La lucha para abrir las alamedas

Chile a dos años de las movilizaciones populares: en Constituyente y rumbo a elegir presidente.

Rony Corbo.

El lunes 18 de octubre se cumplieron dos años del estallido de la mayor movilización popular en décadas en Chile. Como no eran “30 pesos sino 30 años”, crujió todo el edificio del modelo neoliberal, el primero implementado en América Latina por Milton Friedman y sus “chicago boys”, impuesto a punta de bayoneta por la dictadura de Pinochet.

Para recordar el aniversario hubo movilizaciones populares en más de 150 comunas de las 16 regiones del país; decenas de miles de personas participaron en diversidad de actividades que fueron pacíficas y participativas; hubo cientos de marchas, acciones culturales, encuentros, actividades en espacios públicos y de organizaciones sociales.
También hubo, como siempre en Chile, enfrentamientos de manifestantes con Carabineros, donde, también como siempre, la televisión victimiza a estos últimos. El diario El Mercurio tituló: “Vandalismo marcó los dos años del 18/O”, luego en la nota insistió: “este nivel de violencia no es tolerable en una sociedad democrática”. El mismo diario que amparo la dictadura de Pinochet (igual que aquí El País) haciendo gárgaras con la democracia.
Ese mismo día, dos años después, comenzó la discusión de los aspectos más importantes de la Convención Constituyente chilena, cuya convocatoria hubiera sido imposible sin las movilizaciones populares precedentes, con un fuerte enfrentamiento con la derecha.
También las elecciones presidenciales entran en su recta final, donde el candidato Gabriel Boric, de la alianza “Apruebo Dignidad”, integrada por el Frente Amplio, el Partido Comunista y otros partidos y colectivos encabeza las encuestas y hoy estaría enfrentando al candidato de la extrema derecha José Antonio Kast, nieto de un oficial nazi e hijo de un ministro de Pinochet, en una segunda vuelta. Este candidato cuenta con el apoyo del Foro de Madrid, de Bolsonaro y el neofascismo continental, que están presentando candidatos en todos los países latinoamericanos y caribeños.

El proceso constituyente

El gobierno de Sebastián Piñera ha intentado por todos los medios boicotear la Convención Constituyente chilena, primero impidiendo su funcionamiento por falta de logística, segundo, los 37 constituyentes de derecha presentan permanentemente recursos judiciales contra la Convención, intentando definir por vía judicial las diferencias a su favor.
También con provocaciones permanentes. El nombramiento del constituyente Jorge Arancibia, quien fuera edecán del dictador Augusto Pinochet, en la comisión provisoria de Derechos Humanos, es solo un tristísimo ejemplo.
Todos los órganos de la Convención deberán ser paritarios. La Convención, además, se declara en emergencia climática y ecológica, y se propuso trabajar por una Constitución socio ecológica.
El lunes pasado, Elisa Loncón, presidenta de la Convención Constitucional (CC), informó: “queremos comunicar a todos los pueblos de Chile, a los jóvenes y ancianos, niñas y niños, mujeres, disidencias, trabajadores y trabajadoras, pueblos originarios, que comenzamos una etapa fundamental en el trabajo de la Convención Constitucional”. Resaltó: “Es un imperativo que estemos a la altura de los tiempos. Debemos trabajar arduamente para intentar sanar las cicatrices de Chile. Hagamos este trabajo desde la razón, pero también conmovámonos, trabajemos desde la ternura y desde el pensar”.
Las y los convencionales constituyentes trabajarán en las siguientes comisiones: Sistema Político, Gobierno, Poder Legislativo y Sistema Electoral. Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía. Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal; Comisión sobre Derechos Fundamentales. Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico. Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional. Sistemas de conocimientos, culturas, ciencia, tecnología, artes y patrimonios.

Las elecciones presidenciales

La etapa actual de las elecciones está marcada por la polarización entre Boric, de la alianza del Frente Amplio y el Partido Comunista, contra el candidato de extrema derecha José Antonio Katz.
Boric representa el movimiento social y su lucha, desde su época de dirigente estudiantil, y ahora en estos dos años en que el pueblo chileno ha ido acumulando certezas y esperanzas. Hay una conciencia creciente que se puede tener la fuerza para promover los cambios y transformaciones que Chile demanda y hay un pueblo movilizado por los cambios como sujeto colectivo, construyendo su propia historia,
Katz combina los residuos del pinochetismo y el negacionismo, con un conservadurismo extremo, una suerte de nacionalismo y supremacismo ario y una adhesión extrema al neoliberalismo, como el sistema económico que mejor expresa su libertad (del empresariado). Cuenta Katz con el respaldo internacional del Foro de Madrid, creado por los españoles de VOX para combatir al Foro de Sao Paulo. Uno de sus eslóganes de campaña define la estrategia del miedo que la extrema derecha quiere instalar: “si gana Boric, Chile se va a la mierda”.
Sebastián Sichel, el candidato del oficialismo, abogado de 43 años y ex ministro de Desarrollo Social de Piñera, viene en caída libre, empujado ahora por las denuncias sobre el presidente en los “Pandora Papers”.
La cuarta candidata es Yasna Provoste, expresa lo que quedó de la ex Concertación, del Partido Socialista y la Democracia Cristiana a la cual pertenece. Con responsabilidades en los gobiernos de Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, su apuesta a la moderación, buscando el centro de Sichel y Boric, en una elección polarizada, no parece darle réditos, pero hacia donde se vuelque su caudal de votos podría ser definitorio en una segunda vuelta.

50 años de un Nobel

Ayer se conmemoraron los 50 años del Premio Nobel de Literatura de Pablo Neruda. Al recibirlo, el poeta chileno y comunista agradeció y dijo: “Quisiera que este Premio beneficie la lucha por la libertad en América Latina, la riqueza de la cultura latinoamericana y el desarrollo del potencial creador de nuestro continente”.

Compartí este artículo
Temas