Daniel Olesker
Un balance de los tres años de este gobierno muestra que todas su acción económica y social transitó por dos grandes objetivos: la concentración de la riqueza y la desestatización.
La Ley de Urgente Consideración, el presupuesto quinquenal y sus respectivas rendiciones de cuentas, la política salarial y como veremos al final la ley de seguridad social son parte sustancial de este modelo concentrador y de estado ausente.
La producción de riqueza
Cuando se analiza la riqueza del país nos encontramos que, luego de la caída de 2020, el PBI se recupera estando al final de 2022 (con estimaciones para este año 2022) 3,5% por encima del año 2019.
Este mayor crecimiento se da en todas las ramas de actividad. Un caso particular que analizo aquí es la actividad industrial, donde el volumen físico producido, es decir la producción real creció de manera muy relevante, en torno al 11% desde 2019. Prácticamente todas las ramas de actividad crecieron en estos tres años acumulados.
El mayor empuje se dio en el mercado externo, ya que el mercado interno estuvo más amortiguado por el hecho de que, como veremos más adelante, los ingresos de la población cayeron.
Desde el punto de vista exportador el cuadro muestra un importante crecimiento general y de los principales rubros de exportación entre 2019 y 2022. Dicho crecimiento se mantiene este año 2022 superando al año 2021.
Finalmente es necesario abordar el destino de la riqueza creada y un elemento importante de este análisis se refiere al aumento de los depósitos bancarios.
Si tomamos en cuenta las cuentas con depósitos mayores a 250 mil dólares, el aumento de dichos depósitos en el exterior entre diciembre de 2019 y junio de 2022 fue de 3,729 millones de dólares. En el caso de los depósitos en los bancos en el país, para ese mismo periodo, en las cuentas de más de 250 mil dólares, el aumento fue de 6.186 millones de dólares. O sea, en total aquí y en el exterior casi 10 mil millones de dólares. Es decir, una gran parte de las ganancias del capital generadas en este periodo no fueron a la reinversión productiva, sino se colocaron en el sistema financiero tanto dentro como fuera del país.
Es evidente que esa transferencia al capital no ha sido para pequeñas y medianas empresas que no han crecido y además les afecta el deterioro del mercado interno por la caída de salarios y jubilaciones, sino para las grandes empresas del capital concentrado en agroindustria, comercio y finanzas tal como muestran los datos de la exportación, el crecimiento industrial y depósitos en bancos de Uruguay y del exterior de las cuentas grandes.
Los salarios
Esta mirada de la producción que nos muestra que la economía uruguaya está creciendo, no se condice con la mejora de las condiciones de vida de la población,
Mientras el PBI, como ya dije en el punto anterior, creció en relación a 2019, los salarios han caído 3,7% y el empleo apenas ha recuperado el nivel de 2019.
Si tomamos tan solo el año 2022 con respecto a 2021, en donde la estimación de crecimiento del PBI es mayor a 5%, los salarios vuelven a caer por tercer año consecutivo.
Por ello es importante el concepto de masa salarial. La masa salarial se define como el ingreso que recibe la clase trabajadora que surge de multiplicar el nivel de empleo por el promedio salarial. Y luego al comparar esa masa salarial con el PBI, nos habla de la participación de la clase trabajadora en la riqueza nacional.
Entre 2019 y 2022 la participación de la masa salarial en la riqueza nacional se redujo en 6,5%. Solo para 2022 ello significó una transferencia del trabajo al capital de 1.000 millones de dólares.
Empleo
Si comparamos el promedio 2022 con el promedio 2021, hay un crecimiento del empleo del orden de 40 mil empleos.
Sin embargo, entre diciembre de 2022 y diciembre de 2021 prácticamente no hay aumento del empleo.
¿A qué se debe esta diferencia tan significativa cuando se compara promedios con “punta a punta”?
La razón es que en el promedio 2021 está incorporado el magro resultado del primer semestre del año que estuvo signado por el incremento del impacto de la pandemia,
Las causas de este aumento del empleo son variadas.
La primera es que se hizo sobre la base de reducir los salarios. Es decir, en un proceso de crecimiento de la ganancia del capital. Se recupera empleo a costa de reducir los salarios.
La segunda es que una parte de ese empleo creado se debió a los jornales solidarios (política pública que se estima influyó un tercio de la creación de empleo) y otra parte en obras de infraestructura cuya definición viene desde tiempo atrás (UPM 2 y las obras del tren) y que tienen tiempo de finalización entre estos días y los primeros meses de 2023.
La tercera es que, aun recuperando los empleos perdidos, su ritmo de crecimiento es inferior al del producto y por ende se crea una brecha entre crecimiento económico y creación de empleo.
En el primer semestre de 2021 los ocupados promedio no llegaban a un millón seiscientos mil. Rápidamente se recuperan en el segundo semestre. En 2022 caen en relación a diciembre de 2021, hasta que al final se recuperan en los últimos tres meses.
Por ello el promedio 2022 queda bastante por encima de 2021, pero en cambio al final del año tenemos casi los mismos empleos que a final de 2021.
Los datos por sexo nos muestran la persistencia de brechas relevantes en perjuicio de las mujeres tanto en el nivel de actividad (personas que ingresan al mercado de trabajo), en el nivel de empleo (ocupados) y desocupados.
Los datos por edad muestran el alto nivel de desempleo que afecta a los jóvenes hasta 29 años en comparación con la media nacional.
Los datos por raza muestran el mayor desempleo y la mayor informalidad en las personas de raza negra.
En los datos por nivel educativo vemos la correlación entre mayor desempleo y nivel educativo, más aún, tomando en cuenta que a menor nivel educativo hay menor participación en la búsqueda de trabajo y junto a ello una mayor tasa de desempleo.
O sea, todas las brechas persisten más allá de la mejora de empleo de 2022 respecto al 2020.
El gasto público
Durante estos años el gobierno realizó una reducción del gasto público muy importante: 450 millones de dólares fue el ahorro acumulado en 2020 y 2021, respecto al gasto realizado en 2019 y esa tendencia continua en 2022, aun cuando no están cerrados los datos.
Los principales sectores golpeados presupuestalmente fueron: ANEP, UDELAR, ASSE, Fondo Nacional de Vivienda, INAU y Poder Judicial.
Es decir, el ajuste fiscal que permitió la reducción del déficit se basó en la reducción de salarios y del gasto en las políticas sociales universales.
La pobreza
Los datos del aumento de la pobreza del primer semestre (aún no está la información anual) nos dicen que respecto a 2019 la pobreza ha aumentado en 78 mil personas más y también aumentó respecto a 2021.
En este último caso es particularmente importante el aumento en niños de 0 a 6 años, cuya tasa pasó de 16,1 a 22,5%.
Es claro que eso tiene que ver con la dinámica de empleo e ingresos de sus padres, ya que las caídas del empleo y los salarios pegaron más fuerte en los jóvenes y por ende en los hogares con hijos chicos.
Las diferencias territoriales
Un análisis interesante es cruzar las informaciones de desempleo, informalidad y pobreza por departamento en el interior del país y por Municipio en Montevideo.
Pues es verdad que la informalidad ha bajado de 25 a 21% en estos tres años, pero ello es producto de una gran baja (llego a 12%) en Montevideo y en el interior rural (creció 16%) y más débil en el interior urbano (creció 11%).
Es claro que hay una fuerte heterogeneidad territorial a nivel de departamentos y dentro de Montevideo a nivel de Municipios.
Los cuadros siguientes muestra una tipología de departamentos con cuatro categorías que definen una gravedad diferenciada.
El resultado a nivel departamental es la mayor gravedad acumulada en los departamentos del norte, con peso relevante de las fronteras, en particular con Argentina.
Los cuadros 1 y 2 nos muestran esos datos. Primero por Departamento, segundo por Municipio en Montevideo.
La seguridad social
Algunas consideraciones sobre el proyecto de Seguridad Social presentado por el gobierno y en discusión en el Parlamento que vale en un balance de tres años por su consistencia con el modelo concentrador y de Estado Ausente y porque fija un camino futuro en la misma dirección.
Solo a modo de resumen 5 consideraciones.
1.Lo que la reforma no tiene en cuenta. Solo ajusta gastos y no tiene en cuenta la posibilidad de aumentar ingresos.
2. ¿Qué debería discutirse en materia de ingresos? Al menos cuatro elementos.
Primero, la relación entre aportes patronales y personales. En Uruguay los aportes patronales son la mitad que los personales (7,5% sobre 15%) cuando la OIT recomienda que sean al menos iguales, como ocurre en la mayor parte del mundo. Cada punto de aportes patronales significa 124 millones de dólares, o sea es un tema clave.
Segundo, no propone cambios en el aporte patronal rural que se hace por un sistema diferente (las empresas rurales aportan por las hectáreas explotadas y no por la masa salarial pagada). En promedio los patrones rurales aportan solo 2% de su masa salarial, en lugar del 7,5% promedio a nivel patronal, ya bajo como hemos sostenido.
Tercero, no propone nada sobre el profuso sistema de exoneraciones en particular de las grandes empresas que significan una renuncia fiscal muy importante.
Cuarto, nada dice de aportes adicionales de las grandes riquezas a través de contribuciones tributarias generales.
3.Sobre las jubilaciones propiamente dichas.
La síntesis de este proyecto es: Trabajar más para ganar menos.
Ello es claro por las siguientes razones: El aumento de la edad de retiro, indiscriminado sin tener en cuenta las especificidades por tipo de trabajo, por sector social o por género. Y además se puede modificar cada 5 años, pero nunca por debajo de 65. Es claro que los sectores más pobres, con peores condiciones de vivienda, menores niveles educativos, tienen menos esperanza de vida, menos años de vida saludables y mayores dificultades para mantenerse en el trabajo después de los 60 años.
El aumento de los años para obtener el promedio de ingresos pasa de 20 a 25, lo cual hace que se agreguen años en los que, los salarios eran menores o pertenecían a categorías laborales más bajas.
4.Sobre las pensiones. La reforma en las pensiones es de aplicación inmediata, luego de publicada la ley de reforma. Un ejemplo es la pensión de viudez vitalicia, la que para obtenerla se aumentan 15 años, pasando de los 35 actuales con hijos, a 50 años. Además, se incorporan en la reforma nuevas exigencias. Se debe demostrar dependencia e interdependencia económica y se exige también, que la persona fallecida que genera la pensión para familiares deberá tener por lo menos 2 años reconocidos de trabajo y 6 meses previos inmediatos.
5.El negocio de las AFAPs. Y esta reforma amplía el negocio de la capitalización individual a toda la población, ya que se hace universal y obligatorio el régimen mixto para todas las otras cajas no incluidas desde 1996, y en el caso de BPS también es obligatorio cualquiera sea el salario de las personas. También irán a cuentas individuales en AFAPs otros ingresos, como por ejemplo los aportes voluntarios y complementarios que se promueven en el Proyecto de Ley; los descuentos de IVA por consumo por pago con tarjeta; los aportes de actividad en los casos de compatibilidad de trabajo y jubilación, entre otros. Es una reforma que aumenta notoriamente el negocio del capital privado.
En síntesis, son tres años que nos muestran un gobierno de clase, para ricos, que perjudica a la clase trabajadora y sus familias.
Foto de portada:
Marcha realizada el año pasado organizada por la Coordinadora de Ollas Populares en reclamo de una respuesta del Estado. Foto: Daniel Rodriguez /adhocFOTOS.