RESOLUCIÓN DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCU: UNIDAD Y LUCHA PARA ENFRENTAR LA RESTAURACIÓN CONSERVADORA
El Comité Central del PCU, reunido este domingo 21 de junio, respetando todas las medidas de precaución sanitaria, debatió la situación internacional y nacional, y adoptó la siguiente resolución.
1. Ratificar la vigencia de los aspectos esenciales de las resoluciones adoptadas el 1 de diciembre de 2019 y el 15 de marzo de 2020. Particularmente en torno a la caracterización de la crisis del capitalismo. Al cambio en calidad que implicaba la derrota electoral del Frente Amplio y la asunción del gobierno por la fracción más conservadora de las clases dominantes, del gran capital, con un peso importante del agro negocio y el capital financiero, de los sectores más neoliberales de los partidos tradicionales, con una presencia inédita de la ultraderecha y componentes de rasgos fascistas. La necesidad material y la decisión subjetiva, de esta fracción de las clases dominantes, expresada en la coalición de derecha, de aplicar una restauración conservadora, un ajuste neoliberal. También la necesidad de la apertura de un proceso autocrítico, de debate y práctico, que permita construir el tamaño de pueblo organizado para enfrentar esta restauración y avanzar en la perspectiva emancipadora. Lo sintetizamos en que la perspectiva es de unidad y lucha.
2. El mundo vive el impacto de la crisis del capitalismo, que era anterior al COVID 19, pero se ha visto agravada por la pandemia, que es mucho más que sanitaria, abarca todas las dimensiones de la sociedad. El COVID 19 ha mostrado con más claridad los peligros del capitalismo en crisis y su incapacidad para dar respuesta a las demandas de la humanidad. Hoy más que nunca se manifiesta la necesidad de construir una alternativa superadora al capitalismo, pero esta no surgirá sola, dependerá de construir la relación de fuerzas que la hagan posible. En el medio de la pandemia, EEUU sigue con su política imperialista de agresión a los pueblos del mundo, la condenamos y expresamos nuestra solidaridad con los pueblos hermanos, en nuestro continente, en especial, con los de Cuba, Venezuela y Colombia.
3. En Uruguay, la pandemia en el plano sanitario no ha impactado con la dureza que lo ha hecho en otros países, entre otras cosas gracias a lo acumulado en salud y políticas sociales por los gobiernos del Frente Amplio, pero si lo ha hecho en el plano económico y social. Esto se ha agravado por la implementación de la restauración conservadora en medio de la pandemia. El gobierno de derecha ha implementado su ajuste neoliberal en estos 100 días y son los efectos de este, y no el COVID 19, los que han provocado que hoy tengamos, ya, un Uruguay más desigual. Las clases dominantes, con la victoria en las elecciones, agregaron al poder que nunca perdieron (el de la propiedad de los medios de producción, de la tierra, de la mayoría de los medios de comunicación) el de la administración del Estado. Todo ese poder ha sido puesto al servicio del ajuste neoliberal en marcha. En estos 100 días se devalúo el peso, se aumentaron las tarifas públicas y el IVA, se redujo la inversión pública y eso ha implicado que tengamos 100 mil pobres más, 200 mil compatriotas en el seguro de paro, 170 mil desocupados y ya, hoy, caída del salario real y de la jubilaciones. Hay sectores productivos con muchos problemas pero también hay sectores a los que les está yendo muy bien. El ajuste neoliberal ha generado, también, mayor acumulación y concentración de la riqueza.
4. Esta restauración conservadora está impulsada por la materialidad de la sociedad, el capitalismo en crisis genera concentración de la riqueza, pobreza y desigualdad, y por la orientación neoliberal de la gestión del gobierno. Tiene, como habíamos señalado, tres instrumentos centrales: la Ley de Urgente Consideración, la Rendición de Cuentas y el Presupuesto y la Política Salarial. La LUC que, junto al Frente Amplio, definimos como inoportuna, inconstitucional, antipopular y antidemocrática, fue debatida y aprobada en el Senado y hoy está en Diputados. La denuncia y fundamentación de más de 100 organizaciones sociales en el Senado y la acción de la Bancada de Senadores del FA, generaron contradicciones en la coalición de derecha y se logró quitar de la LUC los artículos más negativos con respecto a ANCAP y ANTEL, lo de las sociedades anónimas y la propiedad de la tierra y algunos aspectos más, lo cual es muy importante. Pero lo queda en la LUC implica un enorme retroceso: aumento de la discrecionalidad policial, criminalización de la protesta, restricción del derecho de huelga, retroceso en el control de lavado de activos, autorización de desalojos exprés de inquilinos, vulneración de la autonomía y una reforma regresiva en la educación, en la seguridad social y golpea al Instituto Nacional de Colonización. La Política Salarial anunciada por el gobierno implica una rebaja del salario real, y, por extensión, de las jubilaciones que ajustan por el Indice Medio de Salarios. La Rendición de Cuentas y el Presupuesto se avizoran como un nuevo momento de esta restauración. A ello deben agregarse la Ley de Medios, que restituye privilegios, concentra el poder y golpea a ANTEL, y el proyecto de ley presentado por Cabildo Abierto que busca reglamentar a los sindicatos, retomando un proyecto de la dictadura. Un elemento adicional, es la ofensiva desatada desde el poder por la impunidad; con la presión a la justicia del presidente, Lacalle Pou, y el ministro de Defensa, Javier García; la propuesta de una amnistía para los terroristas de Estado planteada por el senador Domenech, de Cabildo Abierto, y la restitución de una placa de homenaje al torturador Castiglioni en Inteligencia de la Policía, retirada luego del repudio generalizado que recibió. La restauración conservadora incluye la impunidad, la reivindica para el pasado y la necesita para el futuro, para enfrentar la resistencia que provocará.
5. Las ideas centrales que quiere colocar la derecha, política y social, son dos: Que los gobiernos del Frente Amplio fueron un fracaso y que el gobierno está haciendo todo bien. A ello están dirigidas las cadenas nacionales casi diarias y el bombardeo mediático, con ataques cotidianos a la gestión del FA, especialmente al MIDES y ASSE. Se magnifican todas las denuncias, tengan sustento o no y, a la vez, se minimizan los escándalos y continuos problemas de la coalición de derecha en el gobierno: la obligada renuncia del recién designado director de la ANP, de Cabildo Abierto, por sus ataques al sistema político y su pedido de proscribir al PCU; el adelanto de una futura renuncia a la cancillería de Ernesto Talvi. En este plano tienen especial relevancia las afirmaciones de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, en un audio que se hizo público, que revisten enorme gravedad y deben ser aclaradas.
6. Lo anterior es una realidad, pero también es parte de esta la respuesta popular. En estos 100 días, y a pesar de las limitaciones de la Emergencia Sanitaria, nuestro pueblo ha desarrollado movilizaciones de enorme trascendencia. El 8 de marzo, el 1º de mayo, el 20 de mayo, el paro general del 4 de junio, las 800 ollas populares organizadas desde la solidaridad, la plataforma de la Intersocial, las propuestas del Frente Amplio para enfrentar la pandemia y sus impactos, los 7 proyectos de ley y 5 minutas de comunicación, la propuesta de Plan Estratégico planteada por el ex presidente Tabaré Vázquez, son solo algunas de los cientos de iniciativas y movilización de nuestro pueblo. El último acontecimiento de la acumulación popular, en este contexto, fueron las elecciones del SUNCA con más de 24 mil votantes, en medio de una menor actividad y con las limitaciones de la Emergencia Sanitaria.
7. Ese es el camino a recorrer. En marzo afirmábamos: “El PCU impulsará, en todos los ámbitos, institucionales, políticos y del movimiento popular, un amplio frente político y social para enfrentar a la LUC, y al conjunto de las políticas neoliberales del gobierno de derecha”. La revitalización y la extensión a todo el país de la Intersocial es un gran paso en ese camino. El diálogo abierto con la UDELAR, pequeños productores, pequeños empresarios y trabajadores de la cultura hacia el 27 de junio, es otro.
8. Una vez que la LUC culmine su tratamiento parlamentario, entendemos imprescindible construir el más amplio respaldo social y político para definir los caminos para enfrentarla, sin descartar ningún instrumento democrático. Pero el mismo método, el de construir la más amplia unidad, social y política, y generar caminos de movilización y participación popular, vale para enfrentar toda la restauración conservadora y su ajuste neoliberal, que incluye la LUC, pero no se agota en ella. Para ello, creemos muy importante promover un gran proceso de debate y lucha que levante un programa alternativo, construido desde abajo, en cada centro de trabajo, de estudio, en cada barrio, para su convocatoria es necesario lograr la mayor amplitud posible.
9. Las elecciones departamentales y municipales de setiembre, constituyen, en este escenario político, una tarea central. Defender los gobiernos departamentales y municipales que hoy tiene el FA, lograr la conquista de nuevas y alcanzar una votación que lo ratifique como la primera fuerza política del Uruguay, es parte de la respuesta popular a la restauración. Para ello es imprescindible realizar la autocrítica práctica y desarrollar una campaña electoral que supere las insuficiencias de la de octubre, cara a cara con nuestro pueblo y con el FA encabezando la movilización en todo el país.
10. Este 27 de junio, «Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia», al cumplirse 47 años del Golpe de Estado y la Huelga General, nuestro pueblo dará una nueva muestra de su compromiso con la democracia y la libertad, enfrentando las manifestaciones de los sectores nostálgicos que defienden a la impunidad. Convocamos a todas y todos a concurrir a las 11 de la mañana a Plaza Lafone a la convocatoria del PIT-CNT y la Intersocial.
11. La lucha por la democracia y los derechos de nuestro pueblo no entran en cuarto intermedio hasta el 2025, es hoy y ahora. Nuestro camino es el de la acumulación de fuerzas, levantando perspectiva programática y revolucionaria, con una línea unitaria y de masas. Eso implica defender la unidad de las herramientas del pueblo; impulsar y organizar la lucha social por las reivindicaciones inmediatas, y, a la vez, lograr que el Frente Amplio exprese políticamente esas luchas.
12. Para todo ello nos planteamos, como parte del proceso de autocrítica, que nos incluye, construir un PCU y una UJC más grandes, mejor organizados, con más recursos, con más lazos con nuestro pueblo. En ese esfuerzo dos momentos centrales serán nuestro 100 Aniversario y nuestro XXXII Congreso, cuya preparación ha dado inicio este Comité Central. Los entendemos como un aporte a la acumulación de fuerzas, a la unidad y a la lucha, y por eso los haremos de cara nuestro pueblo.
Votada por unanimidad.
Montevideo, 21 de junio de 2020
Comité Central