Por María José Pedraja
Entrevista con el profesor de Historia Carlos Rivero, militante sindical en el Comité Ejecutivo de FENAPES, fue Consejero electo por los docentes, presidente de las Asambleas Técnicas, docente colaborador con el diseño de políticas educativas en INISA, entre otras actividades.
“Un país se tiene que preguntar ¿para qué queremos formar a los jóvenes? en ese sentido históricamente el bachillerato estuvo en diálogo con los estudios superiores por un lado, que después continuaba en cursos técnicos o en la universidad. Una característica de la educación uruguaya es formar sujetos pensantes , críticos, activos políticamente y demás”, afirmó.
La educación es un área que forma ciudadanos del futuro
“La Educación Pública es fundamental para los alumnos y su futuro como ciudadanos, porque va a interactuar en la sociedad, y serán parte de las transformaciones», agregó.
“Cuando decimos que vamos a sacar las especificaciones de bachillerato ahí empiezan los problemas, porque el bachillerato le va mostrando al alumno cuál va a ser el camino a la educación superior, lo introduce de a poco en conocimientos sobre arquitectura, derecho, que ayuda al alumno. El bachillerato le muestra al alumno lo que existe para que pueda optar», afirmó sobre el anuncio del gobierno de eliminar los bachilleratos específicos como existen hasta la actualidad.
¿Y el arte?
“No podemos decir que de un bachillerato artístico sale un artista, sale un alumno que tiene algún conocimiento, que se acerca tal vez por primera vez a una cámara de fotos. Quizás de ahí descubrimos un potencial que después se dedica a la actuación o demás, lo que hace el bachillerato es irles mostrando, y encima al docente artístico se le recortan las posibilidades”, explicó.
“A nosotros nos parece muy bueno mostrar a los estudiantes por donde pueden ir, de ahí los bachilleratos humanístico, biológico, científico, y artístico, el que hace aproximadamente 10 años que está en funcionamiento para dar respuestas al alumno. Esto se reclamaba antes de la dictadura y el colectivo docente reclamó una especificidad que le permitiera a los alumnos introducirse en la música, en el lenguaje cinematográfico, la plástica y demás”.
“Se dice que algunas se van a mantener como medicina, ingeniería, tecnología y eso responde a que la Universidad de la República, principalmente la Facultad de Medicina, exige que el alumno llegue con determinados conocimientos adquiridos en secundaria, para poder ingresar a la carrera, lo mismo con ingeniería, de ahí que vean con buenos ojos que el alumno en su etapa inicial adquieren algunos conocimientos. Lo que me gustaría preguntar es si cuando piensan en transformaciones realizan reuniones con el equipo de trabajo o la UDELAR ”.
La política curricular de la educación no puede quedar liberado a una política de Gobierno sino de Estado
En cuanto a los programas y políticas educativas “no es recomendable modificar permanentemente el programa liceal, cuando se piensa cambiar hay un proceso de consulta a referentes académicos, a la Universidad en un proceso más participativo, esto no puede quedar liberado a la política de gobierno, sino de Estado”.
Hagamos un razonamiento sencillo, hoy se cambian los programas, dentro de cinco años lo cambian de nuevo, entonces, un alumno que hoy está en primaria le cambian cuatro veces su formación antes de terminar su ciclo educativo. Cuando se piensa en cambiar hay que pensar a muchos años, en una línea de larga duración y deben tener consenso”, agregó.
«Si uno va a las discusiones del Parlamento va a ver que hay algunos sectores que jamás votaron la creación del liceo, y la argumentación era que el botija del campo no necesitaba educarse que a los 12 o 14 años ya tenía que ir a trabajar a la estancia, si la educación primaria, porque consideraban que tenían que saber leer y escribir, porque entendían que ese adolescente no tenía que estudiar más, sino ir a trabajar en el campo», agregó.