El Partido de los Trabajadores (PT), el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y el Partido Verde (PV) confirman alianza electoral.
“Restaurar la democracia, promover la reconstrucción y la transformación de Brasil”.
El lunes 18 de abril, el PT, el PcdoB y el PV confirmaron una alianza electoral con Lula como candidato a presidente para las elecciones de Brasil, en octubre de este año.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, la presidenta del PCdoB, Luciana Santos y el presidente del PV, José Luís Penna, presentaron la nueva Federación, sus estatutos y su programa de Gobierno.
En la presentación se establece que la Federación de Partidos “Brasil da Esperanza”, “nace como expresión del deseo de gran parte de nuestro pueblo por la urgente superación de la profunda crisis económica, social y política en que se encuentra Brasil y para ello la experiencia de Luiz Inacio Lula da Silva lo hace el candidato natural para tan difícil tarea”.
Las últimas encuestas de opinión pública registran que Lula lidera la intención de voto en la primera vuelta, con entre el 40 y el 44 por ciento, según la compulsa que se tome como referencia.
El actual presidente, Jair Bolsonaro, registra una intención de votos del 30 por ciento, por lo que será una elección polarizada entre los dos candidatos.
Por su parte Ciro Gomes tiene una intención de voto del 8 por ciento, por lo que podría ser decisivo en caso de segunda vuelta. El gobernador de São Paulo, João Doria (Partido de la Social Democracia Brasileña), el diputado federal André Janones (Avante) y la senadora Simone Tebet (Movimiento Democrático Brasileño) están entre el 1 y 2 por ciento de respaldo.
Para ganar en primera vuelta se necesita el 50 por ciento más uno de los votos totales de la elección el 2 de octubre. De lo contrario se ira a una segunda vuelta el 30 de octubre.
Nace “Brasil de la Esperanza”
En la presentación de la “Federación da Esperanza” se dice que esta se constituye como expresión de la necesidad y el anhelo de la unión de fuerzas populares, democráticas y progresistas para, junto a una amplia alianza, restaurar la democracia, promover la reconstrucción y la transformación de Brasil y garantizar una vida digna para el pueblo brasileño.
Según indican, unidad, espíritu constructivo y compromiso con Brasil y el pueblo brasileño han regido el trabajo, en los últimos meses, del Partido de los Trabajadores (PT), Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y Partido Verde (PV) construyendo una nueva herramienta, innovando y renovando la forma de hacer política, apostando a la unidad y la convergencia en torno a ideales y altos compromisos con Brasil que están expresados en la Carta del Programa de la Federación.
Expresan que su objetivo político es desplazar a la extrema derecha de Bolsonaro del gobierno con la candidatura del ex presidente Lula, para sumar, reunir y movilizar amplias fuerzas políticas, sociales, económicas y culturales para que el pueblo y la democracia triunfen en las elecciones de octubre.
Simultáneamente, se buscará elegir una fuerte bancada en el senado y en diputados, así como un número significativo de gobernadores, creando las condiciones para que el gobierno electo por esta amplia alianza tenga las condiciones para impulsar los cambios y las grandes transformaciones que Brasil necesita, finaliza indicando la presentación.
8 de mayo se lanza la formula Lula-Alckim
Buscando ampliar el espectro de alianzas y con la intención expresa y manifiesta de “ganar votantes del centro político”, una vez conformada la “Federación Esperanza”, se ofrece la candidatura a vice a Geraldo Alckmin, quien fuera gobernador de Sao Paulo entre 2001-2006 y 2011-2018 por el PSDB, el Partido de Fernando Henrique Cardoso, actualmente está en el Partido Socialista Brasilero.
Alckim enfrentó a Lula en las elecciones de 2006 y perdió por un amplio margen en segunda vuelta.
“Dos fuerzas que tienen proyectos diferentes, y que tienen iguales principios, pueden juntarse en un momento en que el pueblo lo necesita”, justificó Lula, que destacó la rivalidad “civilizada” del pasado. “Hoy tenemos una política de odio, en la que el adversario es enemigo”, dijo Lula.
La decisión de Lula y el PT sobre la vicepresidencia trajo un debate importante en el propio partido, con sus aliados y fundamentalmente con sectores de izquierda, quienes no acuerdan con la candidatura a vicepresidente de Alckim. Pero lo cierto es que ya es cosa resuelta.
Cabe recordar que Lula estuvo preso durante más de un año, desde 2018, acusado de varias causas montadas por el ex juez Sergio Moro, luego ministro de Justicia del gobierno de Bolsonaro, e impedido de participar en las elecciones en las que este último resultó electo. Lula fue absuelto de todos los cargos, que se demostró fueron parte de un montaje, y ahora, cuatro años después puede volver a ser candidato.
Rony Corbo





















