A un año de la administración de Joe Biden, expertos de WOLA revisan los éxitos y las deficiencias de la administración en sus políticas hacia América Latina
El informe elaborado por los expertos recuerda que el actual mandatario estadounidense se había comprometido a “trabajar para defender la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho a través de la cooperación y alianzas”.
En este sentido y luego de los efectos negativos que produjo la anterior administración, las expectativas respecto al continente eran altas.
En su revisión general de lo que nombra como “éxitos y deficiencias” de las políticas de la actual administración, la vicepresidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) Maureen Meyer, señaló que, “con Biden hemos visto un cambio bienvenido en la retórica y el estilo de su política exterior, con un énfasis en la cooperación y asociaciones en lugar de las amenazas y el acercamiento transaccional que caracterizó los años de Trump”.
A pesar de ello, agregó, “en varias áreas, la administración no ha logrado promulgar las medidas audaces necesarias para cumplir con los compromisos de la campaña de Biden y para separar claramente a esta nueva administración de las políticas y prácticas de la era de Trump».
El análisis de WOLA identifica los cambios en las prioridades y en los objetivos de estas políticas que, en el caso Biden, se orientaron a “combatir la corrupción, fortalecer la gobernabilidad democrática y promover el Estado de derecho en Centroamérica y en otros lugares, así como un enfoque en las causas fundamentales de la migración”.
En ese sentido se afirma, que la actual administración “ha tomado medidas para reafirmar su compromiso con el Acuerdo de Paz de Colombia, aunque no ha adoptado una posición lo suficientemente fuerte contra los asesinatos de líderes sociales o la ola de represión brutal del gobierno colombiano frente a las protestas”.
En lo que se refiere a la política de drogas, WOLA destaca que la administración de Biden “introdujo cambios (…) aunque incipientes, en la retórica y el contenido de la política”.
Respecto a la situación en Venezuela, se considera que “la administración no asumió el liderazgo internacional necesario para avanzar las posibilidades de una solución negociada a la crisis política del país o para reunir los recursos necesarios para asegurar la asistencia humanitaria para la población en dificultades”.
En lo que se refiere a Cuba, las promesas de campaña, de Biden no se han traducido en medidas concretas que permitan “revertir las restricciones de la administración de Trump sobre Cuba”, ni han producido efectos positivos para que “la política estadounidense vuelva a los niveles de acercamiento con la isla de 2016”, esta inacción, se resalta, “ha contribuido a la crisis humanitaria en Cuba”.
De todas las políticas revisadas por WOLA, la que se considera como la más decepcionante es la de las políticas migratorias.
Con respecto a ella se afirma que se “ha tardado en construir la infraestructura estadounidense necesaria para procesar a los solicitantes de asilo de manera humana y garantizar el debido proceso”.
“Hoy, la doble barrera del Título 42 y la renovación ordenada por la corte de “Quédate en México” continúan devolviendo a decenas de miles de personas migrantes y solicitantes de asilo a los peligros del territorio mexicano. Este enfoque también ha enmarcado una gran parte de la política estadounidense hacia México”.
Finalmente, el análisis de WOLA resalta que “la disminución del apoyo de EE. UU. a la democracia, los derechos humanos, el Estado de derecho y la cooperación internacional durante la administración de Trump” constiuyen “enormes desafíos” para la administración de Biden.
