“Hicimos, hacemos y haremos política”

La proclama del PIT-CNT y la postura de varias organizaciones sociales y feministas para el 8 de marzo.

El 8 de marzo, en Uruguay, tuvo múltiples expresiones de movilización y de reclamo, a lo largo y ancho de todo el país, hubo actividades en los 19 departamentos.

El PIT-CNT convocó un paro general en adhesión al Día Internacional de la Mujer Trabajadora, organizó múltiples actividades y barriadas en todo el país, con el SI para anular 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) como centro de este año y su militancia participó activamente de todas las marchas convocadas.

En Montevideo se realizaron barriadas en varios puntos de la capital, donde se entregaron volantes sobre el 8 de marzo y las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras y contra la LUC. Sobre las 16 horas, la Secretaria de Género, Equidad y Diversidad, en conjunto con varias organizaciones sociales realizó una conferencia de prensa abierta en Plaza Independencia. Más de mil militantes sindicales y de organizaciones feministas y sociales le dieron color y tono a la actividad.

La integrante del Secretariado del PIT-CNT, y dirigente del Sindicato Único de la Aguja, Flor de Lis Feijoo, leyó la proclama de la central obrera. También hicieron uso de la palabra otras organizaciones sociales y feministas.

Entre ellas, la directora de la organización Mujer y Salud en Uruguay (MYSU), Lilián Abracinskas, quién indicó que el 8 de marzo “sigue siendo un día de lucha y resistencia porque todo lo que pasa en el país y en el mundo nos impacta y nos involucra”.

Abracinskas reivindicó que MYSU es parte del movimiento feminista histórico y que este “se ha convertido en uno de los movimientos sociales más extendidos y asumido por las nuevas generaciones”, en este siglo XXI.

“Somos la mayoría en el sostén de las ollas populares”, dijo Abracinskas, quien destacó que solamente en Montevideo hay entre 60 y 100 mil personas que se alimentan en las ollas.

En la actividad intervino la profesora de literatura, bailarina y activista trans, Collette Spinetti, dirigente del Colectivo Trans del Uruguay. Spinetti dijo que es importante que las disidencias puedan expresar sus posturas y reclamos, «desafiando el mandato patriarcal», en un momento particularmente complejo que vive el país.  Spinetti reveló que se están enviando 497 canastas con alimentos no perecederos «a compañeras y compañeros trans de 14 departamentos porque el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) recorta las políticas sociales», especialmente las que están vinculadas a las personas trans.

También hizo uso de la palabra la presidenta de la Casa de la Cultura Afrouruguaya, Chabela Ramírez, quien denunció que las mujeres afro han heredado la pobreza, los conventillos, los “empleos peor calificados”, la prostitución y “todo lo que el resto de la sociedad, no quiere”.

La proclama del PIT-CNT

EL POPULAR transcribe íntegramente la proclama leída por Flor de Lis Feijoo.

“Como cada 8 de marzo las trabajadoras inundamos las calles, las trabajadoras asalariadas y las que no tienen salario.

Mujeres, disidentes, resilientes, porque la resiliencia trae memoria de luchas pasadas, de luchas presentes y de esa lucha futura que enmarca todos nuestros sueños.

Bajo un sistema capitalista, crudo e inhumano, que mantiene su pirámide injusta en base a la explotación, donde el horror de la guerra, del racismo, del fascismo más descarado, nos sigue sacudiendo

Vaya si lo siguen sufriendo las mujeres palestinas hace años, las sirias, las afganas, iraquíes, libias, ucranianas o rusas, vaya si lo sufren las migrantes en países que se dicen del primer mundo, pero que solo “primerean” para sí mismos.

Y qué tristeza enorme por esta otra guerra; en las redes los poderosos, en el campo de batalla la gente del pueblo.

¿Cuántas veces las mujeres tendremos que reclamar desde la historia, pan, paz y rosas?

Las mujeres trabajadoras saludamos a todas y a todos, porque cuando decimos todos también hablamos de nuestros hijos y hablamos también de nuestros pares. Hablamos de quienes junto a nosotras dan la batalla para terminar con la desigualdad.

La desigualdad de género, la de raza, combatir la homofobia, la transfobia, la xenofobia, y hacerlo desde lo que somos, sujetos sociales transformadores de la realidad.

Expresamos un profundo rechazo respecto a la situación aberrante en donde dos mujeres jóvenes fueron víctimas de violación por parte de tres agentes de la Guardia Republicana, a su vez repudiamos las declaraciones públicas que realizó sobre este hecho el ministro del Interior.

En las mismas no se identifican señales de preocupación por el bienestar de las jóvenes, solo el repudio por lo que afecta la imagen de la institución policial.

Frente a la violencia machista que habilita estos y otros escenarios atroces, debemos apostar por una construcción colectiva en clave de solidaridad. En la misma debe primar la concientización sobre lo que implica la cultura de la violación, siendo esta última una de las expresiones más crueles del patriarcado. No más violencia machista ni cultura de la violación.

Y las mujeres somos parte de la política, porque somos hacedoras de la vida cotidiana, sostenedoras desde un rol social que nos impuso la cultura patriarcal, reproductoras y educadoras, seguro que, si fuéramos a una huelga, el patriarcado se asustaría, pero si nos vamos a la huelga todas y todos lo que tambalearía es el sistema capitalista, que utiliza esta cultura arcaica para oprimir a los pueblos.

Se han quejado por ahí, que las mujeres trabajadoras estamos politizando este día, ¿acaso no somos las mujeres las que estiramos y estiramos nuestro cada vez más magro salario para llegar a fin de mes?, ¿cuál de nosotras no se queja cuando va a una feria?, ¿quién de nosotras no sufre cuando va a comprar un pedazo de carne? Después dice el presidente que aumentaron los precios de los comodities, que aumentaron las exportaciones, que se exporta y se exporta con precios internacionales cada vez más altos. Pero nosotras no la vemos. ¿Será que no quieren que nos avivemos de que algunos malla oro la están haciendo toda y nosotras midiendo como siempre las monedas para comprar algo?

Que no nos confundan, porque pensar, entender, debatir sobre nuestra vida cotidiana, sobre lo que perdemos, sobre los que nos quitan y reivindicar nuestros derechos, es hacer política. Lo hicimos, lo hacemos, y lo vamos a seguir haciendo.

Porque pensamos en las mujeres del campo , las mujeres de los arándanos , las del norte, las que cobran una miseria, las del citrus que trabajan y trabajan y cobran su magro salario en cuotas, las domésticas que trabajan solas,

¿Cuántas pudieron decir “hoy no voy a trabajar”?, estamos de paro. Las de los frigoríficos en pésimas condiciones laborales, las tercerizadas, las informales que laburan y laburan y cuando se van a jubilar no tienen un año pago, porque nadie cubrió sus aportes, las que van a una olla popular para llenarle el estómago a sus hijos y las que sostienen esas ollas, a fuerza de puras leonas no más que son, y se la pasan tapando con solidaridad tanta miseria.

Sí, pensamos en las que viven en los barrios más pobres que se inundan entre el barro y que hubo un 30 % de recorte en vivienda el año pasado por este gobierno y si lo decimos, ¿estamos politizando esta marcha?

Entre febrero de 2020 y marzo de 2022 el salario creció un 13 %, no lo digo yo, lo dijo el ministerio de Economía y Finanzas, lástima que el aceite creció un 67 % y la carne un 75%, los huevos 108%, la garrafa de gas (que no iba a subir) un 29%.

Y parece que hablar de la LUC en esta proclama a algunas o algunos los horroriza porque estamos haciendo política. ¿Desde cuándo a las mujeres trabajadoras se les antoja promover hacer un paro general?, ¿será que esto es cosa sólo de hombres?, ¿o no sufrimos todas y todos las consecuencias?

La austeridad de este gobierno solo implica recorte, recorte en la educación precarizándola, recorte en el sistema de salud reduciéndolo, legitima el racismo y la xenofobia, estigmatizando la pobreza bajo la apariencia delictiva, generando aporofobia.

Coarta nuestro derecho a huelga, queriendo quebrar nuestra organización sindical. ¿Acaso no vamos a hablar hoy de lo que significa para las trabajadoras que no se permita nuestro derecho a hacer huelga consagrado en nuestra constitución?, ¿acaso alguna vez lo que reclamamos no es justo?, ¿acaso si no reconocen un convenio colectivo hay que aguantarse?, ¿si no nos pagan el salario hay que callarse?, ¿si nos criminalizan si protestamos, porque nos echan impunemente por estar organizadas, nos tenemos que callar?, ¿y quién criminaliza al que no paga los salarios adeudados? Esta ley está hecha para favorecer a los y las que tienen más y no a nosotras que somos las grandes mayorías.

Quieren que retrocedamos y no lo vamos a hacer. En 1910 en la huelga de la blusa, Blanck y Harris eran los dueños de la Triangle Shirtsways. Hubo 146 personas muertas, 129 de ellas mujeres. La prueba para el juicio a los dueños se basó en una puerta calcinada cerrada por fuera. Las asesinaron por reivindicar sus derechos. La multa fue de 250 dólares. ¿Será que volveremos a esas prácticas?

Porque no se trata de más Estado o menos Estado, señor presidente, se trata de un Estado que beneficie a las grandes mayorías, se trata de mayor equidad, se trata de justicia, de justicia social, de un país mejor para todas y todos y no de “cuidar” los recursos públicos comprando aviones de deshecho, cuando una niña muere por falta de traslado aéreo.

Que vivan las mujeres, las mujeres que luchan por una sociedad diferente por pan y paz, por pan y rosas.

Resistimos, trabajamos, luchamos. Viva el PIT-CNT”.

(Con información propia y del PIT-CNT)

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