó con conferencia de prensa oficial, el presidente no habló al finalizar la misma, si lo hicieron varios senadores. Los oficialistas Gustavo Penadés (Herrerista) y Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) intentaron reflejar un espíritu de acuerdo que no existió. Penadés dijo que se tomarían a estudio hasta siete propuestas del FA, no dijo que ninguna de ellas está entre las centrales y más importantes. Manini Ríos dijo que Lacalle Pou no había rechazado restringir la movilidad social, sino que se había declarado partidaria de exhortar a ella.
Andrade: “Tenemos una diferencia sustancial con el gobierno”
Al culminar la reunión el senador de la 1001, Unidad para los Cambios y el Frente Amplio, Oscar Andrade, fue claro al señalar que “es frustrante que no hayamos llegado a un acuerdo” y destacar que “cuesta entender que no se reconozca que la estrategia para enfrentar la pandemia en el 2021 ha tenido un fracaso que es rotundo”.
Andrade se diferenció claramente del discurso de los senadores oficialistas Gustavo Penadés (Herrerismo) y Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) que hablaron a los medios de que se “tomarían en cuenta 7 de las medidas propuestas por el FA”. “Nosotros tenemos una diferencia que es sustancial, creemos que estamos en una situación muy grave de la pandemia, la más grave que le ha tocado transitar al Uruguay; con récord de casos activos de Coronavirus; con una situación en los últimos dos meses donde el promedio de muertes ha superado las 50 personas por día; tenemos récord de ingresos en el CTI y récord de porcentaje de ocupación del CTI; con el sistema de salud que está en una circunstancia de saturación muy complicada y con la comunidad científica alertándonos que el grado de circulación que tiene el virus, que es cuatro veces mayor al máximo que establece al Organización Mundial de la Salud como franja roja, puede generar que surjan variantes de la cepa que compliquen y afecten el proceso de vacunación y extiendan, como lo decía de manera muy clara el coordinador del Grupo de Asesoramiento Científico Honorario (GACH), la circunstancia de tragedia que tenemos en el Uruguay”, dijo el senador frenteamplista.
Andrade explicó que “es por esta circunstancia de tragedia, dolorosa, que está afectando a miles de uruguayas y uruguayos, que tenemos que escuchar a toda la comunidad médica y científica que se ha pronunciado, unánimemente, desde hace meses, sobre la necesidad de tomar medidas que logren reducir la movilidad para reducir la curva de contactos, para reducir los ingresos al CTI, para reducir las muertes. Hay que escuchar a la comunidad científica y médica, que, con anuncios desde noviembre y diciembre del año pasado, pero contundente desde febrero y categóricamente en los últimos días, se ha pronunciado sobre que es imprescindible para evitar escenarios de catástrofe en el Uruguay que tomemos medidas en esa dirección. Esto lo planteamos con absoluta claridad”.
El legislador frenteamplista resaltó que “tanto el Sindicato Médico del Uruguay, como la Federación Médica del Interior, como el coordinador del GACH, Radi, se han pronunciado sobre que tenemos que “volver a marzo del año pasado”. Y parece de abrumador sentido común sostener que, si a fines de marzo del año pasado teníamos un muerto por COVID 19 en el Uruguay, 290 casos activos y 12 personas en el CTI, no parece tener ningún sentido que tomemos medidas menos importantes con la circunstancia actual de 36 mil casos activos, casi 600 personas en el CTI y el promedio de muertes diarias”.
Andrade resumió las principales propuestas del Frente Amplio en un documento planteado a la Comisión de Seguimiento del Senado, que en su momento incluyó 24 medidas distribuidas en seis apartados para el período mayo-agosto. De estas propuestas, el Poder Ejecutivo solo tomo 4, y dijo que las estudiaría: medidas de protección especial para las embarazadas, diferimiento de cuotas hipotecarias, los protocolos de seguridad laborales y el mínimo del seguro de paro.
Andrade señaló que la diferencia “es sustancial y en temas centrales”. El senador frenteamplista dijo que “es un acuerdo para ver si se generaban las condiciones de que a los sectores no esenciales se les diera un seguro de paro especial durante el mes de junio, compensando el porcentaje faltante para que se generara la condición del salario líquido íntegro para el trabajador y la trabajadora, medidas para paliar las circunstancias de las empresas que se vieran afectadas y atender durante el mes de junio a 300 mil hogares que están en la informalidad, todas estas medidas sumadas generarían un costo del 0.3% del producto, más que asumible. Todo esto con un objetivo: reducir la curva de contagios para evitar las muertes”.
Andrade dijo que “si esto se diera estaríamos en condiciones de llegar a un acuerdo para “blindar junio”, no solamente en el mensaje político común, sino “blindar junio” con las medidas que permitan a las uruguayas y a los uruguayos cuidarse”. “El presidente nos dijo que tiene una mirada distinta, tanto que supone que la restricción de actividades no generaría menos movilidad ni descenso de la curva de contagios porque los uruguayos no responderían a esta convocatoria”, indicó.
“Ahí tenemos una diferencia que es imposible de saldar. Porque nosotros creemos que, si al pueblo uruguayo se le convoca, se le informa de manera conjunta sobre la gravedad de la situación y se le da instrumentos para que el “quedarte en casa” sea un “quedarte en casa” sin tener que estar en condición de necesidad; sea un “quedarte en casa” sabiendo que la familia tiene de que sobrevivir; nosotros creemos que el pueblo uruguayo estaría a la altura, como estuvo a la altura en marzo y abril del año pasado, lo que permitió volver a una estrategia de seguimiento y rastreo. Esa diferencia es una diferencia sustancial, nosotros tenemos la convicción de que lo que dicen los científicos y los médicos daría resultado, y que acompañar medidas políticas que contribuyan a reducir la movilidad es el camino, y el Poder Ejecutivo entiende que no darían resultado, ese es su fundamento para no acompañarnos. Nosotros tratamos de ser muy francos desde el principio, que nuestra preocupación hoy es: están muriendo uruguayas y uruguayos de muertes que creemos que se pueden evitar. La pregunta es ¿qué cosas no haríamos para evitar esas muertes? Creo que con la misma franqueza el gobierno nos manifestó que no está dispuesto a avanzar en medidas que restrinjan actividades porque entiende que esto no redundaría en una menor movilidad y los uruguayos no acatarían la orientación de una emergencia del tamaño de la que estamos”, explicó.
El senador frenteamplista cuestionó la visión que transmite el gobierno de que se están haciendo las cosas bien: “Uruguay a fines del año pasado, desde que arrancó la pandemia hasta diciembre, tenía un décimo de los muertos promedio en el mundo. Hoy, Uruguay casi triplica la cantidad de muertes promedio en el mundo. O sea, si Uruguay tuviera el mismo porcentaje de muertes que hay en el mundo por COVID 19, tendríamos 1.600 muertes y tenemos 4.200. Así como fue indiscutiblemente un éxito la estrategia contra el COVID y tuvo muchos elementos que fueron muy importantes en el 2020, cuesta entender que no se reconozca que la estrategia para enfrentar la pandemia en el 2021 ha tenido un fracaso que es rotundo. Porque si estas entre los 3 o 4 países del mundo con más muertes en los últimos dos meses, está difícil convencer a la gente de que se están haciendo las cosas bien”.
“Es frustrante que no hayamos logrado un acuerdo, sería mucho mejor que tuviéramos la oportunidad de blindar junio, no sólo en la retórica, sino con las herramientas para que la sociedad se pueda cuidar”, enfatizó.
“Lo de las interpelaciones vamos a evaluarlo serenamente, es evidente que los temas sobre los que se dio respuesta son tangenciales al centro del problema. Esto tratamos de transmitirlo con mucha franqueza al presidente, que también con mucha franqueza nos transmitió que ellos ven que sería inútil ese esfuerzo. Yo reitero nosotros creemos que este esfuerzo podría salvar cientos de vidas y proteger las vacunas. La inexistencia del acuerdo es porque tenemos posiciones que tienen esas diferencias, importantes, sustanciales”, dijo Andrade.
Consultado sobre el sentido de seguir en la Comisión de Seguimiento del Senado luego de esta respuesta y la falta de acuerdo, el legislador respondió: “La Comisión hubiera tenido mucho más sentido en diciembre cuando la planteó el Frente Amplio, que ahora, y con la fundamentación que la planteó el Frente Amplio: tenemos que atender una emergencia que ya en ese momento nos estaban alertando que era de gran complicación. Algunos especialistas del propio GACH sostenían en noviembre que podíamos tener riesgo producto de que los casos se venían incrementando. Hubiera sido muy importante construir acuerdos, en noviembre, en diciembre, en enero, hasta en febrero, tuvimos el diario del lunes ahí, como decía la semana pasada Moratorio, en el sentido de los riesgos que tenía que llegáramos a una situación como la actual. Que 6 de cada 10 contagiados de COVID 19 no tengan seguimiento epidemiológico es terrible. Hay 35 mil casos activos, pero si 6 de cada 10 de esos casos no tienen seguimiento epidemiológico podemos estar hablando de 50 mil o 60 mil casos activos, porque hay muchísimos que no se los rastrea”.
“Es por esa emergencia que estamos tratando de reclamar que hay que escuchar a la comunidad científica y a la comunidad médica”, reiteró.