Como consecuencia de la decisión política anunciada por el presidente español, Pedro Sánchez, con relación al Sáhara Occidental, el gobierno argelino anunció la total revisión “de los pactos económicos con España”.
La medida es una respuesta clara del rechazo que produce en el gobierno de Argelia la postura de Sánchez quien “violentando una neutralidad dialogante, en los últimos días decidió apoyar al reino de Marruecos en su anexión colonialista del Sahara Occidental”.
De acuerdo al portal noticioso KaosenlaRed, “el jefe de la cartera de Exteriores de Argelia, Chakib Kaid, aseguró que, al menos en términos inmediatos, la medida de la administración de Sánchez no provocará efectos a corto plazo respecto de la venta de combustibles desde el país africano”. A pesar de ello, Kaid no dio por definido “la posibilidad de terminar con la renovación de contratos en el momento de su caducidad”.
La medida anunciada por Argelia es relevante si se considera, por ejemplo, que el pasado año, “cerca de la mitad del gas que el Estado español debió importar salió de Argelia”, considerado uno “de los países más ricos de la cuenca africana en energías provenientes de los hidrocarburos”.
Esta “revisión general de los acuerdos económicos y comerciales con la península ibérica” se evalúa como una de las consecuencias primarias del giro en política internacional del gobierno de Pedro Sánchez”, quien no comunicó su drástico cambio de posición sobre el tema saharaui a Argelia, que tiene “fuertes tensiones con Marruecos” y ha sido históricamente “amiga de la causa de la independencia saharaui”.
