Los servicios de inteligencia de Brasil fallaron al no prever los datos existentes previos a los sucesos del pasado 8 de enero.
Así lo declaró el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien afirmó, según consignó Sputnik, que la «invasión» a los edificios gubernamentales no se había llevado por «ningún analfabeto político».
«Era gente que lo preparó durante mucho tiempo», subrayó, al tiempo que agregó que los asaltantes; «no tuvieron la valentía de hacerlo durante la toma de posesión».
«En realidad», reconoció, «cometimos un error que diría que es básico: mi servicio de inteligencia no existió«.
Las declaraciones del mandatario brasileño se produjeron durante una entrevista con la cadena Globonews y en la misma Lula «recordó que cuando ocurrió el asalto a las instituciones en Brasilia, él estaba de viaje en el interior del estado de São Paulo».
Este viaje, aclaró, se produce luego de haber recibido información «de que estaba todo tranquilo», ya que se reportño que apenas habían 150 personas en el campamento golpista y se le aseguró que «las autoridades no permitirían la entrada de más autobuses» a Brasilia.
«Tenemos la inteligencia del Gabinete de Seguridad Institucional, de la Agencia Brasileña de Inteligencia, del Ejército, de la Marina, de la Aeronáutica, y la verdad es que ninguna sirvió para avisar al presidente de la República de que podría haber pasado eso», criticó Lula.
Lula insistió que la visita a las región afectada por inundaciones en São Paulo se realizó «porque nadie le había avisado de la situación que se estaba fraguando en la ciudad».
«Si el viernes hubiese sabido que vendrían 8.000 personas aquí no habría salido de Brasilia, salí porque estaba todo tranquilo», reforzó.
Para el mandatario, los datos que vienen emergiendo, a partir de las pesquisas que se realizan señalan como una certeza la connivencia de parte de la Policía Militar de Brasilia y las Fuerzas Armadas, quiens, al decir del mandatario, «facilitaron que los manifestantes invadieran el palacio presidencial, el Congreso Nacional y el Tribunal Supremo Federal».
Al referirse a «la participación indirecta de los militares» en los hechos, Lula aseveró que se castigaría a todos los implicados.
«Todos los que participaron en el acto golpista serán castigados; todos, no importa la patente (…) tendrán que ser apartados de sus funciones y responderán ante la ley», declaró.
Para el lider brasileño resulta muy importante que se entienda que las Fuerzas Armadas no deben politizarse y en ese sentido racalcó «que el Ejército no es de Lula, de Bolsonaro o de cualquier otro expresidente, sino que se trata de una institución del Estado que no puede tener preferencias políticas».
