UJC
Escuchamos durante años a los partidos de la actual coalición de gobierno despotricar contra la situación de la educación pública, hablaban de crisis, señalaban como culpables no solo a la gestión frenteamplista, sino a los trabajadores y a los estudiantes organizados.
Este gobierno, desde la LUC en adelante, comenzó una llamada “transformación educativa”, cuestionada por absolutamente todos los actores de la educación, desde docentes a expertos. Esta supuesta transformación dice buscar que los estudiantes “aprendan más”, pero en la realidad solo forma mano de obra y elimina horas de aquellas materias que fomentan el pensamiento crítico.
Nadie se atrevería a negar que la educación en nuestro país necesita, desde hace mucho tiempo, ponerle un pienso diferente para que pueda atender los verdaderos problemas. Para esto, es necesario tener claro cuáles son esos problemas, y priorizar solucionar las urgencias por y para la población, no para lo que necesitan los empresarios.
Si le preguntamos a cualquier persona por qué dejó el liceo, probablemente la respuesta sea por trabajo, o por cuidados, y no por la educación en sí misma. Si no atendemos los problemas sociales y económicos que dificultan la permanencia en las instituciones educativas, no hay forma de mejorar la educación.
Si no ampliamos la cobertura educativa en todos los niveles, va a seguir quedando gente afuera. Si no abrimos campus educativos y residencias, si no ampliamos las becas, ser la primera generación de universitarios en la familia va a ser cada vez más difícil. Hay cosas para mejorar en la educación. Pero no es cambiando nombres, escalas de notas o disminuyendo los contenidos para el aprendizaje. Es necesario una educación democrática y democratizadora, integral, pública y para todos y todas.
Para que nadie quede afuera
Desde Jóvenes 1001 tenemos propuestas, para que nadie quede por fuera del sistema educativo. Proponemos ampliar la cobertura educativa en todos los niveles. Desde incrementar la cantidad de CAIF para que abarquen a toda la población en sus primeros años de vida, pasando por la ampliación de jardines públicos, hasta el aumento de escuelas de tiempo completo. Proponemos crear más liceos y UTUs, en particular en bachillerato, para garantizar las distintas opciones a todas las jóvenes, y ampliar las oportunidades terciarias en todo el país (considerando sedes, carreras, grupos y eliminación de cupos).
Hay que crear un sistema nacional de becas. Hoy existen distintos tipos de becas y subsidios que no se encuentran centralizados. Es necesario garantizar una beca de alimentación, vestimenta y materiales a aquellos niños y adolescentes que lo requieran, a la vez que ampliar en monto y cobertura las becas económicas, tanto en educación obligatoria como terciaria. Esto se debe complementar con sistemas de residencias, comedores y transporte.
En nuestro país hay altos niveles de rezago y desvinculación del sistema educativo, y este gobierno inició un proceso de desmantelamiento de la educación nocturna y extra-edad, y su pasaje a la virtualidad, cosa no siempre sostenible para estudiantes. Es fundamental ampliar la cobertura de educación secundaria y terciaria en el turno nocturno, promover mecanismos que favorezcan la cursada y permita compatibilizar con el trabajo de ser necesario. Estos pueden ser, mejorar los espacios de cuidados en las instituciones educativas (para estudiantes con hijos/as pequeños a cargo), un sistema de transporte educativo específico o la adaptabilidad del sistema de transporte público, duplicación de horarios para cursar, ampliación de cupos y disminución de la superpoblación, así como espacios de apoyo.
Ante las propuestas que promueven la desaparición de asignaturas, eliminación de opciones de bachillerato, eliminación de carreras de UTU de la educación científica, técnica, humana y artística, desde Jóvenes 1001 defendemos la educación pública integral, que incorpore los saberes, disciplinas y ciencias y permitan un verdadero aprendizaje. La educación no solo debe ser para incorporarse al mundo del trabajo, sino también hacer carreras para formarse como ciudadanos críticos y conscientes, capaces de analizar y cuestionar el mundo que los rodea.
Es fundamental transitar hacia un proceso de discusión profunda y democrática respecto de nuestro sistema educativo. Revertir los aspectos de la LUC y la “transformación educativa”, que desmantela tradiciones históricas de organización del sistema, que pone en cuestionamiento el carácter de pública, laica y gratuita. La defensa de la libertad de cátedra y la enseñanza, según las opciones pedagógicas y didácticas que se entiendan pertinentes, en función de las necesidades y posibilidades, sin imponer un modelo educativo que viene de afuera y responde a los intereses del mercado.
Desde Jóvenes 1001 consideramos fundamental llegar al 6+1% del PBI para la Educación y la Investigación. Es imprescindible incrementar el presupuesto para hacer lo que planteamos, así como arreglar edificios, disminuir la cantidad de estudiantes por grupo, abastecer de material didáctico, eliminar los cupos en carreras con sorteo o prueba, ampliar cursos y horarios en carreras universitarias, comprar insumos de laboratorio y tecnologías para la investigación y un largo etcétera.
No todos los centros de estudio cuentan con psicólogo, trabajador social, educadores sociales y profesores referentes. Estos son fundamentales para poder atender las necesidades específicas de los estudiantes, el vínculo con los hogares y la comunidad. Nuestro objetivo es contar con al menos un psicólogo en cada institución educativa de educación media, y generar espacios regionales y zonales para el abordaje de las escuelas y jardines. Ante la emergencia en salud mental que vivimos, es necesario trabajar en coordinación entre la Educación y Salud pública en un plan de detección de problemáticas, diagnóstico y derivación para el abordaje de los estudiantes que lo precisen en el centro de salud más cercano a su territorio. También, es fundamental retomar y fortalecer el programa de maestras comunitarias.
Crear la Universidad de Educación, y establecer autonomía y cogobierno para toda la Educación Pública. La educación debe ser un espacio democratizador (que todos podamos acceder y contribuya a formarnos para la democracia) pero también democrática en su organización. La voz de docentes, estudiantes, egresados, funcionarios y la comunidad debe ser considerada, y ser parte de las decisiones, mientras que se debería fomentar la participación de todos en la discusión sobre un tema tan importante. Se debería convocar a los congresos nacionales de educación de forma amplia, participativa y vinculante. Creemos que es fundamental concretar el proyecto de Universidad de la Educación para la formación de educadoras, maestras y profesoras.
La construcción del Uruguay del futuro empieza hoy, con una educación al servicio de las necesidades del país, que forme a ciudadanos con pensamiento crítico, y que permita a todos proyectar sus propios sueños.
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Movilización docente frente a la sede de la ANEP en Montevideo contra la transformación educativa. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS.