Presenta CEPAL nuevas estimaciones económicas para América Latina y el Caribe

Para este 2022, las economías de América Latina y el Caribe enfrentan una compleja coyuntura debido a las incertidumbres que dinamizan la economía mundial y que, inevitablemente, tendrán un impacto negativo en la región.

Con la guerra de Ucrania, la primera afectación se hará visible en la estimación del crecimiento global de las economías en la región.

De acuerdo a la CEPAL el crecimiento estimado rondará el 3,3%, “un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades”.

Junto al enlentecimiento del crecimiento, se observa la presencia de una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo.

Las nuevas estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señalan que, en el actual contexto, “el conflicto de Ucrania ha agudizado los problemas de inflación, aumentado la volatilidad y costos financieros” por lo que, “se prevé un crecimiento promedio de 1,8% para la región”.

Según el organismo internacional, “las economías de América del Sur crecerán 1,5%, las de América Central y México un 2,3%, mientras que, las del Caribe crecerían un 4,7% (excluyendo Guyana)”.

Las estimaciones de CEPAL fueron dadas a conocer por el secretario ejecutivo interino del organismo, Mario Cimoli, a los embajadores del Grupo de Países de América Latina y el Caribe, en el curso de un encuentro sostenido este miércoles en la sede de la ONU, en Nueva York.

Las previsiones del organismo, reseña la agencia Prensa Latina (PL), señalan que “la dinámica del comercio mundial”, se verá negativamente afectada por el conflicto en Ucrania, “lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe”.

En lo que se refiere a los principales socios comerciales de la región, Estados Unidos, China y la Unión Europea, se observarán “tasas de crecimiento menores a las esperadas con anterioridad al conflicto”.

En el caso de Estados Unidos, el crecimiento esperado se estima en 1,2 puntos porcentuales menor de lo estimado con anterioridad, por lo que se proyecta un 2,8% de crecimiento.

Con China, “se proyecta un crecimiento de 5% (0,7 puntos porcentuales menos antes de las hostilidades) y para la Unión Europea se espera un crecimiento del 2,8% (1,4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del conflicto)”.

La guerra en Ucrania afecta, de forma relevante los precios de los productos básicos, en primer lugar, los de los hidrocarburos, se trata de un incremento de precios a los que deben sumarse “las alzas de costos observadas debido a disrupciones en las cadenas de suministros y a la exacerbación de las interrupciones del transporte marítimo”.

Los aumentos observados, han catalizado el crecimiento de la “inflación a nivel mundial”, que para el caso de “algunos países ha alcanzado máximos históricos en 2022”.

De persistir este aumento de la inflación, se prevé se eleven las tasas de interés de los países desarrollados.

El otro elemento a considerar, señala CEPAL, es “el ajuste monetario de los países del Norte”, que acentúa “el endurecimiento de las condiciones financieras globales que se venía observando en los últimos meses, provocando una mayor volatilidad en los mercados financieros, lo que, junto al aumento a la aversión global al riesgo como resultado del conflicto en Ucrania, ha perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes”.

Las tendencias descritas, añade el reporte, “podrían acentuarse en los próximos meses”, en particular “si persisten las presiones inflacionarias en las economías desarrolladas, y los bancos centrales de estas economías profundizan políticas monetarias contractivas, incluyendo incrementos de las tasas de política monetaria y la reversión de los estímulos monetarios (compra de activos)”.

A imagen y semejanza del resto del mundo, “la dinámica inflacionaria en América Latina y el Caribe se ha acelerado”, advirtió la CEPAL.

Para marzo de 2022, la inflación regional fue de 7,5%, y ya algunos “bancos centrales de la región anticipan que la inflación se mantendrá elevada en lo que resta de año”, un fenómeno que se observará de forma intensa en “los altos precios internacionales de la energía y de los alimentos y las disrupciones en las cadenas globales de suministro”, así como, en los elevados costos de transporte que, en la actual situación bélica, persisten.

Las reacciones de los bancos centrales regionales ante la inflación, ha sido la de adoptar una política monetaria “más restrictiva” y como consecuencia de ellos, “han subido la tasa de interés de manera significativa”, que en muchos casos ya alcanza niveles similares a los observados en 2017.

“Se prevé”, además, “que el retiro del impulso fiscal se acelere en 2022, en consonancia con la evolución de las condiciones macroeconómicas y el aumento de los costos de financiamiento”.

Con relación al gasto público, la evaluación del organismo de Naciones Unidas, indica una contracción del mismo, “reforzando la reducción observada en 2021”.

La recuperación de los mercados laborales, señala CEPAL, también experimentará afectaciones en la lenta e incompleta recuperación que ya se venía observando.

Ello significa que, en el curso de 2022, se estime “que el ritmo de creación de empleo se reduzca”.

“La acción conjunta de una mayor participación laboral, y de un bajo ritmo de creación de empleos, impulsará un alza en la tasa de desocupación durante el presente año”, concluye alertando el reporte de la CEPAL.

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