En una columna del diario The Washington Post, el senador republicano Marco Rubio por el estado de Florida, en unión de Mike Gallagher, también republicano y representante del octavo distrito de Wisconsin en la Cámara de Representantes demandaron al gobierno de Biden que se prohíba la plataforma TikTok en Estados Unidos.
Como argumentación para ello, en la columna se señala que el país se encuentra “inmerso en una nueva Guerra Fría con el Partido Comunista de China (PCCh)”, una guerra que consideran podría “calentarse” respecto a Taiwán.
A pesar de ello, advierten, son millones los estadounidenses que recurren TikTok, “una aplicación china de redes sociales” que, de acuerdo a los columnistas recibe directa influencia del PCCh.
La popularidad, agregan, de la red en el país, “le ofrece al PCCh una capacidad única de monitorear a más de 1,000 millones de usuarios en todo el mundo, incluidos casi dos tercios de adolescentes estadounidenses”.
En atención a ello demandan “prohibir” lo que califican como “potencial programa espía (spyware) antes de que sea demasiado tarde” y no alentar su uso, “como lo ha estado haciendo el presidente Joe Biden”.
Ambos representantes de la derecha estadounidense, describen que TikTok es propiedad de la empresa china ByteDance.
Aunque se trata de una compañía privada, afirman, “en China ninguna compañía es verdaderamente privada”.
En sus argumentaciones para demandar la prohibición, los políticos reseñan que, de acuerdo a la revista Forbes, los perfiles de LinkedIn de quienes dirigen la empresa, “revelan que 23 de los directores de ByteDance trabajaron anteriormente para los medios de propaganda del PCCh”, a lo que se le agrega que, “al menos 15 empleados de ByteDance trabajan para ellos en la actualidad”. Para ambos columnistas, el hecho de que dicha compañía “sea dueña de TikTok es problemática por dos razones”.
“En primer lugar, la aplicación puede rastrear la ubicación de los usuarios de los teléfonos celulares y recopilar datos de la navegación en internet, incluso cuando los usuarios visitan sitios web no relacionados”.
Esta capacidad de examen de “cada tecla presionada por los adolescentes en sus teléfonos”, posibilita, afirman, que Pekín “podría recopilar”, además, “información confidencial de seguridad nacional de los empleados del gobierno de Estados Unidos y desarrollar perfiles de millones de estadounidenses para su uso en chantajes o espionaje”.
Además de lo anterior, agregan, “más alarmante que esa posibilidad es el potencial abuso del algoritmo de TikTok”.
“TikTok proporciona contenido abierto de personas de todas partes del mundo. Su algoritmo es una caja negra, y sus diseñadores pueden alterar su funcionamiento en cualquier momento sin informarlo a los usuarios. Se presume que el algoritmo está diseñado para identificar y promover contenido con alta probabilidad de volverse viral: música pegadiza, bailes, bromas y cosas. Pero en manos de ByteDance, también podría usarse para adoctrinar de forma sutil a los ciudadanos estadounidenses”.
Además de estos “supuestos usos” por parte del gobierno chino a partir de la red, los representantes republicanos insisten en enfatizar que “el PCCh también podría utilizar TikTok para propagar videos que apoyen a políticos simpatizantes del partido o que exacerben la discordia en la sociedad estadounidense”.
Dichos videos, aclaran, no precisan ser desarrollados por representantes del PCCh ya que, “cualquiera podría crearlos”, hecho este, argumentan que permitiría a Pekín “aprovechar los datos básicamente ilimitados sobre el contenido creado por los usuarios que tiene a su disposición para avivar las llamas de las divisiones internas”.
Para “rematar” sus argumentaciones sobre esa nueva “guerra fría”, se afirma que, “gracias al número cada vez mayor de adultos que reciben las noticias de TikTok, la plataforma tiene la capacidad de influir sobre qué temas mostrarles a los estadounidenses, qué información se considera correcta y qué conclusiones sacan de los eventos mundiales”, lo que posibilita a China tener “un poder extraordinario en manos de los empleados de la compañía que en cualquier momento podrían ser revocados por el PCCh”.
En su diatriba contra la red social la califican como “una gran amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos” y arremeten contra Joe Biden a quien señalan como un impulsor del uso de la plataforma.
En ese sentido, finalizan afirmando, el mandatario estadounidense estaría “concretando un acuerdo que autorizaría la operación continua de TikTok en Estados Unidos sin que haya ningún cambio en la titularidad”.