Victoria Alfaro
EL POPULAR entrevistó al presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, quien realizó un balance del XV Congreso del movimiento sindical marcando los objetivos del mismo hacia una Estrategia Nacional de Desarrollo que permita sortear las crisis internacionales sin que afecte a las y los trabajadores uruguayos. Un movimiento obrero vibrante “consagrado en base a la unidad, sin exclusiones de, prácticamente, todo el mundo del trabajo”.
– Luego de un congreso multitudinario como se dio el pasado fin de semana, queríamos pedirte un balance de este congreso. ¿Cuáles son los puntos más importantes de ese balance?
Bueno yo hago un balance sumamente positivo del Congreso, porque una inmensa mayoría se encuadró en torno a las definiciones estratégicas del PIT-CNT, que son definiciones que juegan, digamos, en una mirada que trasciende la coyuntura y establecen un conjunto de tareas democráticas para la clase obrera organizada, que creo que son absolutamente significativas. El PIT-CNT hace un diagnóstico que tiene que ver con la consideración de que los problemas que tiene la sociedad uruguaya y que se reflejan en la calidad del mundo del trabajo derivan de la persistencia histórica del modo de acumulación capitalista dependiente.
Es decir, históricamente, en las distintas fases, de la economía internacional, toda nuestra América Latina y en ese cuadro nuestro país, ha participado, a través de una inserción internacional, de una forma de participación en la división internacional del trabajo, básicamente en materias primas, en commodities, en productos genéricos sin mayor industrialización.
Esa base productiva del país implica un modo de producción y de distribución de la riqueza, que es la que genera la condición de que con una demografía tan compleja como la que tiene nuestro país, la base productiva del país no genere la condición de que ni siquiera tres millones y medio de habitantes puedan tener calidad de vida a partir del trabajo.
En esto tenemos una visión crítica sobre quienes hacen énfasis en el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI). Nosotros sostenemos que no alcanza con crecer, en definitiva, en el modo de crecimiento que tiene la economía uruguaya está el germen de la caída, porque somos tan vulnerables de los precios internacionales de las materias primas, que en los ciclos económicos, en cada fase de crecimiento, se esconde latente una fase de caída más o menos estrepitosa del PBI, lo cual implica un comportamiento, basado en los ajustes contra los derechos de los trabajadores y las grandes mayorías, y también el ciclo que permite visualizar la fase de cambio político también en relación a este comportamiento.
Estamos en un período de aproximadamente 10 años de estancamiento o de crecimiento reptante de la economía. En tanto y en cuanto no se logre diversificar la matriz productiva y apuntar al nuevo modo de acumulación y de distribución de la riqueza, los problemas de la sociedad uruguaya no se van a resolver. Y lo más relevante del Congreso es que el movimiento sindical pone proa hacia una Estrategia de Desarrollo Nacional.
Es decir, trasciende las cuestiones de la coyuntura que naturalmente nos ocupan, por una visión que es mucho más histórica. Estamos en un mundo en donde, en definitiva, se viene transformando la división internacional del trabajo. Aparecen otras potencias en la escena internacional, hay un choque de placas tectónicas entre el imperialismo norteamericano, con su declive económico, a pesar de su poderío mediático, político y militar. Y esto principalmente se explica por el ascenso de China y cuando se producen situaciones de ese tipo en la formación social capitalista global, se resquebraja toda la economía internacional, aparece el peligro de la guerra, pero también aparece la oportunidad de desarrollarse sobre nuevas bases, que es lo que básicamente plantea el PIT-CNT: mejorar la inversión en ciencia y tecnología, mejorar la productividad, la capacidad productiva del trabajo, reindustrializar el país, elevar las capacidades de planificación estratégica del Estado, utilizar nuestras empresas públicas como locomotoras del desarrollo; vincular, a través de una serie de herramientas como las compras públicas, la integración productiva de América Latina. Es decir, un conjunto de herramientas que apunten al desarrollo, lo que sucede es que esto debe desarrollarse en el marco de la movilización de masas del movimiento sindical, pero en un cuadro de diálogo social en donde participe el gobierno, la representación de los empleadores y poder trazar algunos acuerdos que apunten a esa dirección.
– Hubo elecciones, el Congreso eligió su Mesa Representativa, no es algo nuevo para el Congreso haberlo hecho mediante esa esa herramienta. ¿Cómo va el tema de la elección del Secretariado Ejecutivo?
Obviamente que en los estatutos del PIT-CNT está prevista la posibilidad de que definamos por voto directo de la totalidad de los congresales la Mesa Representativa. En estos momentos se está trabajando intensamente para constituir la Mesa Representativa con el respeto a lo que dijo la elección. También se viene trabajando desde el punto de vista de la constitución del Secretariado del PIT-CNT. Todo esto desarrollado en un Congreso que nos deja en condiciones del triunfo de la unidad, del programa, de una orientación clasista, democrática y de masas que va hacia un período intenso en lucha por el programa que recién explicaba brevemente. Lo que nos que tiene abocados ahora al conjunto de las compañeras y compañeros de todas las filiales es la labor de constituir la Mesa Representativa y el Secretariado, donde la Mesa Representativa sea la dirección política del PIT -CNT, va a tener una reunión mensual, y el Secretariado Ejecutivo una reunión semanal.
-Una última pregunta frente a la próxima convocatoria a la ronda de Consejos de Salarios, ¿cómo se está preparando el PIT-CNT?
Bueno es parte también de las prioridades inmediatas que vamos a tener, todo lo que tiene que ver con el objetivo de aumentar la participación de la masa salarial en la riqueza nacional, tanto a través de la necesidad de un plan de generación de puestos de trabajo de calidad que atiendan a este objetivo, así como al aumento del salario, lo que tiene que ver con el Presupuesto Nacional; nuestra participación en el diálogo sobre Seguridad Social y las labores para que se desarrolle una ley que establezca un máximo de 40 horas semanales con pago de 48, como prioridades inmediatas. Para la Ronda de Consejos de Salarios para las ramas de actividad cuyo convenio colectivo vence el 30 de junio de este año, la cuestión que surge clara del Congreso es una solicitud a que el Poder Ejecutivo ni bien tenga establecido su criterio para la negociación, eventualmente, podamos tener una reunión para conversar sobre esos criterios, los objetivos del movimiento sindical y ya en el mes de junio se van generando todas las condiciones para la ronda de los Consejos de Salarios.
-¿Algo más que quieras agregar que te parezca importante?
Bueno, la importancia de un Congreso con una participación importante de compañeras y compañeros que eventualmente han participado por primera vez en el organismo supremo del movimiento sindical. La importancia de los valores éticos que atraviesan la historia del movimiento obrero, donde las compañeras y los compañeros vienen a aportarle a la lucha colectiva y a los objetivos superiores de la clase. La importancia sagrada de la unidad sin exclusiones, la importancia, también, de dar la lucha ideológica firme en los conceptos de clase, pero absolutamente respetuosos de las opiniones de las distintas compañeras y compañeros, la importancia de la fraternidad y de la unidad.
Y, además, de poner por encima, siempre, los intereses del movimiento en su conjunto, como así lo destaca la historia del movimiento obrero uruguayo, que realmente es una excepción en el mundo por constituirse como una central única de sindicatos, con un muy importante nivel de autonomía, pero que está consagrada en base a la unidad, sin exclusiones de, prácticamente, todo el mundo del trabajo.