Este domingo 9 de febrero, falleció en Namibia Sam Nujoma, considerado como padre fundador de la nación africana.
Nujoma fue siempre un destacado luchador y uno de los más relevantes líderes del continente africano.
Fundador de Namibia y de la Organización del Pueblo de África del Sudoeste (Swapo), creó el movimiento de liberación nacional que, en 1990, trajo a su país la independencia del régimen racista sudafricano.
Tal y como recuerda hoy el diario Granma, fue un 21 de marzo de 1990, cuando fue arriada en Namibia la bandera de la Sudáfrica ocupante y racista, e izado “el estandarte del naciente país, entre vítores de alegría y sollozos, por los largos años de segregación y terror, que había abierto profundas heridas en su población”.
Se concretaba así la independencia del país, tras largos y duros años de la lucha del pueblo, “acompañado del valor de su líder y de la agrupación política Swapo”.
Gracias a esa lucha, el país africano contruye hoy un presente y un futuro diferente, al tiempo que continúa el proceso de consolidación de la nación basado en el fomento de la inclusión social y racial.
La independencia de Namibia, recuerda el diario cubano, “tuvo su punto culminante en los combates de Cuito Cuanavale, y la reunión cuatripartita, en diciembre de 1988, en la cual comparecieron, en la mesa de negociaciones, representantes de Sudáfrica, Angola, Estados Unidos y Cuba, para rubricar la Resolución 435 de la ONU”.
Tiempo después y en palabras de reconocimiento a los combatientes cubanos, Sam Nujoma reconoció que su nación “no sería la misma de no ser por los cubanos”.