20230215/ Mauricio Zina - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ SOCIEDAD/ Audiencia por el caso Astesiano en el Juzgado de Juan Carlos Gomez en Montevideo. En la foto: Alejandro Astesiano previo a su audiencia en el Juzgado de Juan Carlos Gomez en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS

La justicia probó que funcionó una asociación para delinquir en Presidencia

Astesiano, tras un acuerdo con la Fiscalía, recibió una condena de 4 años y 6 meses de prisión, el gobierno quiere lavarse las manos.

Rolando Arbesún

Finalmente se conoció este miércoles que el exjefe del Servicio de Seguridad Presidencial, Alejandro Astesiano, fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión.La condena, establecida por el juez, es resultado de un juicio abreviado fruto de un acuerdo entre la defensa de Astesiano y la fiscal actuante, Gabriela Fosatti. 

Astesiano ha sido condenado por cuatro delitos: asociación para delinquir, tráfico de influencias, revelación de secretos y conjunción del interés público y privado. Hay cuatro personas más imputadas, tres uruguayas y un ciudadano ruso, por este caso, que es el primero que inició la investigación, el de los pasaportes. Quedan cuatro líneas más de investigación abiertas.

¿Y lo de hacerse cargo?

La condena acordada entre la Fiscalía y Astesiano, para los defensores del gobierno “demuestra” que finalmente, “se hizo justicia”.

Uno de quienes se expresó en ese sentido fue nada más y nada menos que el propio presidente de la República.

La expresión del mandatario no tendría mayor trascendencia si no fuera porque, quien la realiza, es el máximo responsable de todo el accionar de un siniestro personaje con un larguísima trayectoria de vínculos con su padre y con él mismo.

Nadie, jurídicamente hablando, ha sancionado al mandatario quien fue el encargado de nombrar, en primer lugar, a Astesiano para ocupar tan sensible cargo.

La frase no puede funcionar, como pretende hacernos creer el presidente y sus operadores, como un gesto de asunción de responsabilidades y ello es así, porque fue el propio Lacalle Pou quien pretendió que creyéramos que desconocía todo lo relacionado con la larga trayectoria de aquél a quien catalogó, en un soberbio arranque defensivo luego de la detención de Astesiano, como “un profesional intachable” a quien había entregado lo más preciado que tenía: el cuidado de su familia.

La condena del ex Jefe del Servicio de Seguridad Presidencial, estuvo precedida de “confusas” señales y de singulares mentiras de prácticamente todas las principales figuras del Herrerismo en el gobierno.

Muchas de esas mentiras fueron dichas de forma “despampanante” en el Parlamento, otras fueron, son y es altamente probable que lo sigan siendo, en redes sociales.

Muchas de esas mentiras fueron utilizadas como cortinas de humo, pero el máximo responsable de lanzar la primera humareda y ordenar la seguidilla de las siguientes, fue el propio presidente de la República, cuando en conferencia de prensa hizo algo mucho más grave que las mentiras dichas a posteriori por sus más allegados funcionarios en el Parlamento.

En dicha conferencia y con un tono oscilante entre lo canchero y lo “lastimado”, el presidente les habló a todos/as los/as uruguayos/as y al hacerlo del modo en que lo hizo y decir lo que dijo nos mintió a todos, incluso a todos sus fieles votantes. Ello es así porque lo que ha quedado clarísimo desde ese momento, es que todo lo que “confesó” ante la sorpresa por la detención de Astesiano no fueron otra cosa que burdas e irresponsables mentiras.

Asociación para delinquir 

No vale la pena reseñar ahora toda la secuela de ilegalidades realizadas por el ex Jefe del Servicio de Seguridad Presidencial, además de la condena hecha pública, se sabe que se mantienen abiertas las líneas de investigación que emergen de los audios y chats de Astesiano con personas y funcionarios de diverso rango y responsabilidades institucionales.

La condena es por la primera línea de investigación, la original, es decir la conformación de una asociación para delinquir, para conseguir pasaportes uruguayos con documentos falsos y dárselos a ciudadanos rusos. Integraban la estructura criminal junto a Astesiano, al menos cuatro personas más: el escribano Álvaro Fernández, imputado del delito de asociación para delinquir; el ciudadano ruso Alexey Slivaev, imputado por el mismo delito; Patricia Medina, pareja de Fernández, acusada de suposición de estado civil y adulteración de documentos y el ex cónsul de nuestro país en Rusia Stéfano Di Conza, acusado por 14 delitos de fraude reiterados y 14 actos delitos por suposición de estado civil.

La segunda línea de investigación tiene que ver con lo revelado en el contenido de varios chat de Astesiano sobre el pedido, por porte de una empresa extranjera, de la realización de espionaje contra los senadores del Frente Amplio, Mario Bergara y Charles Carrera, a raíz de su papel en la denuncia sobre el acuerdo para entregar por 60 años la Terminal de Contenedores del Puerto a Katoen Natie.

La tercera tiene que ver con más información de chat y sobre todo en torno a las filtraciones. 

La cuarta es sobre la relación de Astesiano con diversos jerarcas policiales, en particular con quienes ocupaban las más altas jerarquías en la Policía, favores, pedidos, intercambio de información. Han declarado varios mandos policiales, entre ellos, como ya informara EL POPULAR, ; el exsubdirector de la Policía, Héctor Ferreira; el director de Inteligencia, Claudio Correa; el jefe de la Dirección de Fiscalización de Empresas del Ministerio del Interior, Henry de León, que es el único al cual se le archivó la investigación. El último en declarar fue el otro subdirector de la Policía, cargo que ocupó hasta hace pocos días, Jorge Berriel. En el caso de Berriel fue formalizado y se le imputaron tres delitos de revelación de secretos, por las conversaciones e información que le envió a Astesiano a solicitud de este. 

La quinta línea de investigación tiene que ver con lo revelado en audios y chats sobre la utilización de recursos del Ministerio del Interior para espiar al presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala y la solicitud de un efectivo policial del Servicio de Seguridad Presidencial a Astesiano para que se espiara a estudiantes y docentes del Liceo 41.

No sabe, no contesta

Tanto Astesiano en su última declaración, como Berriel en su comparecencia, vincularon su accionar directamente al presidente Luis Lacalle Pou. Astesiano dijo que Lacalle Pou le dio “alas” para hacer lo que hacía y Berriel presentó capturas de pantalla de sus conversaciones con Astesiano en las que este le hace constar que le está hablando por pedido del presidente.

Nuestro país conoció rápidamente la condena y ello no es reprobable, el ahora condenado cometió esos delitos y quién sabe cuántos más que, por efecto del acuerdo con Fiscalía, no tendrán sanciones específicas.

Sin embargo y más allá de las investigaciones en marcha, lo que el país no ha conocido es la responsabilidad política de lo sucedido y eso es lo más grave de todo.

No hay que hacerse ilusiones, el presidente no dirá nada más que lo ya dicho, en contraposición a ello, parte importante de la ciudadanía quedará a la espera de un gesto, un mínimo gesto de Lacalle Pou reconociendo su responsabilidad máxima, algo que ya sabemos el presidente no hará.

Tenemos un condenado, pero la gran ausencia es la de la responsabilidad política, a esa nos quedamos sentados esperándola.

Foto de portada:

Alejandro Astesiano el miércoles previo a su audiencia en el Juzgado. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS.

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