En el programa de esta semana de La Mecha, que se emite todos los lunes de 12 a 13 horas por CX 1330 AM, participó Mercedes Ponce de León, emprendedora, activista y fundadora de ExpoCannabis Uruguay y Cannabis Business Hub.
“Expo Cannabis es un proyecto que pretende ser una plataforma de información sobre cannabis y cáñamo en Uruguay. A partir de la regulación de la marihuana en 2014, la ley 19.172 ampara y regula el mercado. En ese marco nace el evento que busca aportar información sobre cannabis medicinal, cáñamo industrial, avances científicos, políticas de drogas como un conjunto, más allá del cannabis, las políticas públicas son fundamentales en este cambio de paradigma”, señaló.
“La regulación uruguaya fue un puntapié inicial, aunque existe legislación para el cannabis medicinal en California, Estados Unidos, a nivel estatal, cada estado tiene su propia normativa. Uruguay fue el primer país en marcar el fin al prohibicionismo con el cannabis, ha sido un puntapié inicial para que otros países empiecen a ver como una alternativa a la guerra a las drogas un mercado regulado y no solo la represión, hay regulaciones en varios países a nivel mundial, hay un mercado de cannabis medicinal y cáñamo, lo que abre oportunidades a la región y el mundo”, afirmó Ponce de León
A su vez, sostuvo que “el prohibicionismo culpa a una sustancia, pero el problema es el uso que hagamos de ella, eso se educa a través de la información. podemos prevenir. Desde 1974, en Uruguay los usuarios de drogas no son considerados criminales por consumir, en otros países está penado el consumo, por lo que no hay tanta brecha para pensar en políticas hacia la regulación del mercado recreativo, el mercado medicinal abre las oportunidades de generar conciencia hacia el cannabis”.
Sin embargo, a pesar de ser legal el consumo, “para acceder a la sustancia tenías que cometer un delito, por lo que se estaba criminalizando a los usuarios de drogas, con el mercado regulado para acceder al consumo de cannabis la situación cambia, hay vías de acceso legales a tu derecho de consumo, pero con respecto a las otras sustancias se sigue criminalizando a los usuarios”, advirtió Ponce de León.
“Aunque se haya generado está legislación que permite el mercado regulado, en otras leyes y conductas a nivel político, se aumentan las penas, se tienen lecturas más prohibicionistas sobre la ley, por tenencia de cierta cantidad de cannabis si no está registrado implica que lo manden preso, cuando en realidad debería haber pruebas de comercialización”, advirtió.
“Una mujer entró 10 gramos a la cárcel para su compañero, que por ser uruguayo y estar registrado podría consumir, hay una política compleja con los privados de libertad, en este caso, la mujer está procesada con una condena de cuatro años no excarcelable, por un lado se puede consumir pero se aumentan las penas, algo que no acompaña el espíritu de la ley y genera desigualdades”, ejemplificó la emprendedora.
“Cambiar la sociedad culturalmente implica un cambio generacional, hay mucha desinformación, especulación y conflictos de intereses, el sistema político aún tiene incongruencias en sus discursos. Hace falta monitoreo sobre el marco regulatorio, ha habido investigaciones puntuales, como Monitor Cannabis, que en un grupo interdisciplinario analizó el impacto a nivel médico y a nivel social de la regulación, pero hoy en día no funciona, se siente la carencia de datos sobre qué está pasando, cómo se aplica la ley, cómo se podría mejorar”, consideró.
“Luego de nueve años de la reglamentación, la regulación fue primero y luego se desarrolló el comercio, es necesario mejorar respecto a la regulación, avanzar y actualizar para no perder la oportunidad a nivel comercial.
El mercado cannábico es muy amplio, está regulado todo el espectro de mercado. Se diferencian tres usos en la ley, el recreativo, medicinal e industrial. Para acceder a estos derechos, es necesario registrarse o adquirir licencias”, explicó.
“Respecto al uso de cannabis recreativo, solamente se puede acceder a las licencias de producción cuando hay llamados a licitación. Son empresas que producen y comercializan el producto a través del sistema de expendio, en las farmacias, a los usuarios registrados para comprar. El gobierno uruguayo regula el mercado pero los productores son empresas”, detalló Ponce de León.
A su vez, existen los clubes de cannabis, asociaciones con hasta 45 miembros que comercializan exclusivamente a sus socios, “es una de las vías de acceso más productivas que tenemos en Uruguay. Los autocultivadores se registran y pueden tener hasta seis plantas de cannabis, no pueden comercializar pero sí autoabastecerse.
Respecto al cannabis medicinal, existen licencias que se pueden solicitar sin licitación. Las empresas las piden para producir cannabis medicinal, se puede producir según un esquema para la producción, que abarca hasta la producción de la flor, no pueden industrializar la materia prima”, indicó.
“Hay licencias para industrialización que permiten a partir de la biomasa, para realizar medicamentos, formulaciones y productos de distinto tipo con potencial uso medicinal. Algunas empresas importan el extracto, otras lo producen, cada vez hay más alternativas y variedades de productos”, enfatizó.
“El cáñamo industrial es la misma planta de cannabis, se define cáñamo a aquellas plantas que tienen en su composición química menos del 1% de THC, uno de los cannabinoides, el único psicoactivo, mediante la proporción de este psicoactivo en las plantas distinguimos entre las de cannabis, usadas para recreación o con fines medicinales, y las plantas de cáñamo, una producción para fines industriales, implican otros cuidados, la licencia no depende del IRCCA (Instituto de Regulación y Comercialización del Cannabis), esta licencia es expedida por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, ya que se lo considera un cultivo”, indicó Ponce de León.
“Estas producciones tienen mucho potencial para aplicaciones, porque la planta de cannabis es materia prima para varias industrias y es una de las más ricas por su potencial aprovechamiento para el ser humano. La semilla de cáñamo tiene más proteínas que cualquier otra, se pueden hacer textiles, bioplásticos, es un recurso renovable, se puede hacer biodiesel con el aceite de las semillas de cáñamo. Se utiliza como material para la bioconstrucción y se hace papel, somos un país exportador de celulosa de eucaliptus, la planta de cannabis tiene mayor porcentaje de celulosa, no implica blanqueadores, es una planta muy amigable con el medio ambiente, genera biomasa y sus raíces limpian las aguas”, destacó.
A su vez, aseguró que “el impulso que Uruguay puede darle al cáñamo industrial puede cambiar nuestra matriz productiva y nuestra manera de vincularnos con el planeta, ojalá se expanda a nivel mundial”.
Mercedes Ponce de León convocó al Cannabis Business Hub, un evento que se realizará en el Hotel Hyatt en Montevideo el próximo 22 y 23 de julio. “El objetivo es promocionar los negocios y el dinamismo de los procesos de negocios en el sector del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. El primer día el evento se realiza entre empresas, el segundo día están invitados todos aquellos que quieran conocer un poco más, acceder a productos e información del cáñamo industrial, no se conoce lo que se puede hacer en base a la planta. Se puede conocer a empresas que están trabajando el tema, cómo acceder a licencias y proveedores. Es un evento específico para el sector cannábico, después de la cosecha, y antes de la siguiente siembra”, especificó.
A su vez, el próximo 2,3 y 4 de diciembre en el LATU se realizará la Expo Cannabis, “donde se trata de ampliar la información sobre la planta de cannabis y se explica todo lo que se podría cambiar en nuestro planeta. El evento tiene talleres y conferencias, es necesario que se siga investigando para encontrar mejores mecanismos y recursos. Es importante que las nuevas generaciones tomemos conciencia, aprovechemos el potencial y se logra compartiendo la información”, convocó Ponce de León.
“Es importante reconocer que la prohibición ha generado un gran tema político, social y de salud en América Latina, la prohibición no es el mejor camino para evitar que algo se consuma, esta guerra a las drogas existe hace casi 80 años y hoy en día vemos que cada vez hay más drogas, más accesibles y más inseguridad alrededor de todo esto”, afirmó.
“El narcotráfico es resultado de esta prohibición, el cannabis es una sustancia pero hay muchas otras, las demás sustancias se consumen en condiciones insalubres, no hay control sobre la producción y la economía, somos el continente productor, esta política ha llevado a grandes desigualdades. Se lleva adelante “una política basada en el control social, va lejos de querer reprimir las drogas, parece ser más un control sobre las clases excluidas, los pobres y marginales, no hay igualdad en la crudeza de las penas por narcotráfico, la desigualdad existe, la economía que hay con respecto a las drogas, para América Latina es un dinero muy importante, si se regulara, podría vivir mejor todo el continente, con mucha menos desigualdad”, consideró Ponce de León.
“El dinero queda en Europa y la guerra se radica en América Latina. Lo que se utiliza para cortar las sustancias es mucho más peligroso que las sustancias en sí mismas, el prohibicionismo pone a la salud de todos los usuarios y familias alrededor de ese usuario en manos de un sistema muy cruel”, sostuvo.
Moriana Alberro






















