Un acuerdo entre el gobierno argentino y el Reino Unido por Malvinas fue firmado en Nueva York, entre la canciller Diana Mondino y su homólogo del Reino Unido, David Lammy.
El encuentro entre ambos funcionarios fue criticado de forma inmediata ya que, según consignó mercoPRESS, se celebró en secreto y fue considerado como “regresivo” ya que “vuelve a poner en crisis el reclamo soberano del país sobre el territorio estratégico del Atlántico sur”.
La declaración firmada entre los cancilleres establece, según reseña la agencia de noticias, “medidas humanitarias” relacionadas con “los reclamos de las familias de las víctimas de la guerra de 1982”, así como un conjunto de “prerrogativas para el Reino Unido, entre las que se encuentran la «conservación de pesquerías» y la «reanudación del vuelo semanal de San Pablo a las Islas, que realizaba una escala mensual en Córdoba».
De acuerdo al medio Agenda Malvinas “el acuerdo lisa y llanamente resucita el Pacto Foradori – Duncan, firmado en la gestión de Mauricio Macri por el entonces vicecanciller argentino que en estado de ebriedad aceptó otorgarle a Gran Bretaña permisos de explotación comercial e hidrocarburífera”.
El nuevo acuerdo, se afirma por la publicación, “les permitirá ampliar la explotación pesquera, iniciar la extracción petrolera, reestablecer el vuelo semanal desde San Pablo y con ello el fortalecimiento definitivo de los ingleses como estado usurpador”.