Desde esta jornada rige en varias ciudades hondureñas el Estado de Excepción.
La medida fue adoptada, de acuerdo a lo informado por las principales autoridades del país con vistas a poder enfrentar el crecimiento que se observa respecto a los delitos de extorsión y sus derivaciones.
Durante 30 días la medida regirá en varias ciudades de los departamentos de Tegucigalpa y San Pedro Sula, la misma, señala el decreto presidencial de Xiomara Castro, “permitirá combatir los altos índices de violencia” que viene registrando el país.
De acuerdo al decreto las fuerzas de seguridad podrán “detener a las personas que las autoridades determinen responsables de asociarse, ejecutar, o tener vinculaciones, en la comisión de delitos y crímenes en sectores del Distrito Central y de San Pedro Sula”, consignó Telesur.
El mismo medio señaló que, en declaraciones públicas, el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, informó que otras partes del territorio nacional, donde operan grupos criminales, serían incorporadas a la medida.
El comunicado emitido por la Policía hondureña, describió que la decisión se funda en el alto “índice delictivo”, así como, en los resultados de los análisis realizados por el sistema inteligencia de la institución para enfrentar los crecimientos observados en los delitos de extorsión.
Con la definición del Estado de Excepción, se retira la libertad de circulación, pudiendo detenerse por 24 horas a quienes violenten la medida.
El jerarca policial recordó que durante la vigencia de la medida se restringe la portación legal de armas y añadió que para “el personal de las empresas que trabajen durante los horarios en los cuales rige la medida”, se emitirán salvoconductos.
“La Policía estará (…) para garantizar la protección de las personas”, subrayó Sánchez quien agregó que las “operaciones están focalizadas para el crimen común y el crimen organizado, por lo tanto, el ciudadano común, no deberá tener ningún temor”.
El alto mando policial dio a conocer un nuevo plan de seguridad de fin de año denominado “Policía y Comunidad” que se caracterizará por “la presencia de policías en la calle y terminales de transporte”.
