Como cada 3 de junio centenares de mujeres marcharon por 18 de Julio hasta la Explanada de la Intendencia en señal de protesta y denuncia por el aumento de femicidios y las situaciones de inseguridad que viven las mujeres.
La movilización, conocida como #NiUnaMenos, se originó en el año 2015 en Argentina como estrategia de denuncia contra de los femicidios estimulados y fomentados por un sistema que no solo produce desigualdades, sino que, por su carácter patriarcal, hace posible que se perpetúe la violencia de género.
Para el movimiento “decir Ni Una Menos no es, un ruego ni un pedido. Es plantarse de cara a lo que no queremos: ni una víctima más (…) es enunciar a la vez que nos queremos vivas, íntegras, autónomas, soberanas (…) Decir Ni Una Menos es tejer una trama de resistencia y solidaridad; es el patriarcado el que inventa el guión de la rivalidad entre mujeres, del pánico moral frente a quienes no se reconocen ni varones ni mujeres tal como pretende modelarnos este sistema que asfixia. Son las redes de afecto que también son políticas las que nos permiten hacer visibles las opresiones, salir del círculo de la violencia, empoderarnos para vivir las vidas que queremos vivir”.