Relator Especial de Naciones Unidas expresa alarma por situación de los derechos humanos en Afganistán

El relator especial de Naciones Unidas para Afganistán, Richard Bennett afirmó en rueda de prensa en Kabul que el país “enfrenta una gama de desafíos de derechos humanos que impactan gravemente a la población”.

Las declaraciones del representante de Naciones Unidas se producen al término de una visita de 11 días por parte del relator especial.

Bennett señaló, consigna el portal de noticias del organismo internacional, que las actuales autoridades del gobierno talibán “no han reconocido ni abordado la magnitud de los abusos de las garantías fundamentales, muchos de los cuales se cometen por su causa”.

“Los talibanes se encuentran frente a una encrucijada: o la sociedad se vuelve más estable y todos los afganos disfrutan de la libertad y los derechos humanos, o se torna cada vez más restrictiva”, afirmó.

Para el representante, estas inestabilidades pueden minimizarse, por ejemplo, si “se reabrieran urgentemente las escuelas secundarias para niñas, se estableciera una administración inclusiva y representativa de todos los segmentos de la sociedad afgana, y se proporcionara una plataforma para el diálogo y la reparación”.

Se trata, agregó, de medidas que permiten avanzar hacia una reducción del sufrimiento

En el curso de su visita Bennett mantuvo contactos e intercambios con las autoridades gubernamentales, así como con “representantes de la sociedad civil, mujeres defensoras de los derechos humanos, así como con periodistas, víctimas de violaciones de derechos humanos, personas con discapacidades y miembros del poder judicial”.

La presencia del relator especial fruto de una invitación de las autoridades talibanes, permitió que el enviado de la ONU accediera a todo el territorio, llegando a visitar escuelas, hospitales y prisiones.

La invitación recibida, expresó Bennett, “es muestra de un compromiso para garantizar que haya un monitoreo transparente”, quien resaltó cómo desde el ascenso del nuevo gobierno, las “hostilidades armadas habían cesado en muchas partes del país”.

El enviado del organismo internacional reconoció que “la amnistía general a funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno anterior (…) podría ser un primer paso hacia la reconciliación”, sin embargo, alertó sobre denuncias recibidas respecto a la realización de “ejecuciones extrajudiciales y por venganza de ex integrantes de esas fuerzas y ex servidores públicos, al igual que las búsquedas a domicilio de ciertas personas”.

Bennet instó a la comunidad internacional para que mantenga el apoyo a los afganos en medio de una crisis de recursos y alimentos, así como, a velar para que se garantice la distribución equitativa de las ayudas.

“Los gobiernos”, recalcó, “también deben asegurarse de que la implementación de sanciones no obstaculice sustancialmente la provisión de servicios públicos esenciales”.

Para el relator especial, el país se encuentra gobernado por el miedo y ello, evaluó, es consecuencia de “las políticas de las autoridades de facto y su intención de tener un control absoluto” de la vida social.

Con relación a la situación de las mujeres, Bennet insistió en la preocupación que genera “la eliminación de las mujeres de la vida pública”, ejemplificando esto con “la suspensión de la educación secundaria de las niñas, las barreras para el empleo, la imposición del hiyab y las limitaciones a la libertad de movimiento, asociación y expresión”.

“Pido a las autoridades de facto que revoquen de inmediato las políticas y directivas que afectan negativamente a las mujeres, y que den prioridad a los derechos de las mujeres y las niñas a una participación igualitaria en la educación, el empleo y todos los demás aspectos de la vida pública”, recalcó el relator especial.

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