En conferencia de prensa en la Fiscalía General de la Nación se informó que los restos hallados el pasado mes de julio en el Batallón 14 pertenecen a Luis Eduardo Arigón.
“Nos han establecido en forma concluyente en un 99.99% que los restos hallados el 30 de julio del 2024 en el Batallón de Infantería N°14 pertenecen a Luis Eduardo Arigón Castell, quien fue un militante sindical y político que por el solo hecho de resistir a la dictadura y querer una sociedad distinta fue privado ilegítimamente de su libertad trasladado al centro clandestino de detención La Tablada donde fue sometido a diversas torturas que fueron constatadas por el equipo interdisciplinario que se dispuso para eso y luego fue enterrado de forma clandestina en el Batallón 14”, informó el fiscal de Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.
“Hoy el equipo argentino nos permite darle la identidad a esta persona y darle la dignidad que se merece y de esa forma establecer un poco de paz para la familia, fundamentalmente, y para toda la sociedad”, se congratuló el fiscal y recordó que “la denuncia fue presentada por Sara (esposa de Luis) en 1986. Todas las causas estuvieron paralizadas por la ley de caducidad, por la interpretación de la ley de caducidad y por todos los escollos que ya sabemos. Pese a eso se encuentran cuatro personas procesadas y toda esta información que hemos relevado en este tiempo será incorporada a esa causa que está ante la sede penal del 17 turno a cargo de la doctora Silvia Urioste. Eso es lo que tenemos hasta el presente”.
Patrones del terror
“Sin duda que este hallazgo evidencia un patrón de enterramiento y una en principio lógica de enterramiento de los que fueron detenidos-desaparecidos en el 14. Certeza no, es una evidencia más con la que se cuenta y con la que se seguirá trabajando, pero no podemos estar hablando todavía de certezas. El hallazgo de Amelia Sanjurjo y el de Arigón muestran que los detenidos desaparecidos en el año 77 en el 14 fueron enterrados ahí. Ahora dependerá de mayores datos que tengamos y del trabajo que sigan haciendo el equipo del GIAF. Todo esto aporta un poco más pero no es nada determinante”, aclaró Perciballe.
Por su parte la jefa del equipo de antropólogos, Alicia Lusiardo recordó que este “enterramiento fue hallado el 30 de julio y en las condiciones del mismo ubicamos daños que se generaron a los restos. En relación al análisis traumático que realizo la Junta Médica con el equipo se estableció que en los restos óseos no presenta lesiones traumáticas que permitan establecer con certeza la causa de muerte. Sin embargo, se ubicaron fracturas producidas por impacto de objeto contundente sobre la víctima en actitud de defensa, protegiendo su cara o cráneo. A su vez se ubicaron fracturas en el área del tórax que por su alineación y ubicación en arcos costales sucesivos nos permiten establecer o por lo menos sugieren que son producto de impactos contundentes. La multiplicidad de esas lesiones costales y su ubicación es posible que hayan contribuido con la causa de la muerte. La Junta Médica estableció además que no es posible descartar que la muerte haya sido por traumatismos ajenos al sistema esquelético y voy a leer textual la conclusión de la Junta Médica: «por ser un enterramiento clandestino en predio militar de larga data con material asociado destinado a la desintegración cadavérica de restos óseos humanos que presentan traumatismos premorten que indican que se ejerció violencia sobre la persona víctima la Junta Médica Forense establece que la forma médico legal de la muerte fue violenta por acción de terceros en el contexto de privación de libertad y malos tratos o tortura».
“Las lesiones que se ubicaron en los restos están en dos áreas principalmente, una son ambos brazos y el tipo de lesión es de defensa, de una persona que se está tratando de proteger el cráneo. Sabemos de esas lesiones porque las fracturas que se ubicaron allí no tienen cicatrización por lo tanto ocurrieron en vida de la persona y muy cercanas al momento de la muerte. La segunda área del cuerpo que presenta lesiones es el tórax y no es una sola lesión, son múltiples costillas que están afectadas por fracturas. Lo que no se pudo determinar si esas fracturas tienen una relación directa con la causa de la muerte y por eso la causa es indeterminada. Pero la Junta Medica lo que sostiene en su dictamen es que, por la ubicación, por ser múltiples y estar alineadas y sucesivas, son sugestivas de haber podido colaborar con la causa de la muerte”, aclaró Lusiardo.
Sobre la tarea que el GIAF sigue desarrollando informó que el equipo está trabajando con tres retroexcavadoras en tres predios distintos en simultáneo, hay una trabajando en el predio del Batallón 14 en el área cercana a donde fue encontrado este último hallazgo. “Hemos preservado la cuadrícula al no saber quién era la familia para ver si había un interés por ir al lugar. Pero si hemos retomado en este monte de robles. Hay otra maquina trabajando en el SMA, una vez que se pudo reiniciar la tarea suspendida por dos años, las excavaciones allí avanzan muy rápido, porque se alcanza el sedimento o la capa estéril a los 80 cm o un metro y por eso vamos rápido. Hay una tercera retroexcavadora trabajando en un predio privado cercano al ex batallón 13. Cuando se termine el trabajo en el SMA la idea es retornar la máquina al Batallón 14, justamente por la importancia que tiene este sitio con este cuarto hallazgo en este radio de 100 metros”.
Por su parte el director del INDDH, Wilder Tyler dijo “dos cosas, en primer lugar, ahora tenemos un patrón establecido respecto a ese Batallón 14. Es decir que fue un lugar que fue utilizado como un cementerio secreto para desaparecidos con una metodología que evidentemente albergaba el objetivo de que no fueran encontrados nunca. Esto ratifica todo el trabajo que se ha venido haciendo y también la metodología que los colegas antropólogos del GIAF están llevando adelante. Seguimos excavando, en estos momentos en tres predios con la misma intensidad de aclarar y traer elementos de verdad. El segundo elemento es casi testimonial quiero dedicar unas palabras y un homenaje para Sara Barrocas de Arigón. Nunca dejó de buscar, es de esas personas (Sara tiene 94 años), a la que recuerdo desde hace décadas llegando, pidiendo habeas corpus, denuncias, gestiones, lobbies, idas al Parlamento, con una determinación que es la que hoy nos trae acá”.
Más adelante Tyler agregó que se piensa solicitar más recursos no solo por lo complejo del trabajo del Giaf en el terreno, sino también porque “la mayoría de los uruguayos desaparecidos fueron en el contexto de los acuerdos represivos entre las dictaduras de la época. Muchos de ellos su detención se inició en el periodo, eso requiere una investigación extremadamente compleja que no depende únicamente de recursos, sino que también requiere políticas públicas y compromiso político”, agregó.
Maldad y cobardía
La hija de Arigón también dijo unas palabras, Sabina comenzó agradeciendo “a todos los que participaron en esta búsqueda durante tantos años, más de 40 años en primer lugar a mi madre que todavía está con nosotros. Escuchaba hablar a la antropóloga y no deja de sorprenderme la maldad, la cobardía con la cual fueron tratadas estas personas, porque no hay otras palabras para decirlo. Se puede pensar de otra manera, pero hacerle lo que les hicieron a estas personas es vergonzoso. Es una vergüenza para todos nosotros hasta el día de hoy, por eso quiero agradecer, primero que nada, a los Familiares que gracias a ellos esta búsqueda sigue y seguirá mucho tiempo más, también al equipo de antropólogos porque es un trabajo impresionante el que hacen. A la Fiscalía por la seriedad, el cuidado con el que trabajan, como tratan de cuidar la información porque esto cada vez que se filtra un nombre o una posibilidad lastima a mucha gente, entonces a la prensa hay que decirles que también tienen que tener ese cuidado”.
“Agradecerle a todos los que siguen buscando y que no se cansan a pesar de que hay gente piensa que esto no existió o que fue una mentira, como le dijeron a mi madre más de una vez que su esposo se había ido del país. También a Javier, mi compañero de hace más de 25 años, porque fue parte de todo esto y es muy importante para mí en esto”.
Consultada sobre su padre recordó que cuando “se lo llevaron por última vez, porque ya había estado preso dos veces antes, yo tenía 11 o 12 años, la imagen que tengo de él es de un padre común y corriente. Sabía que tenía sus actividades porque en mi casa eso no se ocultaba, era un padre normal, ese es el recuerdo que tengo. Hacía asados los domingos, venía a almorzar porque trabajaba de mañana y de tarde. Le gustaba tocar el violín, leía mucho, hace poco tuve que vaciar la casa de mi madre y había cientos de libros. Le gustaba escribir poesía, aunque no lo puedan creer. Tenía muchos libros de poesía. Tenía libros en francés porque leía mucho en francés. Un hombre con cierta cultura y tenía ideas muy claras por las cuales se jugó la vida porque teniendo la posibilidad de irse del país no quiso”, afirmó.
Foto
Armando Castaingdebat, Alicia Lusiardo, Ricardo Perciballe, Sabina Arigón, hija de Luis Eduardo Arigón y Wilder Tayler. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.