La pasada semana el precio del crudo Brent, que es el que importa ANCAP para refinar, tuvo “una escalada mundial que lo llevó hasta niveles históricamente altos”, reportó el portal Surtidores.
El ascenso del precio se “detuvo” la pasada jornada cuando se cotizó el barril en 112 dólares.
Usando datos procedentes del portal de datos, www.datosmarco.com, se reseña que “el precio más alto que ha alcanzado el barril fue de U$S 140,73 el 3 de julio de 2008, y como contrapartida en el otro extremo, el 22 de abril de 2020, cuando tocaba los U$S 12,22 que fue su mínimo en este periodo”.
Como resultado de este costo, aquellos países que no son productores de petróleo, tendrán como efecto negativo “la casi segura posibilidad de que los precios de los combustibles sufran actualizaciones al compás de las subas del petróleo”, reseña el portal especializado en el área de noticias sobre combustibles y energías.
Traducido a lenguaje “simple y ciudadano”, este efecto recaerá en nuevos aumentos en los precios de los combustibles del país.
Cuando lo que se afecta son los precios de los combustibles, de forma inmediata ello impacta en el resto de los diferentes sectores de la industria y con ello, parte importante de los efectos negativos de estos cambios, se trasladan a los precios que cada ciudadano/a enfrenta, no solo cuando va a cargar combustible, sino cuando se acerca a un supermercado para realizar sus compras cotidianas.
No son situaciones que ocurrirán en un futuro, sino que, como ya experimentamos, están pasando.
Actualmente con “el aumento del trigo en el mundo”, se han producido “ajustes en todos los productos panificados”, se trata de ajustes que rondan “entre un 10 y un 15 por ciento”.
Lo mismo viene sucediendo con la carne uruguaya que en menos de 72 horas alcanzó precios inusuales, lo que, según el portal Surtidores, lleva a que el gobierno analice si importará o no, “carne desde Paraguay, que quedó con un muy buen excedente de varios cortes, al cancelarse la exportación a Rusia”.
Consultado sobre este último tema, recuerda el portal noticioso, el presidente Luis Lacalle afirmó “que tomará acciones nacionales junto con los ministros de Economía, Industria y Ganadería”.
La afirmación del mandatario uruguayo, indican que el gobierno estudiará “mecanismos para frenar impactos en la inflación”.
Sin embargo, se añade por el portal especializado, si se considera el último Precios de Paridad de Importaciones (PPI), que tomaba “un barril por debajo de los 100 dólares y ya recomendaba aumentos de entre 5 y 8 por ciento”, más el dato “de que el precio medio del barril de crudo de la OPEP al día de hoy es de 118,3 $, frente a los 94,21 $ del mes febrero”, se tendría que habría “un 25,57 por ciento de subida”.
Se trata de un escenario que, permite asumir que el próximo 25 de marzo, el reporte del PPI “recomiende una nueva suba de los combustibles”
La situación, concluye el análisis de Surtidores, parecería invitar al presidente a “buscar otros caminos para mitigar el latente impacto inflacionario”.