El Frente Popular para la Liberación de Palestina emitió un comunicado donde expresa su crítica a la Declaración sobre la Cumbre Árabe-Islámica
Para la organización, “los resultados de la cumbre árabe-islámica”no estuvieron “a la altura de la magnitud de la guerra genocida y no han permitido detener la agresión debido a la debilidad de algunos regímenes”.
La Cumbre Árabe-Islámica, celebrada el sábado en Riad, no acordó “decisiones vinculantes y urgentes para detener el genocidio sionista en curso en la Franja de Gaza” y “su declaración final no estuvo a la altura de los sacrificios y crímenes en curso, debido a la debilidad de algunos regímenes árabes, en particular los del Golfo”.
Algunos de estos regímenes, se lee en el documento, “trataron de ocultar los resultados de la cumbre y evitaron deliberadamente adoptar posiciones audaces para poner fin a la agresión, debido a sus posiciones débiles y a su sumisión a la administración estadounidense, para preservar sus tronos y sus intereses ante la entidad sionista y la administración estadounidense”.
En su comunicado el Frente Popular Palestino reconoce las “posiciones claras, firmes y decisivas expresadas por las palabras de algunos países que participaron en la Cumbre, que fueron más allá de las posiciones verbales y se convirtieron en posiciones serias y prácticas”.
Sin embargo, se añade, “la declaración final fue hecha a la medida para algunos regímenes como el Reino de Arabia Saudita y sus partidarios, que tomaron sobre ellos no tomar decisiones serias para imponer a la ocupación poner fin a la agresión”.
Para estos gobiernos, “los crímenes y masacres sionistas sin precedentes no los han conmovido ni los han llevado a abandonar sus posiciones débiles y su estado de incapacidad, adoptando una posición totalmente alineada con los Estados Unidos”.
“La declaración final de la cumbre”, se reitera, “en lugar de tomar decisiones vinculantes para detener la agresión, utilizó un lenguaje condenando los crímenes sionistas, cuando debería haber decidido medidas prácticas para romper el asedio y abrir el paso de Rafah, y para forzar la entrada de ayuda a la Franja de Gaza a pesar de la ocupación”.
Para la organización palestina “era necesario utilizar las capacidades de la nación, como el arma del petróleo, como una herramienta importante para ejercer presión sobre la entidad y Occidente. Su posición de boicot de las exportaciones de armas y municiones al enemigo era insuficiente; también debería haberlo boicoteado política y económicamente, expulsar a sus embajadores de nuestras tierras árabes e islámicas y anular los acuerdos de paz y los tratados con esta entidad criminal”.
Finalmente, en el comunicado se exhorta “a las masas árabes e islámicas y a los pueblos libres del mundo a que continúen sus manifestaciones masivas en todas las plazas árabes y mundiales, denunciando y rechazando la agresión y el sesgo de los países occidentales hacia el enemigo”.