Rusia ha anunciado que evaluará romper relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea (UE) si se produce la confiscación de sus activos diplomáticos nacionales.
La información fue proporcionada por el ministro ruso de Finanzas, Antón Siluánov, quien explicó “que cuando esos países decidieron confiscar las reservas congeladas, la cartera de Finanzas de Moscú manifestó su disposición de comprar los saldos de las cuentas bloqueadas del Banco de Rusia para pagar a los inversores con ellos, pero nos dijeron que no”, consignó Prensa Latina (PL).
En ese mismo sentido señaló que, en caso que se pretenda bloquear otros activos nacionales en el extranjero y confiscarlos, el país no podrá disponer de otros activos, salvo los “activos oficiales que tienen inmunidad diplomática”.
Por ello, recalcó, si se confiscan dichos activos, ello equivaldría “a una ruptura de relaciones diplomáticas” y por tanto a “un conflicto directo”.
En ese caso, agregó, Rusia respondería “saliendo del campo legal”, informó PL citando a la agencia de noticias TASS.
El alto funcionario ruso aclaró que “el hecho de que su país deje de pagar eurobonos en moneda extranjera y pase a usar rublos, no significa que se declare en quiebra respecto a su deuda externa”.
Especificó, además, que Rusia no dejará de cumplir “sus compromisos en materia de valores públicos y como prestatario responsable” y para ello realiza “todo lo posible para que los fondos lleguen de manera integra a todos los inversores”.
“Las contrapartes extranjeras se niegan a realizar pagos en moneda de otros países, lo que constituye una circunstancia de fuerza mayor para nosotros. Y solo por esta razón estamos pasando a realizar los pagos en rublos”, subrayó el titular de Economía.
Para Siluánov, no hay razones para suponer “que el cambio de la moneda de pago de la deuda rusa represente un cumplimiento inadecuado de los compromisos” contraídos por el país y aseguró que dicho cambio responde a las negativas “de las contrapartes extranjeras a transferir pagos en moneda extranjera”.