Un informe conjunto entre el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) y el Foro por la Niñez denuncia los alarmantes niveles de pobreza, precarización y falta de acceso a derechos que afectan a millones de niños y adolescentes argentinos.
El informe titulado “La situación de las infancias y las adolescencias: Coyuntura y rasgos estructurales”, examina, según reseña el portal de noticias KaosenlaRed, “las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes en Argentina”.
El estudio subraya la relación existente entre el actual contexto socioeconómico “y el deterioro en el acceso a derechos básicos”,.
En el informe se denuncia “la alta tasa de pobreza infantil”, al tiempo que critica “las iniciativas legislativas que proponen bajar la edad de imputabilidad, posicionando la criminalización de las infancias como una respuesta inadecuada y punitiva”.
Los datos descritos permiten afirmar que “el 67,1% de los niños, niñas y adolescentes (NNA) en Argentina vive en situación de pobreza” un porcentaje equivalente a casi 9 millones de menores.
Junto a ello se subraya que la indigencia infantil prácticamente se vio duplicada en el último año, “alcanzando al 27,3% de esta población, lo que implica que 3,6 millones de NNA no tienen acceso a los recursos básicos necesarios para su desarrollo”.
Otro de los ejes analizados en el informe es el de la crisis alimentaria, informándose que “el 52% de los hogares con NNA ha dejado de comprar alimentos esenciales, como la leche y la carne entre los productos más recortados”.
La situación, se añade, “ha provocado que el 7,4% de los niños y adolescentes deba saltearse una comida diaria”, datos estos que evidencian “la grave inseguridad alimentaria que atraviesan muchas familias”.
Otros de los datos descritos hacen referencia a “la precarización laboral de los adultos responsables” de los hogares con NNA.
En ese sentido se señala que “más del 53% de los adultos en hogares con NNA se encuentra en situación de empleo informal o desempleo”, una precariedad laboral que “ha llevado al 44,7% de los trabajadores ocupados a vivir bajo la línea de pobreza, duplicando la tasa de pobreza entre los empleados formales en el último año”.
En el estudio se hace especial referencia a la infantilización de la pobreza, evidenciando que “los niños no son peligrosos”, sino que “están en peligro”, por lo que realiza un llamado a la adopción de “políticas inclusivas y redistributivas que garanticen el acceso a derechos fundamentales, como la alimentación, la salud, la educación y la vivienda”.
