Por Daniel Olesker
El gobierno entregó el miércoles al Consejo Superior de Salarios su pauta de salarios.
Es una pauta Fuera de realidad, Injusta y Concentradora.
Está fuera de la realidad, es imaginaria, ficticia, porque propone cosas como si nada hubiera cambiado en la economía, como si a todos les fuera mal y solo distingue entre sectores muy afectados por la pandemia y menos afectados. ¿Y dónde están los ganadores de estos meses, que son muy pocos, pero se ve que muy poderosos?
Porque las exportaciones de bienes crecieron 19% respecto a 2019, año prepandemia con un aumento del dólar de 29% en el promedio del primer semestre de 2021 respecto a 2019, dado el gran empuje que se le dio entre marzo y mayo del 2020 y un aumento de precios del 18% y de salarios de 15%. El 75% de las empresas exportadoras, de quienes estuvieron en 2019 y 2021 en las mayores 100 empresas de exportación de bienes, aumentaron sus exportaciones.
Los datos de PBI también nos muestran un sector agropecuario creciendo, industrias agroexportadoras en la misma dirección y otros sectores igual.
A estas pautas entonces le falta una parte de la foto y por eso está fuera de la realidad.
En segundo lugar, es injusta, pues vuelve a recaer sobre los trabajadores el peso del ajuste. Y lo es al menos por tres razones.
Primero porque, como dije recién, no reconoce que hay ramas de actividad y empresas que han ganado y mucho, y solo define diferenciación a la baja. Es decir, si hay pérdidas deben ser compartidas y si hay ganancias solo para las empresas.
¿Por qué en estas ramas y empresas no se pueden empezar a recuperar de forma potente ya? Porque en dos años recuperaran 1,6 del 4,3% perdido, es decir sólo el 40%;
Y además la división de pauta por tamaño de empresas no tiene justificación económica y es un precedente contra la negociación por rama de actividad peligros.
Y los trabajadores que integran el grupo de los sectores más afectados ya se han visto afectados por caída de salarios, por reducción de empleo, por prolongadas estadías en seguro de paro y además de que por las ramas que integran tienen sueldos del orden de 20 a 25 mil pesos, no solo no recuperarán, sino volverán a perder salario.
Muy mala señal.
Segundo porque se define un correctivo recién al final y no en cada año y además para algunas empresas solo será el 60% de la diferencia entre la inflación proyectada y la real. ¿Por qué otra vez esta diferencia en contra de los trabajadores? Y además al final de los dos años, solo recuperarán la diferencia (y como dije no todos) pero el dinero perdido nunca más vuelve. Esa renta inflacionaria quedará en las arcas de las empresas y no volverá a los trabajadores.
Tercero porque el argumento de la cautela en el salario para proteger el empleo no tiene evidencia teórica, ni empírica, ni nacional ni internacional. Y peor aún no hay una cláusula que haga que las empresas a las que solo se les propone recuperar 40% de lo perdido garantice el empleo en estos dos años.
En tercer lugar y como resumen es una pauta concentradora del ingreso. La pauta culmina en julio de 2023. Es decir, después de 3 años y medio de gobierno. El crecimiento del PBI (asumiendo en 2023 la mitad del año) será de 1,7 según los proyectado por el gobierno y más de 3% si tomamos todo el año 2023. Con ese crecimiento los salarios reales privados caerán. Por eso habrá concentración del ingreso. Lo que crezca el PBI irá solo para las ganancias.
Pero ojo, no a todas. Seguramente no alcanzará a las empresas más chicas porque el consumo interno no podrá crecer por esta caída de salarios y su impacto en las jubilaciones que también caerán. Por eso es concentradora.
Es claro el resultado: Socialización de pérdidas, privatización de ganancias.