Asegura presidente saliente de Guatemala un proceso de traspaso de mando «abierto, ordenado y transparente»

El pasado lunes tuvo lugar una reunión entre el presidente saliente de Guatemala, Alejandro Giammatei, y su sucesor Bernardo Arévalo León.

Según consignó Prensa Latina (PL), Giammatei calificó el actual momento del país como “un proceso histórico”.

El encuentro fue dado a conocer por la oficina de prensa del gobierno, que en nota publicada aseguró que el proceso de traspaso de mando estará garantizado por “un proceso abierto, ordenado y transparente”.

“Se va a respetar la voluntad soberana del pueblo de Guatemala. El pueblo habló, como se lo dije a usted”, dijo el presidente saliente a Arévalo y reconoció que el pueblo había decidido.

“Lo reitero con contundencia como me lo ha pedido: el doctor Arévalo será el próximo presidente por parte del partido Semilla que ganó las elecciones”subrayó Giammattei.

Mientras tanto nuevas movilizaciones populares se producen en el país, respondiendo así al llamado realizado por Arévalo León, en defensa de la democracia y para “hacerle frente a un golpe de Estado en curso”.

Estas movilizaciones de ciudadanos guatemaltecos exigen la renuncia la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y del juez Fredy Orellana, quienes han sido identificados como gestores de una campaña que busca impedir se produzca la transición de poder.

Estos funcionarios han sido públicamente acusados “de interferir y judicializar el proceso electoral” que se llevó a cabo en agosto que trajo como resultado la victoria del Movimiento Semilla y de su representante Bernardo Arévalo.

Los intentos de suspender al Movimiento Semilla por orden de Orellana fracasaron luego que el Tribunal Supremo Electoral detuvo la suspensión hasta el 31 de octubre, debido a “que la ley Electoral y de Partidos Políticos establece claramente que, mientras el proceso electivo esté en marcha, no puede suspenderse ni cancelarse ningún partido político”.

Con esta disposición del máximo Tribunal Electoral, la Junta Directiva tuvo que acatar “y retraer su decisión de despojar al partido izquierdista de la bancada en el Congreso”.

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