“Justo cuando nuestros esfuerzos parecen estar despegando, África se está encontrando vientos de frente. Los movimientos de algunos países a nivel global para introducir dosis de refuerzo amenazan la promesa de un mañana mejor para África”, denunció la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la decisión de los países más desarrollados de incluir una tercera dosis en sus esquemas de vacunación, constituyen una “burla” a los propósitos de un acceso global y equitativo a la inmunización y son un claro ejemplo de acaparamiento que perjudica, en particular al continente africano.
“Al acaparar vacunas, algunos países ricos hacen, francamente, una burla de la equidad vacunal”, denunció enfáticamente la representante regional de la OMS para África.
El continente africano, que se encuentra hoy enfrentando una tercera ola producida por la variante Delta, tiene apenas a 1.200 millones de personas con la pauta completa de la vacunación, una cifra que representa apenas el 1,85% de toda la población del continente.
Afectados por estas inequidades, las autoridades sanitarias africanas no han abandonado su optimismo luego que, en las últimas semanas, se produjera un cambio de ritmo en el proceso de vacunación.
Este impulso ha sido posible por el “incremento en la recepción de vacunas con cargamentos comprados de forma colectiva por la Unión Africana y también de la plataforma Covax, impulsada por la OMS”, consigna Página 12.
Si este ritmo se mantiene, afirmó la funcionaria de la OMS, “la meta de vacunar a al menos a un 30 por ciento de la población africana para finales de este año está aún al alcance”.
La cifra, aunque importante para el continente, es claramente inferior a la de otras regiones, donde se observa que más de la mitad de la población ya ha sido vacunada con dos dosis y comenzaron a dar un refuerzo para prevenir la extensión de la variante Delta.
Moeti expresó, según el medio de prensa argentino, “que espera que, con suerte, esas dosis extras no salgan de las existencias que los países desarrollados prometieron donar”, al tiempo que señaló su preocupación “por el impacto negativo que una nueva ola de demanda podría tener en los suministros para las naciones más vulnerables”.
“Mientras el acceso limitado a las vacunas continúe en África, compartimos el riesgo globalmente de generación de más variantes que podrían deshacer los beneficios de poner dosis de refuerzo”, recalcó Moeti.
Hasta la fecha, África acumula algo más de 7,3 millones de casos de covid-19 con 186.367 fallecimientos.