Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.

Operación Morgan: “Nos quisieron cortar los sueños y no pudieron”

Un día como hoy, hace cincuenta años, la dictadura fascista inició lo que se conoció como “Operación Morgan”. A partir de octubre de 1975 se produce un punto de inflexión en la institucionalización de la dictadura, en su operativa y también en la represión, un cambio en calidad, la dictadura fascista desplegó una operación de aniquilamiento buscando quebrar la resistencia, contra el movimiento popular y la izquierda en su conjunto, pero que tuvo como objetivo central desarticular las estructuras organizativas, propagandísticas y financieras del PCU y de la UJC.

Fue una operación de carácter nacional. Se persiguió, secuestró y torturó en más de 30 dependencias militares y policiales en los 19 departamentos. Actuaron todas las armas: el Servicio de Información de Defensa (SID), el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), el FUSNA, la Dirección Nacional de Información e Inteligencia de la Policía (DNII) y otras reparticiones policiales, Inteligencia del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea. Todo con colaboración de la CIA y en el marco del Plan Cóndor.

La secretaria de Derechos Humanos del PCU, Graciela Montes de Oca señaló que “trataron, durante todo el período de la dictadura, durante varios años, de buscar las direcciones clandestinas y que el Partido desapareciera; no lo lograron. Hubo muchos compañeros y compañeras del Partido que aguantaron en la resistencia, pero también hubo pueblo que los acompañó”.

Es difícil precisar con exactitud los números de una represión de escala nacional en condiciones de clandestinidad e ilegalidad, pero se puede establecer con seguridad que el número de personas torturadas estuvo en el entorno de miles, hubo más de 20 asesinados en tortura y desaparecidos, también las y los que murieron en prisión como consecuencia de las torturas recibidas y las condiciones de detención. A ello hay que agregar los miles de despedidos, perseguidos y obligados al exilio.

Un testimonio del horror señala que “solo en el 300 Carlos habían permanentemente cerca de 200 personas interrogadas. Fue tal vez la mayor base de torturas. Lo que los caracterizaba es el alto grado de tecnificación en los medios utilizados tratando de no dejar marcas visibles (…)”

Uno de los objetivos de la represión tenía como eje central “hacer desaparecer al comunismo en Uruguay por 50 años”, frase atribuida a un general fascista. Pero, sobre todo, su esencia represiva era quebrar el espíritu de lucha y de resistencia de todo el pueblo uruguayo.

“Acá está la prueba de lo que fue la resistencia del Partido, ellos se propusieron algo y no lo lograron. Siempre hubo un comunista que si caía uno el otro levantaba esa bandera”, dijo Montes de Oca, entrevistada en la previa del acto del PCU con motivo de su 105 aniversario, mirando a los cientos de compañeras y compañeros que iban llegando al Parque Batlle para festejar un nuevo aniversario.

Montes de Oca también llamó a todos y todas a ser parte de esta reconstrucción histórica del horror, pero también de la resistencia; haciéndonos cargo de nuestra historia, de nuestros dolores, pero también sabiendo que tenemos una fortaleza que nos permitió resistir y que es lo que nos proyecta hacia adelante para seguir construyendo el camino hacia la pública felicidad.

“Nos quisieron cortar los sueños y no pudieron. Nuestros compañeros soñaron con un mundo mejor y ese es el legado que nos dejaron”, concluyó.

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