20230626/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Palacio Legislativo/ Acto de “Vigilia de la Democracia” impulsada por el Colectivo Jacarandá, en el marco del 50º aniversario del golpe de Estado y de la Huelga General. Es una vigilia en el Palacio Legislativo desde la tarde y hasta la madrugada del martes 27 de junio, cuando se cumplen 50 años del golpe de Estado de 1973 donde se convoca a rodear el Palacio Legislativo con velas que se mantendrán encendidas hasta la madrugada. En la foto: Durante el acto de “Vigilia de la Democracia” en el marco del 50º aniversario del golpe de Estado y de la Huelga General en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

Orgullo: “pusieron la piel para enfrentar al fascismo”

Los 50 años del golpe de Estado y de la respuesta popular, la Huelga General, fueron motivo de cientos de actividades en todo el país. En el Parlamento, disuelto por Juan María Bordaberry en la madrugada del 27 de junio y ocupado por los militares fascistas el mismo día, se realizó una sesión especial de la Cámara de Senadores, recordando precisamente la última reunión de condena al golpe hace 50 años. 

En la misma, presentado por la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, se emitió un video con fragmentos de los discursos de hace 50 años de Wilson Ferreira Aldunate, Partido Nacional, Amílcar Vasconcellos, Partido Colorado y Enrique Rodríguez, Frente Amplio. Estuvieron en las barras el presidente de la República, Luis Lacalle Pou y los expresidentes José Mujica, Julio María Sanguinetti y Luis Lacalle Herrera. También estuvieron presentes dirigentes de los partidos políticos, las organizaciones sociales, una delegación de Madres y Familiares de Detenidos Desparecidos y participantes de la Huelga General.

Luego de la sesión, en las afueras del Palacio Legislativo, se realizó una vigilia convocada por varias organizaciones sociales, con un gran protagonismo juvenil. Más de 2.000 bidones plásticos con velas rodearon el Palacio Legislativo y miles de personas, portando carteles contra el golpe y reclamando verdad y justicia, conmovieron la noche, fría y con mucha niebla.

El 27 de junio, en el marco de un paro general, el PIT-CNT, en La Teja, con miles de trabajadores y trabajadoras homenajeó a la Huelga General.

Crysol y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, inauguraron el Memorial de las Presas Políticas, en un acto cargado de emoción y compromiso.

Los ex presidentes de la recuperación democrática y el actual, Lacalle Pou, emitieron un mensaje conjunto por televisión de respaldo a la democracia.

Se reunió la Asamblea General y en ella todos los partidos políticos expresaron su postura sobre la fecha, sobre el golpe de Estado, sus causas y sus protagonistas.

El debate en la Asamblea General, donde la gran mayoría de las intervenciones fueron de condena al golpe de Estado, expresó las distintas posiciones que persisten sobre las causas de este. El senador Guido Manini Ríos y su fuerza política Cabildo Abierto, no condenaron explícitamente al golpe de Estado, responsabilizaron al movimiento popular del mismo. Manini Ríos dijo en su intervención que lo que había primado era, según él, “la indiferencia del pueblo uruguayo hacia las instituciones democráticas, tanto en febrero como en junio de 1973”.

El senador Oscar Andrade, de la 1001 y el Frente Amplio, le respondió que “hay que ser muy miserable para pensar que no hubo esa noche del 27 de junio una respuesta heroica de los trabajadores y el pueblo, que pagaron como nadie”.

La intervención de Andrade

Publicamos textualmente la intervención del senador de la 1001 y el Frente Amplio, Oscar Andrade en la Asamblea General del 27 de junio.

“Es un día muy especial para reflexionar acerca de los orígenes de la violencia social y política. 

En el Uruguay de hoy, creo que nadie discutiría que en una democracia plena no se incendian libros, pero tan temprano como en 1955, en Tacuarembó, se prendían fuego libros del gran Washington Benavides, como Tata Vizcacha. 

En el Uruguay de hoy, nadie discutiría que en una democracia plena no se asesinan trabajadores por ir a la huelga, pero un 17 de setiembre de 1955 era asesinada en la huelga de Ferrosmalt, María del Carmen Díaz y a principios de 1956 era asesinado el primero de los mártires de la industria frigorífica, Rubén Paleo. En 1957 era apuñalado el Coco Muñoz, en cuyo nombre celebran los trabajadores de la carne el Día de los Mártires de la Industria Frigorífica. Ese año irrumpía en Montevideo una marcha de trabajadores de los arrozales. En el Uruguay de hoy, nadie discutiría que un conflicto sindical no se dirime con el Ejército y la Policía. Los había organizado don Leguizamón –militante metalúrgico y socialista– junto con el maestro Toledo, luego asesinado por la dictadura, tengo el privilegio de ser amigo de su hijo. A la vuelta de la marcha de los arrozales los recibe el Ejército y la Policía en Treinta y Tres; hay 200 despedidos y listas negras. 

En una democracia no se hace espionaje sobre los sindicatos, pero hoy tenemos los archivos que describen lo que sufrieron los trabajadores de la remolacha de Paysandú en el año 1958, brutalmente reprimidos. Ni pistas, ni asomo de la guerrilla urbana. Estoy hablando del año 1958.  Fue el mismo año de los obreros y estudiantes, duramente reprimidos en la marcha estudiantil del 58, el 21 de agosto y el 1º de octubre, por la caballería, con sables y gases lacrimógenos. 

Ya en el 59 hubo medidas prontas de seguridad, y en el 60, bandas fascistas, en la más absoluta impunidad, asaltan a tiros la Universidad de la República. 

Vaya si tenemos provocaciones. En enero del 61 atentan contra el local del Partido Comunista, apuñalan a Jaime Pérez e incendian locales. En el año 61, mucho antes de la guerrilla urbana. Atentan contra el local del Seccional Sur del PCU. Atentan en Ediciones Pueblos Unidos y recibimos la solidaridad de Alba Roballo ante ese atentado. Y el más duro de todos es a finales de ese año, cuando se ataca a balazos el encuentro de fin de año del diario El Popular. Reitero: año 61. 

En el año 62 tenemos parte de los atentados contra locales; el más dramático de todos fue acá, en la Aguada, porque ese incendio le costó la vida a Olivio Raúl Píriz, un bebé de cinco meses que vivía con los serenos. Fue en el año 62. En la más absoluta impunidad.

Cuando reflexionamos sobre la violencia social y política, ¿esto no está inscrito? Fue asesinado Arbelio Ramírez –amigo, entre otros, de Paco Espínola– en el Paraninfo de la Universidad en un acto en el que participó el Che; año 61. Atentado nazi contra Soledad Barrett; año 62. 

Nos cuesta mucho compartir que el problema de la violencia social institucional no tiene estos orígenes, que no nació antes, que no hubo impunidad. Raúl Denis fue otro asesinado en la industria frigorífica por la policía. Walter Motta también fue asesinado por la policía acá afuera, en el Palacio Legislativo, en medio de una marcha del Frigorífico Nacional. ¿Esto no es parte de esta historia que tenemos que interpelar y colocar arriba de la mesa?! 

Es evidente que hubo un proceso de incremento de la represión y de deterioro de las libertades ya a fines del 67. Antes de esto, ocurrió el golpe de Estado en Brasil, la invasión a República Dominicana, el golpe de Estado de Onganía en Argentina en el 66. 

En el 67, en un conflicto sindical, no contra la guerrilla urbana, se militarizan el puerto y el correo. Se expulsa a dirigentes sindicales que venían a un congreso de unidad sindical latinoamericana –en una provocación insólita– y se prohíbe una marcha por 18 de julio de la CNT, con apenas un año de fundada; hablo del año 67. Se censuran El Popular, Marcha y La Verdad. En noviembre van presos 13 dirigentes sindicales bancarios en medio de espionaje en una huelga. Estos son antecedentes del Pachequismo que vino después y que lo primero que hace es ilegalizar Época y empezar un proceso de presos políticos y medidas prontas de seguridad como una acción permanente y sistemática, en un proceso de incremento de la violencia que iba a tener en el 68 un año trágico. 

El 1º de mayo del 68 no se puede conmemorar. Es más, asesinan a una señora de 63 años, y empiezan los mártires estudiantiles; antes, violencia contra el movimiento estudiantil. 

La respuesta de parte del movimiento social fue convocar a encuentros en defensa de las libertades democráticas. El 6 de junio se moviliza la FEUU y recibe balazos de la policía. Se militarizan UTE, ANCAP, OSE y telecomunicaciones; 5.614 obreros pasaron por la cárcel. 

Las medidas prontas de seguridad no fueron contra ninguna guerrilla, fueron una respuesta represiva y autoritaria contra el movimiento sindical y contra los trabajadores en particular, cerrando la posibilidad del reclamo democrático. 

Represión en General Electric y muerte de Líber Arce –fue baleado el 12 de agosto y muere el 14 de agosto–, un mes después Susana Pintos y Hugo de los Santos, y el mismo día Emilio Francisco Machado, un liceal de 14 años fue baleado. Repito: año 68, en democracia. En enero del 69 asesinan a Recalde, un obrero municipal. 

Una comisión parlamentaria con fines de investigación en los años 69 y 70, integrada plenamente por senadores blancos y colorados, elabora por unanimidad un informe en el cual reconoce las torturas en democracia; repito: años 69 y 70. Hubo decenas de casos denunciados de torturas a militantes sociales. 

Elecciones del 71: las elecciones se dieron en un año trágico, con los primeros desaparecidos en democracia: Abel Ayala, 31 de julio del 71, por los escuadrones de la muerte; Filippini, en agosto; Castagnetto, en agosto, y después, Ibero Gutiérrez. 

Son casos insólitamente archivados luego del año 85 porque no tendrían que estar incorporados en la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, porque fueron antes de la dictadura, en democracia. Estas elecciones del año 71 tuvieron, entre otras cosas: atentado contra Líber Seregni, la muerte de un niño en Castillos y el asesinato de un obrero frigorífico en el Cerro. En ese contexto fueron las elecciones del 71, con esa complejidad. No me da el tiempo para nombrar los atentados en las urnas. 

El año 72 también fue trágico. Tuvimos los Mártires del 20; tuvimos a Luis Batalla, albañil y cristiano, asesinado con torturas que le partieron el hígado a la mitad. Y tuvimos la presión de las Fuerzas Armadas ya en el 72 para hacer renunciar al ministro de Defensa Nacional, ya en el 72, cuando reconoce en la interpelación, que se le estaba haciendo en esta casa, la existencia de torturas al Lucho Batalla. Primer desplante de las Fuerzas Armadas, que no fue en febrero del 73, es un hecho histórico contundente; fue en octubre del 72 cuando se negaron a la liberación de los cuatro médicos que habían sido torturados. Es contundente el caso, además, con torturas. Después de eso vino la prisión de Batlle, en octubre del año 72. Esos son procesos de violencia social. Hace poco recordamos a las Muchachas de Abril.

¿Se puede reflexionar acerca del golpe de Estado sin reflexionar acerca del papel de la Logia de los Tenientes de Artigas, sin reflexionar acerca del papel de la doctrina de la Seguridad Nacional, y sin reflexionar acerca de un ajuste de clase brutal contra los trabajadores durante los once años del terrorismo de Estado? 

Termino diciendo, señor presidente, que hoy es un día de dolor, pero también de heroísmo, porque en el mismo momento en el que se ocupaba esta casa, en Laureles y Tellier, en el corazón de La Teja, la clase obrera tomaba su decisión más heroica, una decisión que se había tomado en el 64 cuando el golpe de Estado a Quadros y a Goulart en Brasil: Si hay dictadura hay huelga.

Hay que ser muy miserable para pensar que no hubo esa noche del 27 de junio una respuesta heroica de los trabajadores y el pueblo, que pagaron como nadie.

Voy a cerrar mi exposición mencionando algo, hace poco me decía la hija de un compañero desaparecido: “No se olviden de los desaparecidos”; pero como la lista es larga –porque son muchas y muchos–, vaya en Ramón Peré y en Walter Medina, asesinados en medio de la huelga general, el orgullo por quienes pusieron la piel para enfrentar al fascismo. 

La expresión “unidad nacional” es polémica, porque yo no sé si puede haber reconciliación posible entre el torturado y el torturador. Lo dudo. Pero lo que no puede haber es reconciliación entre el fascismo y la democracia. Por tanto, un día como hoy es un día para recordar a quienes pusieron la piel y el pellejo, en defensa de la democracia”.

Foto de portada:

Durante el acto de “Vigilia de la Democracia” en el marco del 50º aniversario del golpe de Estado y de la Huelga General en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.

Durante la Asamblea General a 50 años del golpe de Estado de 1973 en el Palacio Legislativo en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.
Homenaje en el Palacio Legislativo a 50 años del Golpe de Estado. Diego Correa Bayarres. EL POPULAR. 
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