PIT-CNT convocó a un paro parcial con movilización el 15 de noviembre con la consigna: “Que no te roben el futuro. Contra la reforma jubilatoria y el modelo de desigualdad”.
Al cierre de nuestra edición la Mesa Representativa del PIT-CNT aprobó un paro parcial con movilización para el 15 de noviembre en rechazo a la reforma jubilatoria presentada por el gobierno y la coalición de derecha.
EL POPULAR dialogó con Enrique Méndez, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea y secretario de Organización del PIT-CNT, para conocer los detalles de la medida aprobada.
-La Mesa Representativa del PIT-CNT acaba de decidir un paro para el 15 de noviembre: ¿Cuáles son las características del mismo?
Se resolvió una movilización en rechazo a la Reforma Jubilatoria que está presentando la coalición de derecha en el gobierno, la cual el PIT-CNT ha rechazado. Esta reforma jubilatoria está en el marco de un proyecto de país que produce desigualdad, de ajuste, de recortes, que favorecen a unos pocos. El 15 realizaremos un paro parcial de 9 a 13 horas. A nivel de zona metropolitana se hará una movilización con concentración en la Explanada de la Universidad y desde allí se marchará hacia el Palacio Legislativo, por Fernández Crespo. Este paro tendrá una expresión de movilización en cada uno de los departamentos del país con las diferentes actividades que organizarán nuestros Plenarios Intersindicales. La consigna del paro es: “Que no te roben el futuro. Contra la reforma jubilatoria y el modelo de desigualdad”.
-¿Cuáles son los principales fundamentos del rechazo del PIT-CNT a la reforma jubilatoria presentada por el gobierno?
Como señalaba hacia un momento en primer lugar porque está inscripta en un modelo de desigualdad. Estamos ante un modelo que favorece el proceso de concentración y acumulación de capital en pocas manos. Un modelo que permitió que una minoría de la clase empresarial tenga 40 mil millones de dólares en sus cuentas bancarias, que las exportaciones tengan un crecimiento, si comparamos el momento en el que estamos parados con relación al 2019, de 57%. Esto se da al mismo tiempo que caen las jubilaciones, los salarios, se recortó el presupuesto en salud, vivienda y educación. En la cara más terrible de esta desigualdad miles de uruguayas y uruguayos han tenido que buscar respuestas en la solidaridad organizada, para acceder a un plato de comida. Las ollas populares brindan más de 1.200.000 platos de comida por mes. El gobierno no da respuestas y eso es lo que permite que miles de uruguayas y uruguayos accedan a un plato de comida.
A eso tenemos que sumar una reforma de la educación hecha de espaldas a las y los docentes y maestros y a los estudiantes. O la reforma de la Ley de Negociación Colectiva que pretende cambiar las reglas de juego que han permitido mejorar las condiciones de vida de la mayoría del pueblo trabajador. Esta reforma de la Ley de Negociación colectiva pretende impactar de forma negativa a la organización sindical que es la columna vertebral de la defensa de los derechos del pueblo. Este proyecto de ley que está en el Parlamento termina impactando en las conquistas que, a través de la negociación colectiva, se lograron para el 100% de las y los trabajadores. Porque las conquistas de los Consejos de Salarios y la negociación colectiva alcanzan al 100% de los trabajadores, estén o no afiliados a su sindicato.
En ese marco es que ahora adquiere prioridad la reforma jubilatoria.
-Claramente es importante señalar que la reforma jubilatoria es parte de un proyecto de país que provoca desigualdad, pero, ¿cuáles son los cuestionamientos específicos del PIT-CNT al proyecto del gobierno?
Es una reforma jubilatoria que nada tiene de reforma de la seguridad social. Es una reforma de jubilaciones y pensiones. Nada tiene que ver, o no contempla nada, del tema que se puso como argumento central de la necesidad de una reforma de la seguridad social, que es el financiamiento. Tampoco resuelve las inequidades de las diferentes Cajas que existen con respecto al BPS. El BPS es un gran paraguas que no solo paga las jubilaciones y pensiones de la inmensa mayoría de las y los uruguayos, también atiende las cuestiones del desempleo, el seguro por enfermedad, las cuestiones vinculadas a la atención a la primera infancia, a las inequidades de género, a la discapacidad, a las y los niños desde que nacen.
Pero este proyecto de reforma del gobierno no abarca ni reconoce nada de eso. Lo único que plantea esta reforma es como va a salir del lomo del trabajador y la trabajadora más dinero. Las y los trabajadores se van a jubilar mucho después, van a aportar mucho más y van a cobrar menos jubilación. Esa es la realidad.
Los compañeros del Equipo de Representación de los Trabajadores en el Directorio del BPS hicieron cifras y determinaron que un trabajador o trabajadora, que hoy se jubila con un salario de 60 mil pesos, 30 años de laburo y 60 años de edad, cobraría 36 mil pesos de jubilación; en el sistema nuevo se tendría que jubilar con 65 años de edad y ganaría 28 mil pesos de jubilación.
Esta reforma también tiene un escalón brutal en el pasaje de un sistema a otro por la diferencia de un solo día en la fecha de nacimiento. Por una diferencia de un día en la fecha de nacimiento un trabajador se va tener que jubilar tres años después y con una jubilación con un recorte del entorno del 20%.
Quiero insistir en que esta reforma no atiende el problema que fue señalado como central: el financiamiento. Los sectores que ganaron mucho, que vieron crecer las exportaciones y las ganancias, que acumularon 40 mil millones de dólares en las cuentas bancarias, no aportan más, ni siquiera se plantea eso. Tampoco los sectores que han implementado transformaciones de automatización y han eliminado puestos de trabajo, como los peajes, los cajeros y cajeras en los supermercados, otras automatizaciones en proceso productivos, todos incrementaron las ganancias. Nosotros no estamos contra el avance tecnológico, pero pensamos que debemos ir a la reducción de la jornada laboral y nos preguntamos: ¿Cómo van a aportar estos sectores que ganaron más a la seguridad social? La reforma del gobierno no tiene nada de eso.
Esta reforma, que solo es de jubilaciones y pensiones, no atiende ninguna de las necesidades de la primera infancia, de la discapacidad, de la inequidad de género, de las transformaciones productivas y su impacto.
Esta reforma le otorga al Poder Ejecutivo mayor discrecionalidad, en alrededor de 50 artículos.
Esta reforma beneficia a las AFAPs, en el sistema actual si estabas en un determinado rango salarial no era obligatorio el aporte a las AFAPs. La reforma del gobierno hace que todo el universo de trabajadoras y trabajadores obligatoriamente aporte a las AFAPs. Obliga al 100% de las y los trabajadores uruguayos a estar afiliados a una AFAP. Fortalece este espacio privado de lucro. Esto va claramente en contra de la definición que como PIT-CNT tenemos de ir hacia una seguridad social sin lucro.
Lo que tenemos que preguntarnos es a quién beneficia y a quién perjudica este proyecto de reforma del gobierno. Claramente beneficia a las AFAPs y la especulación financiera, a los grandes beneficiados del crecimiento económico, es decir al gran capital. Y perjudica a las y los trabajadores que, como decíamos, tienen que trabajar más años, aportar más y van a cobrar menos jubilación. Perjudica a las y los trabajadores de hoy y a las de mañana.
Foto de portada:
Enrique Méndez. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS.