La mañana del martes 19 poco antes del mediodía, falleció Wilson Espinosa, conocido como “El Chino Espinosa”, “El Chino Grande».
Hijo del pueblo, nacido de la clase obrera, comprometido con su tiempo. Asumió sin dudar cuando el Partido le asignó la responsabilidad de acompañar y cuidar a Mariano (Arana), cumplió con honor y orgullo esa tarea.
Entre ambos forjaron un vínculo de amistad y confianza que se profundizó con el paso del tiempo. El Chino estuvo con Mariano por casi treinta años, antes, durante y después que fuera intendente y lo acompañó hasta el momento mismo de su despedida.
Los restos de Wilson Ramón Espinosa Pimentel fueron sepultados en el Cementerio Central el miércoles 20 al mediodía.
Decenas de compañeras y compañeros de toda la Intendencia, dirigentes del FA y el PCU, el Intendente de Montevideo M. Zunino, integrantes del actual y de anteriores equipos de gobierno de la IM, dirigentes de Adeom y camaradas del PCU, acompañaron a la familia.
Tomó la palabra Ana Olivera y convocó a homenajearlo manteniendo viva su memoria, de manera espontánea se sucedieron anécdotas, semblanzas y recuerdos…
El «Chino» Espinosa fue un hombre bueno. Un compañero leal, solidario y fraterno. Buen jefe, que practicaba lo que decía. Un amigo, un padre, un militante. Trabajador incansable y comprometido. Terco como una mula, con un humor especial y muy divertido. Un hijo de la clase trabajadora. Un luchador. Un protagonista de la historia de luchas del pueblo. Comunista, unitario, frenteamplista. Honesto. Un tipo feliz, un buen amigo al que vamos a extrañar…
Tenía además y se dijo allí una gran afición por la escritura. Nos regalaba sus frases, versos o poemas, así fuera en Municiparte o en la pizarra del kiosco de Laura, en Ejido. En el aniversario de la UJC, en el 1º de mayo, ante la muerte de un compañero querido, en homenaje a Mariano o simplemente porque si…
A la familia, especialmente a su hija y a su hijo, a amigas, amigos y compañeros de viaje, nuestro abrazo fraterno. A Wilson “Chino” Espinosa, una flor roja, gracias por tu vida y ¡hasta siempre!