«No habrá concesiones, ni adornos, ni trucos basados en intereses locales o de corto plazo. [Debemos] asegurarnos que la implementación no tenga desviaciones, compromisos ni distorsiones», enfatizó el presidente Xi Jinping, al finalizar una reunión de la Comisión Central de Control Disciplinario (CCDI) del Partido Comunista de China.
Durante la reunión, llevada a cabo este martes en Pekín, el presidente chino “exigió al organismo que adopte un enfoque de tolerancia cero frente a la corrupción y se asegure de seguir de cerca las decisiones políticas del gobierno”, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Al referirse a la campaña anticorrupción que desde hace 10 años lleva adelante el país, el mandatario recalcó los logros de la misma y los calificó como “históricos e innovadores», ya que ha sido posible el control de “ciertas tendencias nocivas que no se habían controlado durante mucho tiempo”, con ello, agregó, no solo “se han solucionado muchos problemas», sino que ha sido posible eliminar “de raíz graves peligros potenciales para el partido, el país y las fuerzas armadas».
A pesar de todo lo que se ha avanzado en esta dirección, Xi Jinping insistió que la lucha contra la corrupción no estaba ni terminada ni ganada, por lo que, “los investigadores anticorrupción debían intensificar sus acciones, ya que la corrupción resulta cada vez más difícil de detectar”.
«Aún queda un largo camino por recorrer para evitar que todo tipo de grupos de interés converjan y corrompan a nuestros funcionarios», señaló Xi, quien reclamó a la CCDI “que fortalezca la supervisión política de los funcionarios locales”, como una forma de garantizar que la lucha contra la corrupción sea «completa, precisa e integral».
