20201107 / URUGUAY / Montevideo / Con motivo de su 100 aniversario, el Partido Comunista del Uruguay (PCU) realizó un acto en el Velódromo Municipal. En la foto: Integrantes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) durante el acto del Partido Comunista del Uruguay (PCU) por su 100 aniversario, en el Velódromo Municipal. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

El FA y la juventud uruguaya

Sofía Espillar (*)

Nuestro Frente Amplio, herramienta de construcción histórica y síntesis de la unidad de la izquierda, llega al gobierno nacional por primera vez, allá por el año 2005, con una formulación programática radical y alternativa al modelo de país entonces vigente, que colocó en el centro los intereses de las grandes mayorías del pueblo uruguayo.
El Frente Amplio aparece como la gran fuerza de la renovación y de la esperanza.
El Frente Amplio se constituyó en la columna vertebral del pueblo uruguayo, al decir de Rodney Arismendi.
Veníamos de un país de la desesperanza, donde las oportunidades para la gente de a pie escaseaban, el país de la expulsión, donde se veían partir a muchos jóvenes en busca de un futuro mejor, un futuro que el Uruguay de aquel entonces no les podía brindar, un país, con una profunda crisis económica y con un millón de compatriotas en situación de pobreza.
Este era el Uruguay previo a la llegada de nuestro gobierno nacional frenteamplista.
Las jóvenes uruguayas que nacimos o nos criamos en los gobiernos frenteamplistas, hemos sido parte de las transformaciones históricas que se llevaron adelante en nuestro país, transformaciones que cambiaron la realidad de cientos de miles de jóvenes.
Hablamos de transformaciones que contribuyeron a disminuir la brecha de desigualdad, como el avance en materia de protección social, la negociación colectiva, inversión y construcción de una educación pública de calidad, donde las hijas e hijos de trabajadores también pudiéramos estudiar, algo que pareciera tan básico, pero que no lo era, como el acceso a una salud pública de calidad, el fortalecimiento de las empresas públicas, entre otras.
Transformaciones que se encuentran hoy amenazadas por la arremetida neoliberal.
En el corto plazo se puede identificar claramente su carácter antipopular a través de la Ley de Urgente Consideración, en los recortes presupuestales en las políticas sociales, la vivienda y en especial en la educación, tanto a nivel universitario como en secundaria donde se la camufla a través de una “transformación educativa” que intenta educar jóvenes serviles a las necesidades del capital, sin capacidad crítica y en la reforma jubilatoria, donde se extiende la edad de retiro para trabajar más y cobrar menos.
Esto acompañado de la caída del salario real y por ende de las jubilaciones, en una economía que crece, donde los precios de los commodities y los depósitos en el exterior por parte de los grandes capitales han sido récord.
Por lo tanto, hoy vivimos en un país más desigual que previo al 2019, y es claro que no puede obviarse que hubo una pandemia, pero es, fundamentalmente, resultado de la aplicación de una política de beneficio de los “malla oro” por sobre la inmensa mayoría del pueblo uruguayo.
Frente a un contexto de concentración de la riqueza, profundización de las desigualdades y agudización de la lucha de clases, las jóvenes tenemos una tarea central, como siempre la hemos tenido en la historia de la sociedad uruguaya.
Tenemos la tarea de enfrentar la ofensiva neoliberal, siendo vanguardia, llevando adelante iniciativas superadoras junto al fortalecimiento organizativo y militante de la izquierda. Nos urge la necesidad de contraponer un nuevo programa, profundo y radical, que reúna los intereses de nuestro pueblo.
Para ello, las jóvenes comunistas, tenemos la tarea central de elevar la iniciativa política y unir las más amplias masas juveniles uruguayas, con perspectiva unitaria, fortaleciendo así el marco del bloque alternativo.
Es importante, también, llegar a aquellos jóvenes que no ven la política como una herramienta de transformación, para que el programa alternativo de nuestra fuerza política, logre sintetizar los intereses de las masas juveniles. Y logre ser un verdadero programa popular, que avance hacia un país productivo, con justicia social y profundización democrática. Lo que, sin dudas, implicará un rico proceso de discusión e intercambio, del cual saldremos más fortalecidos aún.
En ese sentido, al decir de Gladys Marín (**): “ (…) La juventud debe discutir todo lo que haya que discutir (…)”.
Para ello, la juventud debe incrementar sus niveles de participación y organización, nos debemos encontrar en las calles, en las comisiones barriales, centros de estudiantes, en los Comités de Base de nuestro Frente Amplio, en las organizaciones sociales, ensanchando y recomponiendo la base social.
Y debemos tener la capacidad de construir conciencia a partir de la experiencia concreta, aportando con esto un elemento sustancial en pos del triunfo del Frente Amplio.
Es pertinente para esto salir a la ofensiva y contraponer los dos modelos de país, construyendo junto al campo popular organizado una agenda nacional que ponga en el centro las necesidades de la gente y no las de los “malla oro”.
En cuanto a nuestra fuerza política, para nosotras no existe duda alguna que es desde los Comité de Base donde debemos construir más y mejor Frente Amplio, donde la participación de los y las militantes sean el centro neurálgico de la construcción alternativa y de la expresión programática del bloque político, social, democrático y radical de los cambios.
Para ello, es crucial pensar en los Comité de Base abiertos al barrio, a los vecinos y vecinas. Los Comité como espacios de encuentro con el otro y de discusión política con inserción territorial.
En ese sentido, “El FA te escucha” ha abierto las puertas y contribuido al ensanchamiento de la fuerza política, aportando así a la reconstrucción del entramado social, proceso que se desprende de lo resuelto en el último congreso del FA en cuanto a la autocrítica.
Ha puesto a la fuerza política a intercambiar con las más diversas organizaciones, clubes, personas, etc., a lo largo y ancho del país.
Debemos seguir profundizando ese proceso y esa perspectiva.
Por esto, el acto aniversario del próximo 5 de febrero será una instancia de encuentro, de festejo, pero también de redoblar los esfuerzos y el compromiso por la construcción del Uruguay del mañana, el Uruguay de la pública felicidad.

() Edila por Montevideo, secretaria nacional de Unidad Política de la UJC. (*) Dirigente de la Juventud y el Partido Comunista de Chile con un enorme papel en la resistencia a la dictadura de Augusto Pinochet.

Foto de portada:

Integrantes de la UJC ingresando al 100 Aniversario del PCU. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.

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