Un sábado radiante de sol con viento primaveral fue el marco del acto del Partido Comunista de Uruguay (PCU) que celebró sus 105 años. El parque Batlle fue el escenario al que se acercaron cientos de militantes para compartir una jornada cargada de historia, presente y futuro.
Previo al inicio oficial de las oratoria el despliegue de gazebos atendidos por distintos seccionales ya comenzaban a ser visitados en busca de algo rico para comer, una remera para regalar o regalarse, un libro, un recorrido histórico, como en el caso del gazebo de la Comisión de Derechos Humanos que presentó una muestra sobre la Operación Morgan, también un camino solidario en el gazebo en solidaridad con Cuba que lanzó su campaña financiera con la venta de bonos y el acopio de medicamentos e insumos.
El acto fue transmitido en vivo y tuvo una transmisión previa que contó con la presencia de la secretaria de Derechos Humanos Graciela Montes de Oca, el senador Claudio Arbesún, Jorge Mazzarovich y Nicolás Pons integrante de la Coordinadora en solidaridad con Cuba. También estuvieron presentes los camaradas que estuvieron atendiendo los gazebos, camaradas de la UJC y el secretario general Juan Castillo.
También estuvo la vicepresidenta Carolina Cosse y compañeros y compañeras dirigentes de distintos sectores y militantes de base del FA.
Como en todos los actos el arte y la cultura acompañaron la jornada, esta vez con la música de Carlos Benavidez en la apertura y El Alemán en el cierre.
El primero en subir al escenario para compartir palabras e ideas fue el presidente del Frente Amplio (FA) Fernando Pereira.

“Tormentas y tormentos”
Pereira señaló que le tocó militar en distintos ámbitos de la vida “pero sobre todo en el movimiento sindical y ahora en el FA con una cantidad de compañeros y compañeras comunistas al que uno le puede dar la espalda tranquilamente; eso es parte de la historia de la ternura, es parte de la historia de la resistencia, es parte de haber aguantado tormentas y tormentos. De decenas de desaparecidos que son parte de la filas del PCU y que todavía los seguimos buscando al mismo tiempo que reclamando verdad, memoria, justicia y nunca más terrorismo de Estado”.
“Fue heroica la lucha de la izquierda uruguaya, fue heroica la lucha del PCU, ante un plan de exterminio del PCU, el denominado Plan Morgan; también el intento de la desaparición política del FA. ¿Qué estarán pensando estas mentes macabras cuando tomen nota que los primeros treinta años de este siglo, veinte lo habrán gobernado el FA? Les gustará o no a la derecha pero veinte va haber gobernado el FA, con Tabaré, con Pepe y ahora con el querido compañero Yamandú Orsi”, dijo.
No es lo mismo
Luego comenzó a realizar un primer balance del gobierno del FA y de lo que fue el proceso de discusión presupuestal en la cámara de diputados.
“Es muy gratificante esta invitación porque lo hacemos ni más ni menos que en el primer año del gobierno del FA en donde se decía que no íbamos a poder votar la ley de presupuesto, ahí está Ana Olivera para demostrar que sí lo podíamos votar, que sí podíamos incrementar el gasto educativo, que sí podíamos atender demandas. ¿Todas las demandas? No”.
“Cuando en el Uruguay tocó gobiernos neoliberales y llegaban y había un déficit importante, por ejemplo el primer gobierno de Lacalle padre o el de Lacalle hijo tomaron la misma receta, ajustaron sobre los salarios, sobre las jubilaciones, sobre el gasto público estatal, intentaron privatizar las empresas públicas. Solo algo los detuvo, la lucha del pueblo uruguayo en el referéndum del 92; la lucha del pueblo uruguayo tiempo atrás contra la ley de caducidad intentando que esa barbarie no quedara en nuestro ordenamiento jurídico y de alguna manera ese plebiscito tan importante hirió de muerte esa ley maldita que nos ha generado, hasta hoy, visos de impunidad”, apuntó.
“La ley de empresas públicas nos dio una perspectiva, nos enseñó a luchar contra un modelo desmoralizador, deshumanizante y cuando llegó Lacalle hijo lo mismo: ajustó sobre los salarios, los trabajadores perdieron 45 jornales en los primeros tres años de gobierno, ajustó sobre jubilaciones y pensiones dado que estas incrementan sus ingresos de acuerdo a cómo van los trabajadores, limitó libertades sindicales”, en cambio, señaló que “cuando llegó el FA a gobernar en este período, más allá de todo lo que ya hicimos, no ajustó sobre los trabajadores ni sobre el pueblo, ajustó sobre los ingresos. El que más tiene, más tiene que pagar y el impuesto mínimo global lo van a pagar las empresas que facturan más de 750 millones de dólares. El que tiene más que pague más. Igualmente que el impuesto que se nos quiere decir que es nuevo, a mi me da lo mismo cómo se le ponga; hay una parte de la sociedad que si tenía una casa en Montevideo, en Artigas o en Cerro Largo y la vendía por un valor mayor pagaba un IRPF a la renta. Si la vendía en Nueva York nada. Ahora si la vende en Montevideo, en Cerro Largo, en Artigas o en Nueva York va a pagar el impuesto. ¿Es justo? ¡Es justo!”

La virulencia de la derecha
“Llegó un gobierno para cambiar y obviamente que íbamos a tener a la derecha enfrentándonos y obviamente que nos iban a poner palos en la rueda pero no imaginábamos que iban a tener la virulencia que están teniendo”, destacó.
Pereira puso como ejemplo las reacciones de la derecha a partir del posicionamiento del FA ante el genocidio de Israel sobre Gaza. “No es admisible que movilizarnos por la paz, movilizarnos por el genocidio en Gaza pueda ser denominado como una marcha violenta. No es admisible por ningún frenteamplista, no se trata de antisemitismo, se trata de luchar contra un genocidio salvaje que ocurrió en la Franja de Gaza, se trata de luchar por la paz desde un lugar que construye paz. Se trata de que la izquierda analizó el tema en profundidad y se trata de decenas de miles que fuimos a movilizarnos por 18 de julio porque cuando el FA convoca, el FA convoca. Hay una diferencia importante, hay un saber hacer, hay una lógica de juntar las fuerzas para construir un grupo mayor de convocatoria y nos hemos visto sometidos a críticas duras, en algún momento salvajes”.
“Nosotros sabemos más que bien que el FA no es un partido antisemita, sabemos más que bien que los integrantes del FA no son antisemitas, sabemos mejor que nadie que hubo ministros, subsecretarios, directores, miembros de las intendencias judíos frenteamplistas a quienes no solo queremos sino que los respetamos por su valor, por su intelecto, por su capacidad. De hecho, nuestro presidente de la comisión de programa, Ricardo Erlich, ex intendente de Montevideo es un compañero que sigue militando. Dejarnos acosar así no es nuestra idea. La derecha nos puede empujar, lo que no debemos dejar es que nos hagan tambalear”, afirmó.
“Nosotros tenemos 54 años de historia como FA pero el PCU tiene 105 de historia, construir la unidad, en cierta medida, hay que agradecérselo a los militantes comunistas, a los militantes cristianos, a los militantes socialistas democráticos, a los militantes que venían del Partido Colorado como Zelmar. Esa unidad es la que debemos preservar no solo para gobernar estos cinco años sino para pensar en un proceso progresista que es lo que más le duele a la derecha, que venga a gobernar el FA para cambiarle la vida a la gente”, dijo.
“Y lo estamos haciendo entre todos los senadores y senadoras, entre todos ministros y ministras, hemos recorrido el país mientras se discutía en la cámara de diputados el presupuesto ¿para qué? Para que nuestro pueblo supiera de qué se trataba, para que nuestro pueblo entendiera los cambios que estaban tratándose en esta ley que en general se la vincula al salario o al ingreso de los funcionarios públicos y lo pudimos hacer porque hubo voluntad política, lo pudimos hacer porque hay FA organizado, lo pudimos hacer porque en este país el FA defiende la libertad de los trabajadores para organizarse y luchar, no es un pecado luchar por trabajo, salario, condiciones de salud, lo pudimos hacer porque en el parlamento, mientras se trataba la ley de presupuesto también colocamos el proyecto de ley del senador Andrade sobre las viviendas vacías que tan bien le van a venir a las personas que no tienen vivienda. No es posible que en Uruguay haya casas tapiadas y personas sin vivienda, no es posible”, destacó.
Al finalizar su discurso dijo que “no habría unidad de la izquierda” sin los compañeros y compañeras del PCU. “Han sido capaces de ser un reservorio de la unidad, han sido capaces de debatir con durezas, me tocó debatir con algunos compañeros que vi por ahí pero siempre con fraternidad, siempre con cariño, siempre con ternura, si no hay amor que no haya nada. Viva el PCU, viva el 105 aniversario”, concluyó.

¡Aquí está la juventud!
El ingreso de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC) siempre está cargado de emoción. Los que fueron parte recuerdan y reviven la historia, quienes la integran desbordan de compromiso y alegría con sus puños en alto y para quienes ingresan por última vez para continuar su militancia en el Partido, esa entrada a viva voz es una mezcla de orgullo, emoción y reconocimiento colectivo.
La voz de la UJC también estuvo presente en el escenario del 105 aniversario en la voz de la secretaria general de Montevideo y diputada Natalia Díaz.
Destacó que la UJC está celebrando su 70 aniversario “siendo la Juventud fruto del 16 congreso de nuestro Partido. Pero muy especialmente es una alegría estar acá hoy festejando juntos en el contexto de la conquista de un nuevo gobierno con nuestro FA”, afirmó.
“Es difícil elegir palabras que hagan honor a la historia de nuestro partido y que al mismo tiempo expresen lo que nosotras pensamos de él y lo que implica en el presente y en el futuro de nuestro país y nuestro mundo. Nuestro Partido es historia viva de todo lo que ha vivido el pueblo Uruguayo en estos 105 años de historia, los avances y retrocesos desde el punto de vista político, también alegrías y momentos durísimos a nivel de la vida de los y las trabajadoras. Un partido que nació y vive al calor de nuestro pueblo, que ha vivido cada uno de sus momentos de alegría, de sus conquistas, pero también sus tristezas y sus derrotas. Por eso, cuando hablamos de nuestro Partido es imposible evadir una marca identitaria: la firme resistencia a todos aquellos que se oponen a la pública felicidad”, señaló.
“Es así que estos 105 años no solo son testimonio de nuestra historia, de nuestras ideas, de nuestra cultura o de nuestro horizonte ético. Sino que es la historia de un camino, y sobre todo de un camino de acción para forjar la unidad de nuestro pueblo, un camino que no toma atajos a la hora de asumir las contradicciones y transformarlas y ser cada vez muchas más personas organizadas de cara a construir una sociedad diferente”, destacó.
“Lo que define es la lucha”
Díaz señaló que el Partido nació “para transformar una sociedad que era desigual, pero también hoy lo sigue siendo y vale la pena luchar para transformarla, por eso seguimos construyendo ese camino, con amplitud y unidad. Amplitud, debate de ideas para lograr visualizar alternativas a los problemas compartidos, unidad y protagonismo popular. Eso resume nuestro camino histórico, cada batalla desarrollada en estos años recientes, pero especialmente marcan el rumbo a recorrer hacia adelante. Estos años nos han demostrado que sólo la organización y la lucha colectiva permiten resistir y transformar. El triunfo del FA marca el inicio de una nueva etapa, donde renovar las esperanzas es también profundizar los cambios”.
“No hay mayor acto de reafirmación de nuestras convicciones que la práctica, que la militancia, que la acción del pueblo por y para él, transformándolo todo. Por eso, hemos sido parte de la conquista de un nuevo gobierno con nuestro FA. Logro que conquistamos con militancia, poniéndola en marcha el día después que se instaló en Uruguay el gobierno de derecha, que hoy sabemos porque lo vivimos, nos dejó un país más desigual y menos democrático, arremetiendo contra nuestra posibilidad de futuro”, dijo sobre el largo proceso de lucha a partir del 2019 que culminó en el triunfo del FA.
“Nosotros lo sabemos, y es importante tener siempre presente, que la transformación social, esa que construye derechos y dignidad allí donde hoy hay privilegios, no se resuelve con la voluntad política de ningún elenco de gobierno. La voluntad política es importante, estamos convencidos que luchar en el marco de un gobierno frenteamplista es infinitamente mejor y tenemos infinitas más posibilidades de avanzar que en el marco de un gobierno de derecha. Pero, en cualquier caso, lo que define es nuestra lucha. Hoy más que nunca, el partido se juega en la capacidad que tengamos de intensificar el diálogo político y la lucha de ideas en cada lugar, para que ellas, especialmente reflejadas en el programa de nuestro FA sean abrazadas por cada vez más personas. El partido se juega en la capacidad que tengamos de organizar a nuestro vecinos y vecinas, compañeros de trabajo y estudio, en espacios de poder que logren ser el impulso de esas ideas”, aseguró.
“No militamos por inercia”
“En noviembre del año pasado estuvimos allí, en los abrazos que en cada lugar estrechamos, luego de años de lucha contra el modelo de la desigualdad. Estuvimos ahí convencidos de que en el desafío de abrir un proceso de concreciones programáticas que den respuesta a las necesidades de nuestra gente, se juega la suerte de nuestro pueblo. Pero fundamentalmente, seguimos allí el día después, para organizar a miles. Por eso, decimos fuerte que no militamos por inercia, militamos porque estamos convencidas de que no alcanza con sobrevivir. Militamos porque luego de 5 años, las jóvenes al igual que el conjunto de nuestro pueblo, sufrimos el resultado de un modelo económico desigual y excluyente”, aseguró.
“Militamos para transformar la realidad de miles de niñeces y adolescencias que nacen en hogares pobres, mientras que existe un 1% que concentra entre el 35% y 40% del patrimonio total del Uruguay. Militamos en contra de la violencia en nuestros barrios, porque ser joven nunca fue ni es delito, porque no queremos ver morir a ningún pibe o piba más a manos del crimen organizado.
Militamos por empleo y salario digno, porque nos quieren hacer creer que los jóvenes “estamos perdidos” o “no sabemos lo que queremos” cuando vivimos el día a día intentando pagar un alquiler, trabajando con un sueldo mínimo. Con este presente: ¿Que futuro pretenden que proyectemos? Militamos porque Uruguay tiene la mayor tasa de suicidio en el continente siendo los jóvenes entre 20 y 24 los principales afectados, defendiendo los servicios públicos de salud mental, y luchando por recursos para la implementación de la Ley 19.529”, dijo a viva voz.
“Militamos para que la Educación Pública esté al servicio de las grandes mayorías y que las grandes mayorías puedan llegar a la Educación Terciaria. Con más becas, descentralización e infraestructura en todo el país. Militamos por una educación técnica y universitaria que esté al servicio del desarrollo de nuestro país con soberanía”, agregó.
“Militamos para confrontar el discurso y la acción del sistema patriarcal, que es reproducido y auspiciado por actores de relevancia y partidos de la derecha de nuestro país, que difunde el odio a las mujeres, la perspectiva de género y el feminismo, poniendo en riesgo nuestras vidas y la de las infancias que criamos. Militamos para garantizar el derecho al aborto seguro, frente al relato que nos culpa a las mujeres por la baja natalidad, cuando los datos dicen que esta baja relacionada con el aborto está vinculada a la disminución del embarazo adolescente. Militamos para no ser meros espectadores de la crisis ambiental global, defendiendo nuestros recursos con un rol fuerte de las empresas públicas que los gestionen de forma soberana. Militamos a favor de la autodeterminación de los pueblos para definir su destino, el derecho a la vida y la soberanía sobre su tierra. Militamos para el disfrute y el libre acceso a la cultura, el deporte y el tiempo libre. Habitando las plazas, los clubes, los teatros, los estadios y las calles”, destacó.
“Por eso, estamos y militamos donde estamos las y los jóvenes. Donde vive, trabaja y estudia nuestra generación. Donde se juega el presente y el futuro. En los barrios, en los liceos, en los centros de estudio, en los laburos, en los espacios de cultura, en cada rincón donde haya un pibe o una piba con ganas de pelear por una vida mejor. Y también donde todavía no estamos: donde nos falta organización pero sobran injusticias, necesidades y causas justas por las que jugarse; donde nuestras ideas puedan abrir caminos y construir alternativas”, reafirmó.
“Desde la UJC siempre, pero hoy más que nunca, decimos que es hora de poner todo de nuestra militancia para que el futuro sea realmente nuestro, es hora de hacer posible la esperanza”, concluyó.

De todas partes
Como en cada instancia, el PCU recibió saludos y reconocimientos de diversos partidos políticos y organizaciones nacionales e internacionales: Madres y Familiares de Desaparecidos, de la Asociación de Ex Trabajadores del diario El Popular 1957-1973, Del Frente Izquierda de Liberación, del Encuentro 18 de Agosto, de La Amplia, del Movimiento de Participación Popular, de Casa Grande, del Partido Socialista, del Partido por la Victoria del Pueblo, del Partido Obrero Revolucionario, de De Frente, del Partido Comunista de Vietnam, del Partido Comunista de Cuba, del Partido Comunista de Chile, del Partido Comunista Colombiano, del Partido Comunista do Brasil, del Partido Comunista Brasileño, del Partido Comunista Paraguayo, del Partido Comunista de Venezuela, del Partido Comunista de los Pueblos de España, de la Unión del Povo Galego y decenas de Comité de Base, Coordinadoras y Departamentales del Frente Amplio.





















