“Los trabajadores de la industria pesquera vienen sufriendo sistemáticamente del lockout patronal, previo a cualquier tipo de negociación en el marco de las relaciones laborales”, afirmó la central sindical en dicho comunicado.
A juicio de la Mesa Representativa, “prácticamente se configura una monopolización del sector”, concentrado en “dos empresarios”.
Del mismo modo, con respecto a la flota se señaló que se trata de una “flota añeja que ronda los 50 años”, por lo que se afecta la operativa de trabajo.
“Desde principios del año el 80% de la flota estuvo inactiva y actualmente se está en un 50% (…) situación que conlleva a un desempleo brutal entre los trabajadores del sector”.
El comunicado denunció que “la especulación de las cámaras empresariales en base a los mercados internacionales y sobre el valor de los productos, es un factor que determina la intencionalidad de delimitar una zafralidad, cuestión que perjudica abiertamente a los trabajadores de la pesca”.
Además de estas apreciaciones, se denunció que de forma paralela “han implementado un cambio en la de forma de ingreso” a la profesión, “por intermedio de las habilitaciones de embarque por parte de las empresas privadas, situación que las beneficia por la necesidad de trabajo”.
Esto genera, agrega el comunicado, “falsas expectativas” y estimula “la rebaja salarial y la pérdida de derechos conquistados por los trabajadores”.
En entrevista concedida al portal Izquierda Socialista de los Trabajadores, Alexis Pintos dirigente del SUNTMA (sector embarque) describió la situación en los términos siguientes: “estamos atravesando una situación muy complicada. Los empresarios vienen aplicando de forma sistemática lockout patronal. ¿Qué significa esto? que cada vez que los trabajadores concurrimos a negociar un nuevo convenio colectivo, estas patronales intencionalmente paran todas sus embarcaciones”.
Para el dirigente sindical, “esa es la forma de obtener mediante un método hambreador y persistente, una rebaja continua de nuestros salarios; y por el otro, un aumento de sus ya enormes ganancias”.
Pintos señaló que “los dueños de estas embarcaciones son todos empresarios nacionales” y que lo que se observa, “es una monopolización del puerto, con dos patronales que tienen la mayoría de la flota pesquera”.
Como ejemplo de esto describió que “uno de estos grandes empresarios tiene dos barcos parados desde el mes de noviembre, donde ya veníamos de un largo conflicto por el tema de la descarga. Al día de hoy solo un 50% de la flota está operando, por eso tenemos un gran nivel de desocupación y con ello toda la problemática y angustia que acarrea el no tener trabajo”.
Consultado sobre el salario y las condiciones sobre las cuales se calcula el mismo, el representante de los trabajadores señaló:
“Nuestro sueldo, nuestro salario, se cobra en base a las toneladas de pescado que se capturan. Eso significa que los trabajadores no somos un costo fijo para el empresario, cobramos solamente de acuerdo al volumen de captura. Si el barco no captura, no tiene pesca, nosotros no cobramos, pero igual realizamos la tarea”.
Agregó que, aunque tenían cobertura de Seguridad Social, se veían obligados a “tener un control persistente” ya que, “estos empresarios son unos verdaderos piratas”.
En su descripción del trabajo en el sector de embarque señaló: “dentro del sector pesca pertenecemos al embarcado (quienes salimos al mar), después viene el sector de carga y descarga y después las plantas procesadoras”.
En el caso de los “dos últimos sectores son los que están más afectados a nivel salarial”.
Pintos recordó que, con anterioridad al conflicto del sector carga, «en el 2020 los trabajadores del sector rondaban los 30 mil pesos mensuales, pero mediante todas las artimañas que tuvieron, entre las patronales y el Ministerio nos aplicaron una rebaja salarial (…) las plantas procesadoras, son aún de más bajos ingresos, son el sector económicamente más jodido” recalcó.
Estableciendo una comparación entre los intereses de los empresarios y el de los trabajadores, Pintos señaló que lo que les importa a los trabajadores es “trabajar todo el año”, mientras que, “los empresarios viven de la especulación con los precios internacionales y nos mantienen de forma zafral”.
“Nuestro reclamo es trabajar todo el año, porque los trabajadores y nuestras familias debemos comer todo el año. Y en medio de este lockout patronal estamos pidiendo que se otorgue un subsidio. Hay compañeros que no tienen seguro de paro, debido a la falta de salidas al mar que impone la patronal y por una flota de embarcaciones viejas que rondan los 60 años de antigüedad. Frente a esto pedimos un subsidio por enero, febrero y marzo, hasta tanto toda la flota no se haga a la mar y se regularice todo”.
Los trabajadores ya han mantenido reuniones con el ministro de Trabajo y diferentes actores, a quienes se les ha solicitado que se trabaje para la reanudación total de la actividad en el sector.
“Ya hemos reclamado a todas las autoridades de gobierno (…) que los trabajadores tengamos un lugar de discusión donde se decida que se va a hacer con el sector de la pesca. Si no esto de las no salidas al mar, sea por especulación o conveniencia patronal, se seguirá repitiendo. Queremos decidir cuál va a ser el futuro de la industria y los trabajadores”, demandó el dirigente sindical.
En otra parte de sus declaraciones Pintos hizo referencia a lo que define como “la mercantilización de la educación y la industria pesquera”.
“Para ingresar a esta actividad nosotros tenemos un permiso de embarque (grumete), que se realizaba solamente a través de la Escuela Marítima de la UTU. Nosotros defendemos la UTU donde hay un curso de 10 semanas, que son gratuitos y cualquier hijo de trabajador puede hacerlo y está al alcance de hacerlo”.
Sin embargo, denuncia, “desde 2010 hay una empresa, dirigida por un Capitán de la Armada, que cobra 650 dólares por un curso. El mismo dura 5 días, no es presencial y ni siquiera hay una prueba de piscina. Y decimos esto porque lo mínimo que hay que saber si uno debe subir a trabajar a un barco es nadar. Esta situación la venimos denunciando hace mucho tiempo”.
Finalmente, el dirigente denunció lo que denomina “sobrepoblación de tripulantes”, un efecto directo de la mercantilización que describía:
“En las condiciones que se encuentra nuestro sector, existen unos 600 puestos de trabajo. La mercantilización y la situación del sector pesca hace que hoy exista una sobrepoblación de tripulantes (…) en realidad la patronal tiene la mitad de esos puestos de trabajo en el sector de embarque. Nosotros tenemos cerca de 1600 afiliados, esta situación de falta de trabajo lamentablemente ha generado incluso episodios de violencia. Por eso nuestro reclamo urgente, es la solución a nuestras demandas de empleo permanente todo el año y de un subsidio de emergencia” enfatizó.