Iglesias, director de ANCAP por el FA rechazó el nuevo aumento de combustibles y dijo que ya se han incrementado un 36% la nafa súper
El gobierno comunicó este 28 de febrero, en el feriado de carnaval, que decidió un nuevo aumento del precio de los combustibles. Entre los precios más importantes están: la Gasolina Premium 97 que pasa a costar 76.85 pesos el litro; la Gasolina Super 95, 74.88 pesos; el Queroseno a 49.07 pesos; el Gas Oil 50 S a 53.99 pesos; el Gas Oil 10 S a 67,30 pesos y el Supergás a 60.35 pesos el kilogramo.
El director de ANCAP por el Frente Amplio, ingeniero Vicente Iglesias, rechazó este nuevo aumento de combustibles, el segundo del año, y señaló que demuestra que “el nuevo mecanismo de fijación de precios determinado en la LUC fracasó”. Iglesias recordó que la promesa de la coalición de derecha en el gobierno fue “bajar los precios de los combustibles” y generar “transparencia y criterios técnicos”.
Iglesias indicó que pasó todo lo contario, “los combustibles aumentaron casi un 39% en promedio, 36.2% la nafta súper, desde que asumió este gobierno”, no hay transparencia “porque los criterios son políticos y de discrecionalidad del Poder Ejecutivo”.
Iglesias indicó que los beneficiados con esta seguidilla de aumentos son los estacioneros y distribuidores que nunca ajustaron su margen de ganancia y el Ministerio de Economía y Finanzas que sigue aumentando su recaudación. “Es decir la discrecionalidad se usa para beneficiar a los agentes privados del mercado de combustibles y las cuentas fiscales, no para la gente y no para el país”, agregó.
Iglesias insistió en que el mecanismo instrumentado por la LUC fracasó y reclamó la convocatoria de un “verdadero ámbito de diálogo” con todos los actores del mercado de combustibles para definir una política seria al respecto.
Para quien tuviera dudas, el decreto comienza citando textualmente que el nuevo aumento se decide en función de lo aprobado en el artículo 235 de la Ley N° 19.889, de 9 de julio de 2020 y el decreto N° 201/021, de 28 de junio de 2021” (ver imagen del decreto). Se refiere al artículo 235 de la Ley de Urgente Consideración (LUC), uno de los 135 que serán impugnados este 27 de marzo. Como bien dice el dicho: A confesión de parte…
-¿Qué opina sobre la decisión del Ejecutivo del aumentar las tarifas de los combustibles, pese al informe de ANCAP y URSEA?
Efectivamente se da lo que venimos sosteniendo desde hace mucho tiempo. La nueva forma de ajuste implementada a partir de la Ley de Urgente Consideración (LUC) en base a los Precios de Paridad Internacional (PPI), por cierto, mal calculados por la Unidad Reguladora de Energía y Agua (URSEA), ha fracasado, a tal extremo que ahora se usa la discrecionalidad sin ningún fundamento comprobable para la determinación del precio de venta al público. Eso sí, el Estado elige recaudar y aumentar los márgenes a las distribuidoras y estacioneros
Recordemos que, al asumir esta administración, la promesa fue bajar los precios porque Uruguay tenía, así lo expresaban, los combustibles más caros de la región, bueno, es hora de cumplirlo.
El 1° de marzo de 2020 el litro de nafta costaba al público 54 pesos, hoy está a 74,88 casi 75, aumentó casi un 39 %. Usted me dirá que el crudo también aumentó mucho. Yo tengo que decir claramente que el precio del crudo siempre fue oscilante. En los años 2013 y 2014 el crudo llegó a 130 dólares el barril y el litro de nafta no costaba 75 pesos, o 1,75 dólares, por litro como en este momento.
Convengamos una cosa la nafta en la puerta de la planta de distribución vale 31,22 pesos, más impuestos, más ganancias de las distribuidoras y estacioneros, eso sí, usted paga en el surtidor casi 75 pesos. De esos 31,22 pesos aproximadamente 26 son petróleo.
Insisto, desde mi punto de vista lo que fracasó es la metodología impuesta por esta administración y que venía, supuestamente, para bajar los precios. Pasó todo lo contrario.
Quiero recordar que desde hace largo rato venimos sosteniendo la necesidad de conformar un ámbito serio, responsable, entre todas las partes que intervienen en el mercado de los combustibles, junto con el Ministerio de Industria y el de Economía y Finanzas, y los actores políticos, para discutir todos los componentes que hacen al precio final de los combustibles y que instrumentos financieros se utilizarían para estabilizar el precio
-¿Pero entonces usted sostiene que no había que aumentar a pesar del incremento del valor del crudo?
Claro que no se debía aumentar. Recordamos que el barril de petróleo llegó a más de 130 dólares entre 2013 y 2014. En aquel entonces quienes hoy están al frente del gobierno decían que no se podía subir más los precios de los combustibles. Y reitero, el crudo estaba a 130 dólares y la nafta no costaba el equivalente de 75 pesos. Entonces hoy que el crudo está en los 100 dólares se podía sostener sin aumento de los precios.
Aprovecho esta pregunta para recordar que entre 2005 y 2019 los precios también se ajustaron por el valor del barril del petróleo y el valor del dólar principalmente y en ese período hubo 15 ajustes a la baja.
-Usted dice que el mecanismo instrumentado por la LUC ha fracasado, sin embargo, el balance de ANCAP da un resultado positivo: ¿Cómo explica eso?
Le agradezco la pregunta. Nosotros queremos que a ANCAP le vaya bien, queremos que los precios de los combustibles sean los más bajos posibles, pero también queremos transparencia, que es lo que está faltando. La fijación de precios por parte del Ejecutivo está obedeciendo a criterios políticos y a discrecionalidad política. Es falso que doña María o don José pueden saber el precio de los combustibles aplicando una fórmula mágica y simple. Eso que dijeron que iba a pasar no pasó.
En el actual sistema no hay previsibilidad y eso es un gran debe de esta administración. De esta forma sucede que en el 2021 hay un resultado positivo, pero el 2020 fue negativo. Quizás la pandemia hizo que nos olvidáramos del número de ANCAP de aquel entonces cuando incluso el precio del petróleo estaba en el piso, eso sí a pesar de eso tampoco bajó la nafta.
Pero para responder directamente su pregunta, este año ANCAP tiene un resultado favorable debido a dos factores que son fácilmente entendibles por la población. Por un lado, la extraordinaria venta de gas oil a UTE para satisfacer la demanda eléctrica de Brasil. Esto le generó a ANCAP más de 40 millones de dólares adicionales de ganancias y a UTE muchísimo más. Dicho sea de paso, esto se pudo hacer gracias a la instalación de parques eólicos y de centrales de respaldo de UTE, conversora de frecuencia, tan cuestionadas en el pasado y hoy son las que salvan la plata. El segundo factor que justifica el resultado positivo es que los uruguayos estamos pagando los combustibles ya no más caros de la región, sino los combustibles más caros del planeta y del universo. Con el dinero que se recauda por los combustibles se benefician las estaciones de servicio y las distribuidoras que nunca ajustaron a la baja sus ganancias y se beneficia el Ministerio de Economía que ha subido el IMESI y continúa recaudando más impuestos y haciendo caja con los combustibles.
-Al principio de la aplicación de este mecanismo de la LUC se hablaba de un llamado “factor X”, compuesto supuestamente por el costo de las ineficiencias de ANCAP, que era el responsable del precio mayor de los combustibles. ¿Existe ese en un momento famoso y ahora olvidado “factor X”?
Excelente su pregunta. El “factor X” es un invento con todas las letras.
Lo que el Ejecutivo dice que ese “factor X” implica es en sus 2/3 partes el subsidio para continuar con un precio de supergás para que ese producto llegue en forma accesible a quienes lo necesitan.
Por otra parte, ese “factor X”, que está en el entorno de los 3 pesos por litro de nafta, tiene incorporado el precio de los biocombustibles que se mezclan con los hidrocarburos y eso está determinado por ley. Y finalmente tiene un mínimo componente que refiere al mantenimiento de la industria del cemento portland. En este último caso quiero decir muy claramente que las pérdidas que se mantienen en portland si las trasladamos a las naftas son insignificantes, en este momento no llega a incidir siquiera 0,05 centésimos por litro de nafta. ¿Se entiende? Si usted compra 20 litros de nafta, gasta 1.500 pesos, en ellos hay un solo peso que es para mantener la industria del portland en manos de ANCAP. Permítame hacerle el ejercicio inverso, si cerramos las fábricas de portland y despedimos a todos sus trabajadores, que ya no esté más en manos de ANCAP, cuando usted vaya a la estación de servicio por 20 litros en lugar de pagar 1.500 va a pagar 1.499 pesos. La discusión sobre la viabilidad de la industria del portland se ha tornado ridícula y más teniendo en cuenta la línea de soluciones que hemos planteado a este directorio.
Al día de hoy, por la vía de los hechos, no existe ese “factor X”.
Además, quiero terminar señalando que todo esto es posible, este margen de maniobra, porque Uruguay tiene a ANCAP pública de todos los uruguayos, que tiene una refinería que es eficiente y una vez más demuestra que agrega valor. La mejor prueba es que se aumenta por debajo de lo que calcularon que saldría importar, con elementos faltantes y ANCAP sigue dando ganancias.
Gabriel Mazzarovich
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